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La Avenida Constitución en el 150° aniversario de Mar del Plata: su transformación espacial y funcional

Profesor en Geografía, Gianfranco Policastro

GEOT-CIGSA-FHum-UNMdP

gianfrancopolicastro@mdp.edu.ar 

La ciudad de Mar del Plata ha transitado distintas etapas desde su fundación en el año 1874 por Patricio Peralta Ramos hasta la actualidad. Lejos quedaron los tiempos de aquel complejo saladeril ubicado en la zona de Punta Iglesias, así como también los años de su posterior transformación en una villa balnearia frecuentada por la elite porteña que la dotó de un estilo arquitectónico que emulaba al de las ciudades francesas (Medina, 2009), lo que le valió el apodo de la “Biarritz Argentina” (Bouvet et al., 2005). Hacia 1940 comenzó a cobrar mayor relevancia el turismo de masas, el cual entraría en crisis durante el último cuarto de siglo XX (Cicalese, 1999) hasta llegar a la actualidad, donde la ciudad se ha reconvertido en un importante centro turístico con una oferta variada, accesible para los diferentes estratos sociales y que continúa ostentando el título de principal destino turístico del litoral argentino.

A la par de esta dinámica también se han hecho notar las transformaciones de distintos sectores de la ciudad, como por ejemplo la reubicación del primer puerto y de la terminal de ómnibus de larga distancia, el auge de los hoteles y servicios complementarios, las mejoras en las vías de comunicación, y la evolución por ejemplo de las calles Güemes, Alem, San Juan o la Avenida Constitución hasta convertirse en modernos polos gastronómicos y/o comerciales.

De todas ellas, la Avenida Constitución guarda una historia especial que trasciende hasta nuestros días. Apodada la “avenida del ruido”, convocaba a miles de jóvenes en los años sesenta y setenta del siglo XX quienes al caer el sol se movilizaban hacia allí para disfrutar de la noche marplatense en alguna de sus características boîtes”, nombre que se le daba a las confiterías bailables de la época. Actualmente, esta avenida se ha convertido en un centro neurálgico de la actividad comercial, gastronómica y de esparcimiento concurrida diariamente por miles de personas de diferentes rincones de la ciudad. En el marco del 150° aniversario de “La Feliz”, resulta interesante realizar un análisis geográfico e histórico sobre esta importante arteria de la ciudad, que tan poca trascendencia ha tenido en la bibliografía académica local hasta nuestros días para tratar de explicar y comprender su devenir actual.

Ubicada al norte de la ciudad, la Avenida Constitución les da la bienvenida a los turistas que arriban a la ciudad por la Ruta N°2, principal vía de comunicación con la Capital Federal. No obstante, el paisaje que la avenida ostentaba en la década de 1950, caracterizado por una calle pavimentada y angosta rodeada de frondosos árboles y algunas construcciones, ha sufrido una transformación considerable. Donde hoy encontramos restaurantes y comercios frecuentados por los residentes de la zona antes se encontraban “night clubs” o boîtes (Sebreli, 1970). Ye-Ye, Beduino’s, del 40, Notte, Canela, Zeus, Banana, El Castillo, Enterprisse, Xanadú, son sólo algunos de los nombres de estos clubes que resonaban entre 1970 y 1980 y que se extendían a lo largo de la avenida, desde la Ruta N°2 hasta la costa (Figura 1).

 

Figura 1: Localización de las boîtes de la Av. Constitución en 1974

Fuente: Fotos de Familia N°10.666, Diario La Capital.

 

El auge de esta avenida se dio en paralelo al cambio en las formas de diversión de los jóvenes de aquel entonces. Es menester aclarar que la forma de disfrutar la noche marplatense que hoy presenciamos en bares y boliches de la zona de Playa Grande o Alem es completamente diferente a la de antes. Varias décadas atrás, salir a bailar era sinónimo de asistir a los bailes con progenitores o hermanos quienes aguardaban apaciblemente en sillas a un costado de la pista, por lo que los acercamientos entre parejas eran cuanto menos difíciles e incómodos. Ya en 1970, surgieron las primeras boîtes, confiterías bailables en donde los jóvenes asistían sin la atenta mirada de sus padres, dando lugar a un nuevo escenario para la diversión. Ya fueran residentes o turistas, adolescentes o adultos, se congregaban al anochecer en estas “confiterías bailables” ubicadas casi en su totalidad sobre esta avenida, en las cuales hasta la década de 1980 era requisito acudir en parejas para poder ingresar. Todo esto le otorgaba una cualidad distintiva que convertía esta avenida en un exponente de la noche marplatense.

Pero este período de auge nocturno de la Avenida Constitución dio paso con el correr del tiempo a una crisis de la que le fue imposible recuperase. Poco a poco, y a causa de diversos motivos, estas confiterías fueron desapareciendo hasta que en la década pasada sólo quedaban tres remanentes: Sobremonte, Chocolate y Gap, las cuales corrieron la misma suerte que sus predecesores siendo Sobremonte el último en cerrar sus puertas en enero de 2019. En la actualidad, a lo largo de la avenida encontramos oficinas, restaurantes, paseos comerciales, sucursales bancarias y otros servicios en donde antes se ubicaban estas discotecas.

El desencadenante de estos cambios en el uso de suelo no está claro; no obstante, aquí se tratará de arrojar algo de luz sobre el asunto. Como sostiene Cicalese (1999), la ciudad de Mar del Plata supo ser el principal centro veraniego del país pasando de recibir alrededor de un millón de turistas en 1950 a unos dos millones y medio en la primera mitad de 1970 gracias en parte a la proximidad espacial con la ciudad de Buenos Aires, principal emisora de turistas del territorio. Con el modelo aperturista que se inicia en la segunda mitad de 1970, comienza a producirse un leve pero sostenido descenso en el número de turistas que arriban a la ciudad, sumado a un creciente deterioro de su capacidad de gasto. Esta merma en el arribo de turistas se potenció aún más en la década de 1990 y alcanzó su pico en el año 2001, lo que, sumado a las condiciones financieras desfavorables, pudo haber sido uno de los motivos que ocasionara una merma en la concurrencia a estos sitios de esparcimiento nocturno asentados sobre la Avenida Constitución.

Por otra parte, la expansión de la urbanización hacia este sector de la ciudad es otro de los posibles motivos. Originalmente, la gran mayoría de las boîtes de la ciudad se asentaban sobre esta avenida por su lejanía del centro de la ciudad y de las zonas residenciales, lo que generaba un ambiente propicio para la proliferación de este tipo de emprendimientos. Si bien por aquel entonces ya existían algunas residencias estables en los alrededores de la avenida, el crecimiento demográfico atravesado por la ciudad en el transcurso de los años hizo que cada vez más y más residentes comenzaran a asentarse en los alrededores de la avenida. Como es lógico pensar, este crecimiento residencial en torno a la avenida no solo no era compatible con los ruidosos night clubs de la zona, sino que además comenzó a demandar mayor presencia de servicios y comercios para satisfacer las necesidades de los nuevos residentes. Por ende, se fueron asentando con el tiempo negocios comerciales y de prestación de servicios que modificaron el paisaje de este sector. Cabe aclarar que esto no sucedió de la noche a la mañana, ya que durante un cierto tiempo el cierre de los night clubs generó un abandono generalizado de la avenida, hasta que finalmente se instalaron en la zona diversos emprendimientos comerciales y de servicios que comenzaron poco a poco a cubrir las demandas de los residentes.

Desde fines de 1990 y hasta la actualidad, se observa que la nocturnidad se ha desplazado a calles como Hipólito Irigoyen, Güemes, Alem y el sector de Playa Grande con el desarrollo de bares, pubs y confiterías bailables. Esto hizo que, por un lado, el nicho generado por las boîtes de la Avenida Constitución se perdiera, puesto que ahora existían otros espacios de ocio nocturno lo que generó un descenso paulatino de la afluencia de jóvenes a la “avenida del ruido”, y por el otro, que estos nuevos polos de esparcimiento nocturno (favorecidos por la reglamentación municipal) fueran cobrando cada vez más relevancia al tiempo que las boîtes de la Avenida Constitución se iban sumiendo en una lenta crisis de la cual les sería muy difícil (sino imposible) salir. La gran mayoría cerró sus puertas, y solo permanecieron operativas al menos hasta el año 2010 GAP, Chocolate y la reconocida Sobremonte. A continuación, se presenta un extracto de una nota realizada al dueño de la discoteca “Chocolate” en el año de su cierre definitivo, el cual manifiesta las ventajas que poseen los centros de esparcimiento nocturno ubicados en otras zonas de la ciudad en comparación con los ubicados sobre la Avenida Constitución:

“[¿Por qué cerró Chocolate?] Porque la nocturnidad sufrió un cambio de zona (Playa Grande) y los bares dejaron de serlo transformándose de a poco en locales bailables. Por otro lado, la ley de nocturnidad afecta solamente a discotecas ‘habilitadas como tales’ quedando exceptuadas de la ley, las zonas de Playa Grande e Hipólito Yrigoyen, dado que en esos lugares no se permite la radicación de negocios bailables a pesar de que se baile. De este modo, la ley no es pareja para todos. Un joven que quiere ir a bailar a Constitución debe llegar antes de la 1.30 am, de lo contrario no puede ingresar a la disco. En cambio, en Playa Grande no hay reglamentación para horario de entrada y se baila en lugares no habilitados para tal fin.” (Diario La Capital, 08 de junio de 2010)

Si bien los motivos no están del todo claros, lo cierto es que la transformación de la avenida fue elocuente. La creciente urbanización de los barrios aledaños a la avenida conllevó a un aumento en la provisión de servicios para los nuevos inquilinos. Así, se fue gestando un corredor comercial y de servicios (Peri, 2011) que cuenta con comercios especializados de proximidad, sedes bancarias, entre otros que continúa creciendo hasta nuestros días y logra configurar a la región como una “nueva centralidad” que alberga multiplicidad de usos de suelo y de actividades en toda su extensión.

En la Figura 2 se puede observar una pequeña muestra de la evolución acontecida en más de medio siglo de historia de la “avenida del ruido”. Las imágenes de la columna izquierda corresponden a los predios donde en la década de 1960-1970 se erigían algunas de las boîtes, mientras que en la columna derecha encontramos el uso que en la actualidad se le está dando al predio en cuestión. Podemos observar la boîte “Pancho Freddy” en la esquina de Pasteur y la Avenida Constitución (Fig 2, a), inaugurada en el año 1956 que se convirtió de esta forma en la primera de la avenida y en donde actualmente se encuentra la parrilla y resto “Faustila” (Fig 2, b).

Otro ícono de la década del sesenta fue “Mary Poppins”, emplazada en la avenida Constitución 5205 esquina Roldán. En la misma avenida al 5528 y en la misma década abrió sus puertas la boîte “Banana”, confitería construida bajo nivel (a modo de sótano) aunque en su parte superior no había edificación alguna, y donde tocaban reconocidas bandas de la época.

A su vez, en la vereda par de la avenida entre las calles Chubut y Vicente López y Planes se ubicaban tres boîtes sumamente concurridas, a saber: Notte (Fig 2, c), Matokos (Fig 2, e) y Zeus (Fig 2, g), las cuales se encontraban lindantes una con la otra. En la actualidad, allí se encuentran, respectivamente, una confitería (Fig 2, d), una serie de comercios (Fig 2, f), y la iglesia “Sembrando Vida” (Fig 2, h). En la intersección de las avenidas Constitución y Carlos Tejedor existía en la década de 1970 la confitería “Carrousel”, en cuyo predio funciona hoy una pinturería. Esta confitería se popularizó por su pista giratoria, que se elevaba mientras los jóvenes bailaban al ritmo de la música de la época. A tan solo dos cuadras de esta última, pero sobre la avenida Tejedor en su intersección con la calle López de Gomara (ex calle 24), se hallaba emplazada desde la década de 1950 la confitería “Tajamar” propiedad del músico y compositor Osvaldo Fresedo y donde hoy se erigen un complejo habitacional.

A pocas cuadras, en la intersección de José Ingenieros y la Avenida Constitución, se encontraba Sunset (Fig 2, i), cuyo predio hasta no hace mucho supo ser un local de venta de zapatillas y ahora se encuentra en alquiler (Fig 2, j). Finalmente, uno de los íconos de la avenida era la famosa Enterprisse (Fig 2, k), conocida por algunos como el “Plato Volador”, construida en la intersección de la Avenida Constitución y Daireaux en la década de 1960 con un diseño arquitectónico innovador para la época y que se mantuvo en pie hasta inicios de siglo, cuando fue demolida. Su diseño futurista revolucionó el estilo de la época, atrayendo a partidarios y detractores pero convirtiéndose sin dudas en uno de los edificios más emblemáticos de la avenida. Hoy en día, allí se encuentran una farmacia y un centro de atención médica (Fig 2, l).

 

Figura 2: Evolución temporal de la avenida constitución (1960/1970 – 2024)

Fuente: Elaboración propia en base a imágenes de archivo personal (2024) y “Fotos de Familia” del Diario La Capital.

 

En la década de 1980 encontramos también otros edificios que quedaron en la memoria de los marplatenses como el restaurante “Los Viejos Vagones” (Figura 3), ubicado en la esquina de la avenida Constitución y Benito Juárez, lindante con la boîte “Banana”. Los dos vagones que conformaban dicho restaurante se encontraban ubicados sobre rieles y durmientes, y habían pertenecido a la línea Roca. Cuando el restaurante dejó de funcionar, los vagones fueron retirados y trasladados a la provincia de San Juan, existiendo hoy en su lugar una franquicia de una reconocida cervecería. En esa misma década funcionaba también otra icónica boîte llamada “El Castillo”, cuya construcción emulaba una fortificación medieval, ubicada en la avenida Constitución 5815, esquina Ortega y Gasset.

 

Figura 3: Restaurante “Los viejos vagones”

Fuente: “Fotos de Familia” del Diario La Capital, foto N°8723.

 

Lo esbozado hasta aquí no hace más que evidenciar el cambio experimentado en la Avenida Constitución, pasando de ser una arteria eminentemente destinada al ocio y al esparcimiento nocturno entre las décadas de 1960 y 1980 a convertirse en la actualidad en un centro neurálgico que alberga una multiplicidad de comercios y servicios para satisfacer las demandas de los marplatenses y sobre todo de los residentes de la zona. Como vemos, los desencadenantes que promovieron esta transformación espacial y funcional son diversos.

Lo que supo ser la “avenida del ruido”, famosa en la noche marplatense por la concurrencia de jóvenes y celebridades hoy ha dado paso a una avenida rebosante de comercios y servicios, en cuyos alrededores se encuentran barrios residenciales y que nos brinda una imagen completamente diferente a la de aquellas noches de verano de los setenta cuyos recuerdos aún perduran en la memoria de quienes tuvieron el agrado de disfrutarlas. El futuro de esta avenida es incierto, no obstante, es de esperase que se produzcan nuevas modificaciones en los usos de suelo tal y como ha sucedido (y aún continúa sucediendo) no solo en la propia avenida sino en toda Mar del Plata.

 

Agradecimientos

A mis padres, familiares y conocidos cuyos testimonios fueron claves para la reconstrucción de las localizaciones de estos establecimientos bailables y de los hábitos de la época. También quiero agradecer al espacio brindado por el Observatorio Ciudadano, Político y Electoral (OCPE) perteneciente a la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Mar del Plata por la publicación de este documento.

 

Bibliografía

Bouvet, Y.; Desse, R.; Morell, P.; Villar, M. D.  (2005). Mar del Plata (Argentina): la ciudad balnearia de los porteños en el Atlántico suroccidental. Investigaciones Geográficas (Esp), (36), 61-80.  Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=17603604

Cicalese, G. (1999). La implantación del modelo económico aperturista en los 70 y la crisis del turismo masivo en la ciudad de Mar del Plata, 1976-1987. Comunicación presentada en II Jornadas de Historia Económica, Montevideo [URY], 21-23 julio 1999. Disponible en: http://nulan.mdp.edu.ar/1442/

Diario La Capital, “Por los cambios en el manejo de la nocturnidad, cerró Chocolate”, 08 de junio de 2010. Disponible en: http://www.lacapitalmdp.com/noticias/La-Ciudad/2010/06/09/146987.htm

Fotos de Familia, Diario La Capital. Foto N°5432. Disponible en: https://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/5432

Fotos de Familia, Diario La Capital. Foto N°7393. Disponible en: https://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/7393

Fotos de Familia, Diario La Capital. Foto N°8102. Disponible en: https://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/8102

Fotos de Familia, Diario La Capital. Foto N°8723. Disponible en: https://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/8723

Fotos de Familia, Diario La Capital. Foto N°9121. Disponible en: https://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/9121

Fotos de Familia, Diario La Capital. Foto N°10.008. Disponible en: https://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/10008

Fotos de Familia, Diario La Capital. Foto N°10.666. Disponible en: https://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/10666

Fotos de Familia, Diario La Capital. Foto N°12.089. Disponible en: https://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/12089

Medina, D. (2009). Mar del Plata, desarrollo urbano e imaginarios vinculados. UNMDP. Mar del Plata, pp 13-27.

Peri, L. V. (2011). Nuevas centralidades del ocio y el consumo: Ámbitos, modalidades e instrumentos de regulación de las grandes superficies comerciales en la Región Metropolitana de Buenos Aires. Revista Iberoamericana de Urbanismo, 01 Marzo 2011, núm. 5, pp. 31-44. Disponible en: http://hdl.handle.net/2099/12498

Sebreli, J. J. (1970). Mar del Plata, el ocio represivo. Ed. Tiempo Contemporáneo, Bs. As.

Mar del Plata: 150 años de transformaciones arquitectónicas y urbanas

Dra. Lorena M. Sánchez[1] y Dra. Mariana Fernández Olivera[2]

Los recién cumplidos 150 años de Mar del Plata han generado un sinfín de eventos, publicaciones temáticas y productos asociados. El cumpleaños lo amerita; desde 1874 la ciudad, históricamente joven, continúa mostrándose y convocando a turistas nacionales e internacionales.

En este transcurso y en relación con su caracterización turística, se ha transformado permanentemente. Casi a modo de oxímoron, su persistencia se ha asentado en el cambio. Así, esta permanencia cambiante ha generado una ciudad móvil, en donde su patrimonio resulta el principal testimonio material de cada metamorfosis acontecida.

Desde su nacimiento, el estudio de los procesos sociomateriales ha procurado acercar nombres y caracterizaciones en los puntos de inflexión reconocidos. Es posible registrar transiciones desde su condición original como puerto-saladero, su evolución hacia una villa balnearia de grupos económicamente privilegiados, su apertura como ciudad balnearia, el avance hacia una ciudad de masas y el progreso hasta su actual condición multifacética y fragmentada.[3] De acuerdo con cada capa histórica, los testimonios arquitectónicos y urbanos que perviven, atestiguan las transformaciones y los valores pasados y presentes. Esos testimonios, o bienes patrimoniales, constituyen huellas para comprendernos y entender la ciudad que construimos.

Entre los diversos legados que subsisten, resulta de interés observar lo acontecido con aquellos que forman los paisajes identitarios locales. La condición costero-marítima desde la cual se forjó la ciudad, entre el carácter productivo pesquero y el turístico balneario, gestó, no sin contradicciones, una diversidad de bienes característicos que constituyen eslabones claves de los entornos típicos marplatenses.

Así, las pequeñas y medianas viviendas pintoresquistas continúan destacándose en el interior de barrios como Stella Maris y La Perla, entre otros sectores de la ciudad. El pintoresquismo, corriente ecléctica de origen europeo, resultó particularmente apropiado para su reinterpretación local debido a múltiples factores. En este sendero, resultó propicio el despliegue de las premisas compositivas que aludían a las condiciones extraurbanas, a través del uso de la asimetría, el contraste de volúmenes y la exposición de materiales. Desde el carácter elitista a las progresivas versiones más modestas, el pintoresquismo residencial prevaleció durante la primera mitad del siglo XX. El paisaje conformado por estas viviendas distintivas en las otrora postales y que actualmente integran las más populares cuentas de Instagram, componen áreas de valor que testifican las transiciones entre la villa balnearia y la ciudad que forjó horizontes más amplios.

En paralelo y más escondidas a las miradas desatentas, en el interior del fotografiado Puerto sobreviven casillas de madera y chapa de los inicios portuarios a principios del siglo XX. Estas viviendas típicas fueron desarrolladas por la inmigración italiana que arribó a ese sector configurando, en su origen, un paisaje asimilable al de las películas norteamericanas del Far West. Su facilidad de armado, el bajo costo de construcción, la opción de ser trasladadas y su posibilidad de ampliación -al arribar nuevos familiares desde la tierra de procedencia-, fueron aspectos determinantes en su progreso. Junto con la labor pesquera, los testimonios fabriles y la identidad italiana, las casillas también han generado sectores que atestiguaron -y atestiguan- la original identidad productiva de la ciudad. Así, esta arquitectura industrial, desde las viviendas hasta los establecimientos fabriles, configuraron entornos de valor que todavía expresan formas de producir y vivir coligadas.

Sin embargo, las diversas piezas que componen estos entornos valiosos, se encuentran a la espera de un reconocimiento formal y por ende, de protecciones adecuadas: la necesidad de amparar áreas patrimoniales y de protegerlas, se vislumbra como un requerimiento urgente en esta ciudad cambiante.

Un ejemplo de esta necesidad lo constituye el borde costero, en especial la franja del barrio Stella Maris donde se enlaza el despliegue marítimo y el desarrollo residencial mediterráneo. El muestrario de operaciones pasadas y presentes en las que se ha impactado negativamente sobre el paisaje sedimentado, incluso con afectaciones indeseadas sobre el principal recurso de sol y playas en el que se ha apoyado el destino turístico de la ciudad, evidencia la necesidad de un marco regulador para un tratamiento de áreas frente a las operatorias individuales. Otro ejemplo lo constituye el barrio portuario, donde los procesos de cambio productivo-pesqueros y la falta de regulaciones preservacionistas, han desencadenado alteraciones, ampliaciones desacertadas y pérdidas irrecuperables de sus bienes residenciales y fabriles.

Por ello, la generación de áreas con sus coligados lineamientos guía hacia la intervención de sus bienes componentes, resulta uno de los mejores regalos para ofrecerle a la ciudad y sus ciudadanos. La subsistencia de segmentos paisajísticos asentados en bienes característicos, implican persistencias que ameritan protecciones creativas. En este sentido y desde una mirada diligente es posible repensar, en un marco de cambios negativos, intersticios de oportunidades. De esta forma, urge meditar sobre las maneras de actuar y los marcos preservacionistas a implementar en relación con el creciente interés inmobiliario en las arquitecturas de tiempos pasados.

En definitiva, entender, valorar y proteger el patrimonio local, con énfasis en los entornos que constituyen su memoria sociomaterial, continúa siendo una tarea pendiente. En este camino, deseamos que para su cumpleaños número 200 podamos brindar por la efectiva protección de sus paisajes urbanos históricos y los eslabones que lo componen, a través de áreas de valor, como parte de su presente y su futuro.

Figura 1. Imagen aérea actual y postal coloreada de mediados del siglo XX de diferentes sectores del barrio Stella Maris. Nótese la densidad de techos rojos en su interior, propios del legado pintoresquista.

Fuentes: https://www.instagram.com/imagenesaereasmdp/?hl=es e imagen N°5327 de https://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/

Figura 2. Imagen aérea actual del puerto y fotografía de la década de 1920 donde se observa el interior del barrio portuario asimilable a un pueblo del Far West.

Fuentes: https://www.instagram.com/imagenesaereasmdp/?hl=es e imagen del Archivo General de la Nación  (Inventario 142901).

[1] Doctora en Arquitectura, Magíster en Intervención del Patrimonio Arquitectónico y Urbano y Arquitecta. Investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) con sede de trabajo en el Instituto de Estudios de Historia, Patrimonio y Cultura Material de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad Nacional de Mar del Plata (IEHPAC, FAUD, UNMdP). Docente de grado y posgrado dentro de la mencionada universidad. E-mail: lorenasanchezarq@yahoo.com.ar

[2] Doctora en Arquitectura y Arquitecta. Becaria Posdoctoral del CONICET con sede de trabajo en el IEHPAC, FAUD, UNMdP. Docente de grado dentro de la mencionada universidad. E-mail: arqmfo@yahoo.com.ar

[3] Existen numerosas indagaciones en este sentido procesual, con enfoques desde miradas históricas materiales, sociales y culturales, destacándose los trabajos realizados por el Mag. Arq. Fernando Cacopardo y la Prof. Eliza Pastoriza, entre otros autores y autoras.

Los circuitos económicos de la pesca y la intermediación financiera en Mar del Plata

Derlis Parserisas

Dra. en Geografía

IGEHCS-CONICET-UNCPBA/CIG-FCH-UNCPBA

Cuando nos referimos a la ciudad de Mar del Plata e indagamos acerca de su papel en el contexto histórico regional y nacional, identificamos que la actividad turística, la industria textil y la pesca, se destacan entre las principales actividades de su economía urbana. Asimismo, el desarrollo de esas actividades ha involucrado necesariamente la intermediación de las finanzas en su funcionamiento. Esto implica que la circulación de dinero es prácticamente inherente a la realización de esas formas de trabajar y de producir, ya sea en forma de préstamos y/o de créditos, a través del pago de salarios mediante bancos o pagos de mercadería con dinero en efectivo o electrónico.

El principal puerto pesquero de Argentina se localiza en Mar del Plata. La pesca históricamente ha estado presente en la organización del espacio marplatense siendo responsable de generar flujos de producción y circulación en la región y en la escala internacional. Constituye una de las especializaciones territoriales productivas en la ciudad que es permeada por las finanzas. Sin embargo, podemos reconocer que existen diferentes formas de organización en la actividad pesquera, es decir, que no todos los actores involucrados tienen las mismas posibilidades de organización. Se pueden diferenciar dos circuitos económicos de la pesca, según los grados de capitales e inversiones que realizan, según las formas de organización del trabajo y en función del uso de tecnologías o innovaciones. Desde esa perspectiva podría reconocerse un circuito superior de la pesca vinculado a las grandes empresas responsables de todas las fases de la producción y, por otro lado, un circuito inferior integrado por las embarcaciones pequeñas y pescadores artesanales. La identificación de dos circuitos económicos permite comprender cómo en una misma rama de actividad existen distintas formas de organización y de usos del territorio. Aunque ambos circuitos, son interdependientes, se relacionan entre sí y son explicativos de los dinamismos de la economía urbana.

Las principales características que definen a las empresas del circuito  superior de la pesca son  el  grado  de  capitalización  y  la capacidad  de  realizar  innovaciones  tecnológicas  así  como  las  formas  de organización del trabajo. Esas firmas, además, se vinculan con las finanzas a través de las posibilidades de acceso a dinero bancarizado para el financiamiento de inversiones productivas, acceso a préstamos, adelantos en cuenta corriente y, mediante intermediación bancaria, para el pago de salarios.

En nuestra investigación realizada durante los años 2016 y 2017, una de las firmas entrevistadas, Solimeno, centralizaba la actividad productiva en dos grupos: por un lado, el trabajo en tierra que comprende a los barcos fresqueros y el procesamiento y, por otro lado, tienen un sistema que  consiste  en  la  pesca  y  procesamiento  a  través  de  barcos congeladores, donde se procesa todo a bordo y la mercadería viene preparada para su exportación. Esa capacidad técnica y organizacional de la empresa también implica el aprovechamiento de la capacidad de producción de las fábricas en tierra. Una parte  importante  de  la  mercadería  que  traen  los  barcos  congeladores  es  procesada en las plantas en tierra con el propósito de hacer productos más elaborados. Esa firma tiene dos líneas importantes de procesamiento de productos empanados: hamburguesas de pescado y bastones de merluza, se trata de productos pre-fritos y congelados preparados directamente para el consumo.

Es interesante mencionar que la empresa Solimeno no terceriza su actividad productiva, sino que todo el proceso se realiza en sus plantas de procesamiento en tierra y en los buques congeladores. Sin embargo, esta empresa se vincula con los actores del circuito inferior de la pesca, ya que algunas embarcaciones costeras pequeñas les venden sus capturas. Esa relación da cuenta de los nexos y las dependencias que existen entre los circuitos de la economía urbana.

La lógica corporativa está presente en la organización espacial de las empresas del circuito superior. Es decir que controlan la circulación de sus productos mediante el transporte vial, ferroviario y fluvial. Por ejemplo, usan la red vial para la distribución de sus productos en el mercado interno. Pero también el puerto y los sistemas de ingeniería asociados resultan fundamentales para la comercialización internacional. La vida de relaciones comerciales establecidas a partir de un punto de cristalización urbana como es el puerto, se extiende hacia comercios y puntos de venta, oficinas y bancos con presencia en la ciudad, pero con escalas de actuación regional y global.

Los flujos de mercaderías generados en torno al puerto de Mar del Plata permiten relaciones comerciales en el mercado internacional no sólo por parte de las empresas pesqueras sino también por firmas del circuito superior de otras ramas instaladas en ciudades de la región. Por ejemplo, la empresa canadiense McCain, cuya fábrica está instalada en la ciudad de Balcarce a 70 km. de Mar del Plata, desde el año 2016 comenzó a exportar a través del puerto de Mar del Plata quince contenedores por mes, cuyo destino principal es Brasil.

Es importante señalar que en las empresas del circuito superior de la pesca aproximadamente el 80% del pescado tradicional se comercializa en el mercado externo. Sin embargo, el 90% de los productos empanados elaborados (congelados que se pueden comprar en pollerías o granjas) se destinan al mercado interno. Lo cual explica también los cambios en los hábitos alimentarios de la población, en un contexto de aceleración y de consumo de comidas rápidas.

En la organización de la producción y comercialización de las empresas pesqueras del circuito superior la intermediación financiera es necesaria, fundamentalmente a través del servicio de “prefinanciación de exportaciones”.  Se trata de un servicio que brindan los bancos para el comercio exterior. Son préstamos en moneda extranjera otorgados con anterioridad al embarque de las mercaderías a ser exportadas, para financiar el proceso productivo y de acondicionamiento de las mismas. Otros servicios financieros que utilizan las grandes empresas son los préstamos para inversiones productivas, por ejemplo, para la compra de bienes de capital. Aunque son empresas que tienen posibilidades de financiarse con capitales propios.

En cambio, en Coomarpes (Cooperativa Marplatense de Pesca), otra de las empresas entrevistadas, señalaron que, además de las prefinanciaciones, se utiliza el préstamo bancario para realizar inversiones productivas. El banco Credicoop y el Banco de la Provincia de Buenos Aires son los que otorgan los principales préstamos. Asimismo, las grandes empresas realizan el pago de salarios a través de bancos. Por ejemplo, el convenio de pago de salarios, en las empresas entrevistadas, se realiza con los bancos privados Santander, Patagonia y Credicoop.

Otra condición de las grandes empresas pesqueras es que cumplen con normas de producción globales y nacionales necesarias en sus procesos de producción y exportación. La firma Solimeno, cumple con las normas Hazard de alimentación, que son aplicadas por Estados Unidos y la Unión Europea.

Además, existen normas nacionales como las del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA). En las instalaciones del puerto funciona uno de los centros regionales de este organismo que controla las exportaciones de materias primas y la producción destinada al mercado interno.

Podemos reconocer otras formas de organización en el circuito de la economía urbana pesquera, por ejemplo, las denominadas “lanchas amarillas” con asiento en el puerto marplatense. Se trata de actores de la misma rama de actividad, la pesca, pero que poseen otras formas de organización y menor grado de capitalización que las grandes empresas, que podemos identificar como el circuito inferior de la pesca en la ciudad.

Una forma posible de identificar estas otras formas de trabajo pesquero es a través del tamaño de las embarcaciones. Las “lanchas amarillas” componen la flota costera menor y comparten el puerto de Mar del Plata con las demás embarcaciones pesqueras de mayor tamaño. Esas lanchas no han sufrido grandes modificaciones desde que fueron fabricadas, algunas hace más de 60 años y de acuerdo a su tamaño tienen una capacidad para embarcar entre 3 y 7 tripulantes. La mayoría de las embarcaciones está fabricada en madera y la capacidad de una lancha en un día de pesca es de 30 cajones, de aproximadamente 40 kilos cada uno.

Sin embargo, esta forma de organización del trabajo en la flota costera afronta diversos problemas en su existencia y organización. Uno de ellos que las lanchas amarillas, desde hace algunos años, deben competir con la flota de fresqueros de altura, los cuales tienen mayor capacidad de almacenamiento y estas flotas más grandes capturan mar adentro las especies que históricamente eran exclusivas de las “lanchas amarillas”. Se trata de uno de los motivos por los que ha disminuido la participación relativa de las lanchas amarillas en las capturas de los últimos años.

Hacia el año 2016 uno de los conflictos que se visibilizaba en el puerto y en la zona comercial aledaña era la obligatoriedad para todas las flotas pesqueras de que instalasen un sistema de posicionamiento satelital – conocido como Monpesat –,“a través del que se controlaría que no naveguen a un radio de más de 15 millas con epicentro en el Puerto de Mar del Plata y que no estén fuera más de 24 horas. Si bien la resolución tiene varios años, históricamente, a la flota amarilla se la venía exceptuando. De no lograr un paraguas para la actividad artesanal, «pasarse» de las 15 millas significaría para cada embarcación, tener que pagar una multa, pero mantenerse dentro de ese límite equivale a no tener qué pescar” (Diario La Capital de Mar del Plata, 2016). El establecimiento de esa normativa sin duda contribuyó a profundizar la situación compleja de estas embarcaciones costeras. Para el año 2020 solo quedaban 15 embarcaciones de ese tipo y, en enero de 2024, solo sobreviven 12 lanchas amarillas.

Figura 1. Visibilización del conflicto de las lanchas amarillas en el puerto y zona comercial, Mar del Plata, 2016

 

Fuente: fotografía de la autora, 2016.

El acceso a préstamos, como el financiamiento productivo con dinero bancarizado, es fundamental para los todos actores de la actividad pesquera. Sin embargo, se trata de algo complejo para los pescadores de la flota costera menor quienes deben utilizar otros mecanismos de financiamiento para su actividad, por ejemplo, para el abastecimiento de combustible. En las entrevistas realizadas los pescadores contaron que la empresa proveedora de gasoil, localizada en el puerto, financia el pago del combustible a las embarcaciones más pequeñas. Los pescadores propietarios tienen la posibilidad de entregar cheques como parte de pago y luego pagar el resto cuando concretan la venta de los pescados.

En cuanto a las ventas, algunos de los propietarios de embarcaciones de la flota costera venden sus capturas a empresas del circuito superior. Uno de los entrevistados, propietario de un barco mediano, vende sus capturas a frigoríficos de la ciudad, entre los que se encuentran, por ejemplo, Solimeno.

El papel de los intermediarios comerciales es central para completar el circuito espacial de producción de la flota costera menor, a la que pertenecen las lanchas amarillas. En Mar del Plata, la Cooperativa Marplatense de Pesca (Coomarpes) cumple un rol clave en la comercialización de la pesca procedente de las lanchas amarillas. La actividad principal es la administración de embarcaciones pesqueras, es decir, la empresa nace con esa finalidad bajo la figura de una cooperativa. Por otro lado, también realiza la comercialización e industrialización de la pesca. Esta segunda actividad es la que económicamente tenía más importancia al momento de la entrevista. El entrevistado, responsable del sector contable de la empresa, señala que se diferencian del resto de las cooperativas. Coomarpes es una cooperativa que tiene empleados contratados, y sus asociados son pescadores (son alrededor de 100 socios) que no tienen ningún tipo de régimen de relación de dependencia. Aunque no todas, muchas de las lanchas amarillas que están en el puerto son socias de la Cooperativa. Con respecto a los tipos de embarcaciones, en el año 2016, un 60% de los asociados tenían lanchas amarillas artesanales, los otros poseían lanchas más grandes.

Las embarcaciones asociadas a Coomarpes pueden realizar funciones de comercialización y también utilizar servicios ofrecidos por la empresa. Por ejemplo, se puede realizar en sus instalaciones parte del proceso de industrialización: fileteado, congelado, preparación y empaque para la comercialización a través de la exportación o en el mercado interno.

A partir de la flota costera, fundamentalmente la representada por las “lanchas amarillas”, y de las embarcaciones de altura y los buques procesadores-congeladores reconocemos que existen diversas formas del trabajo pesquero que coexisten en el territorio. Son distintas formas de organización del trabajo y de comercialización que se realizan de acuerdo a los diversos grados de capitales y usos de tecnologías y acceso al dinero como forma de financiamiento. Esas formas de trabajar, en algunos casos, se relacionan y se complementan entre sí. En otras situaciones, se profundizan las diferencias y ello implica mayores dificultades de subsistencia también, como es el caso de la flota costera menor representada por las lanchas amarillas del puerto de Mar del Plata.

Los circuitos económicos de la pesca -el superior como el inferior-, en su existencia unitaria son explicativos del fenómeno urbano y de la actividad pesquera. Ambos circuitos dan cuenta de las diversas formas de organización de esta actividad que, históricamente, ha tenido un rol central en la idiosincrasia y en la cultura de la ciudad a lo largo de sus 150 años de vida.

Apuntes de Población y Registros Urbano Territoriales en Mar del Plata y el Partido de General Pueyrredon (PGP). Desafíos y oportunidades en un aniversario para recordar

Mag. Marisa Sagua – IHAM FAUD UNMDP

El interés que subyace a esta presentación, coincidente con tiempos significativos para la ciudad de Mar del Plata (MDP), a 150 años de su fundación, procura un breve recorrido por algunos de los temas claves que dan cuenta de esta ciudad en términos socio territoriales, desde donde es posible observar una serie de rasgos que tensionan entre sí y plantean desafíos a la vez que oportunidades para un desarrollo territorial sostenible y al bienestar de las personas. Con los primeros datos definitivos del censo de Población, Hogares y Viviendas del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) 2022 publicados a nivel de partido; el aporte de los estudios temáticos a nivel local, y el marco que brinda la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas, en particular el ODS 11, es posible sobrevolar algunas aristas que refieren actualmente a nuestra ciudad.

En primer lugar, reconocer la dinámica y estructura de la Población, en tanto el volumen, el ritmo de crecimiento y la composición son factores estrechamente vinculados entre sí y de suma importancia, más aún en su distribución espacial, ya que condicionan distintos hechos sociales, en materia de salud, educación, seguridad social, vivienda, posibilidades de empleo, y también procesos como el de urbanización y sus implicancias, que demanda particular atención y seguimiento en el contexto actual.

En segundo lugar, identificar los atributos sobre Vivienda y Hogares en el PGP, aportan sobre el número y la variación intercensal de viviendas, así como sobre el acceso a los servicios básicos y el saneamiento, permitiendo reconocer los sectores de mayor y menor dinamismo en el territorio, tanto como  los más deficitarios y de alta vulnerabilidad social.

En tercer y último lugar, observar la conjugación de estos atributos en los procesos de crecimiento de la ciudad, particularmente en la caracterización del proceso de expansión urbana que vive MDP en el PGP reconoce condiciones actuales que distan de la sustentabilidad urbana territorial.

Mar del Plata como cabecera del Partido de General Pueyrredon– un partido con población eminentemente urbana- concentra más del 95% de población del distrito, y en el resto del mismo, se reúne población agrupada en localidades y población dispersa en el ámbito rural.

Los resultados definitivos del INDEC 2022, arrojan un total de 667.082 habitantes en el PGP – cifra superior a la población de 8 provincias del país, y cuarto como distrito a nivel provincial. En cuanto a la composición de la población por lugar de nacimiento, casi 8 de cada 10 refiere a población nacida en la Provincia de Buenos Aires y según el sexo registrado al nacer el 52,5% son mujeres y 47,5% son varones.

La edad mediana de la población del PGP va en aumento respecto de censos anteriores, y hoy es de 37 años, lo que se asocia a una mayor esperanza de vida, y consecuentemente al envejecimiento de la población. Uno de los indicadores vinculado con esta condición es el creciente porcentaje de población de 65 años y más (15,7%); y más específicamente el porcentaje de población de 80 años y más que alcanza un 3,8%, siendo en ambos casos superiores al valor provincial. El índice de envejecimiento, que relaciona el grupo de 65 años y más por cada 100 personas de 0-14 años, evoluciona de manera creciente en el PGP desde los años 1980, y alcanza en la actualidad un 85%, entre los más elevados de la provincia. Junto con la mayor proporción de adultos mayores, la caída de la fecundidad y el descenso en las tasas brutas de mortalidad constituyen factores explicativos de los procesos mencionados.

En cuanto a la variación relativa intercensal de población en 2022-2010 del distrito, se observa tan solo un incremento de 7,8%, con ritmo descendente en la evolución desde los anteriores períodos intercensales del PGP. Es notorio el valor por debajo del nivel provincial (12,2%) y de los partidos que constituyen su área de influencia inmediata, situación que amerita indagar en las causales de tales tendencias.

Los datos seleccionados de viviendas y hogares en el PGP, arrojan para el 2022 un total de 342.942 viviendas particulares, de las cuales 256.657 están habitadas (74,8 %), y ocupadas por un total de 259.623 hogares.

La población en viviendas particulares representa el 99% de la población del PGP y el porcentaje restante habitan viviendas colectivas (6.275 personas) y en situación de calle (238 personas).

Las condiciones habitacionales de la población del PGP en viviendas particulares son buenas de acuerdo con los guarismos generales: en agua y saneamiento la procedencia de agua por cañería dentro de la vivienda alcanza el 98% y la provisión de agua por red pública un 91%, mientras que la población con desagüe a cloaca alcanza el 85%. Son todos valores por encima del nivel provincial, el cual registra un 94%, 74% y 55% respectivamente

El principal combustible para cocinar en el PGP es el gas de red, utilizado por el 73% de población en viviendas particulares, y sólo un 21% del total usa gas de garrafa. Lo que también demuestra un mejor posicionamiento del partido respecto de la provincia, la que alcanza un 56% y 38% respectivamente en las variables mencionadas.

La población con buenos materiales en techos y pisos con revestimiento, alcanza el 76% y 93% a nivel local, mientras que a nivel provincial arrojan cifras menores (68% y 84%) respectivamente.

En cuanto al régimen de tenencia, la estadística en el distrito indica que el 65,4% de la población vive en vivienda propia y el 21,5 % es vivienda alquilada. Se trata de valores que son inferior y superior a la provincia, con registros de 69,9% y 16,4% respectivamente. Y en cuanto a la población en vivienda particular cuyos hogares tienen celular e internet alcanza el 94% algo superior que la provincia (93%).

Aun cuando los valores generales presentados muestran condiciones más favorables a nivel de partido que a nivel provincial, la distribución en el territorio de los atributos mencionados da cuenta de una complejidad signada por fuertes disparidades cuanti-cualitativas en términos sociales, socioeconómicos, ambientales y habitacionales, que se traducen en configuraciones espaciales del habitar de la población y de los hogares con marcadas brechas, distantes de un desarrollo sostenible.

Siendo la más elevada de los partidos del sudeste provincial, la densidad poblacional del PGP, con unos 456,2 habitantes por km2, muestra su mayor concentración en la ciudad de Mar del Plata, con un gradiente descendente desde las áreas centrales hacia los bordes ejidales y resto del partido. Cabe mencionar además que las áreas centrales concentran la mayor proporción de adultos mayores del distrito, y se reduce hacia las áreas periféricas de la ciudad, en favor de grupos etarios más jóvenes. En cambio, en las localidades del interior del partido la proporción de adultos mayores es variable, respecto del grupo en edad activa (15-64 años) y los niños/as (0-14 años).

Contrariamente al comportamiento de la densidad poblacional, la variación porcentual poblacional entre 1991-2001-2010 es baja o negativa en las áreas centrales de Mar del Plata e incrementa hacia los bordes ejidales, particularmente en las localidades menores, vinculadas a los ejes de ruta 11, 2, 226, y 88 (Sabuda, 2018). De esta manera se advierte una distribución y redistribución ocasionada por distintas motivaciones que resignifica a los espacios de la periferia urbana y el periurbano  de la ciudad de Mar del Plata, en el que se destacan las localidades del interior con diferenciales en las  condiciones de vida.

En referencia al crecimiento urbano, el aglomerado Mar del Plata-Batán integra el conjunto de los 33 grandes aglomerados urbanos (GAUs) de Argentina, que reúnen las tres cuartas partes de la población del país, ciudades en las que se advierte una dinámica de expansión inadecuada según los resultados de los estudios de Lanfranchi et al. (2018), para el período 2006-2016. Con un incremento poblacional por debajo del crecimiento de las áreas urbanas, la expansión responde preponderantemente a demandas habitacionales de diversos sectores sociales, connotado este proceso por expresiones de inequidad, ineficiencia e insostenibilidad. Tal es la situación en cuanto a la incidencia sobre los servicios ecosistémicos, en términos de producción de alimentos, recarga de acuíferos, control de inundaciones, y otras situaciones que claramente tienen implicancias sociales y ambientales adversas. En el caso del aglomerado urbano Mar del Plata Batán, se observó un crecimiento medio para el período mencionado y algo más equilibrado entre ambos crecimientos, donde los ejes viales de expansión fueron claves en la evolución del área urbana dentro del PGP.

Los usos de suelo, que explican mayoritariamente la expansión en MDP-como en el resto de las GAUs- son de tipo residencial, ocupando en el aglomerado el 91% de la 1.242 has. de expansión explicado por las urbanizaciones cerradas (31%), residencial extraurbano con más de 500 m2 (30%) y urbano (23%), seguido por uso industrial agrupado, equipamiento y comercios con valores muy inferiores. De esta manera, tal como mencionan los autores del estudio, se destaca que la superficie expandida se destina a sectores medios-altos y altos (61%), tanto en urbanizaciones cerradas que se localizan en el sector sur de la ciudad y residencial extraurbano de amplia superficie, asociado a los distintos ejes viales. El siguiente gráfico ilustra los comentarios precedentes.

Fuente: elaboración basada en  Lanfranchi et al. 2018

Estudios más recientes del crecimiento por expansión en Mar del Plata, muestran la complejidad de los ámbitos periurbanos, con clara tendencia de cambio poblacional y habitacional, junto a actividades que definen nuevos usos del suelo y espacios residenciales, a un ritmo acelerado y caótico que deviene en tensiones y conflictos socio ambientales, desafiando permanentemente la posibilidad de implementación de las políticas públicas vinculadas al ordenamiento y la gestión territorial. Desde ese marco, el análisis de Zulaica et al 2023, sobre el crecimiento urbano de Mar del Plata define distintas zonas desde los ejes viales arriba mencionados en base a la variación porcentual de viviendas entre el Censo PHyV 2010 y Precenso de Viviendas 2020- en donde se reconoce que la ruta costera 11  hacia el Norte  junto con el Corredor Sur  (Chapadmalal  y el Marquesado) han alcanzado el mayor incremento de viviendas– en torno al 90%-,  seguido por el Camino Viejo a Miramar y la Ruta 11 Sur (contigua el ejido urbano) con valores significativos también. Por otro lado, la ruta 226 y la autovía 2 presentan un incremento que promedia el 50%, en tanto que el ejido urbano y la ruta 88 han tenido los incrementos menores (con un 15 y 21% respectivamente).

El análisis de las actuales dinámicas se nutre también de los estudios de Ferrando, et al. (2022) en los asentamientos poblacionales del frente costero del PGP, a lo largo del eje 11, con la incorporación de variables que permiten observar un comportamiento diferenciado en sus tramos norte, centro y sur.

Para concluir, estas notas pretenden ser una invitación a observar y repensar- con una mirada amplia en MDP y el PGP- los sentidos e intensidades con que se conjugan las dinámicas demográficas, habitacionales, urbanas, ambientales, en tanto reflejan múltiples disparidades en la construcción de procesos socio territoriales. En efecto, se reconocen entre permanencias y novedades, múltiples tensiones y conflictos, a la vez que desafíos y oportunidades. En ese sentido, se busca avanzar sobre instancias diagnósticas y propositivas basadas en la triangulación de fuentes actualizadas y verosímiles, articulando instrumentos de planificación, de gestión, normativos, de monitoreo, participativos y otros,  en sintonía con los fundamentos que sostiene particularmente  el ODS 11 de Naciones Unidas, tendientes a una ciudad más inclusiva, segura, resiliente y sostenible,  desde la reunión de evidencias  cuanti-cualitativas para definir políticas públicas que se orienten y contribuyan con las metas del enfoque considerado.

Fuentes:

Ferrando, L., Sagua, M., Ares, S. (2022) ¿Cómo crece el Eje 11? Estudio de la reciente dinámica poblacional y habitacional en la franja costera de los Partidos de General Pueyrredon y Mar Chiquita (2001-2020). Caminos Geográficos, (3), 27-51. ISSN: 2718-7772. https://gespyt.wixsite.com/gespyt/caminos-geogr%C3%A1ficos

Lanfranchi, G., Duarte, J., Granero, G. (2018) La expansión de los Grandes Aglomerados Urbanos argentinos CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento. Buenos Aires.

Sabuda, F. (2018). Aspectos territoriales. Segundo Informe de Mar del Plata entre Todos: Monitoreo Ciudadano. Para saber qué ciudad queremos, necesitamos saber qué ciudad tenemos. 1ra edición Buenos Aires.

Zulaica, L., Canestraro, M., Mujica, C. (2023). La expansión urbana de Mar del Plata. Análisis de algunos datos recientes sobre dinámicas socio territoriales y demográficas. Cuadernos del ISTeC N°2. Mar del Plata

 

Las migraciones en el poblamiento de Mar del Plata en sus 150 años de vida (1874 – 2024)

Dra. Patricia Iris Lucero

 

Mar del Plata es una ciudad joven en el contexto de ciudades del mundo. Sin embargo, sus 150 años desde la fundación oficial el 10 de febrero de 1874 hasta el 2024 nos desafía a revisar un pasado lejano para la experiencia de vida de sus habitantes de hoy. Felizmente contamos con pistas que nos remiten a la historia pasada e incipiente de la ciudad, así como a los acontecimientos contemporáneos a las generaciones maduras y jóvenes de los tiempos actuales.

En el primer censo nacional argentino, en 1869, Mar del Plata apenas brillaba como un puerto marítimo correspondiente al amplio Partido de Balcarce, integrado entonces por este, más los futuros partidos de General Alvarado y de General Pueyrredon en el contexto de la provincia de Buenos Aires. En aquel recuento la población total alcanzaba los 1.193 habitantes permanentes. Ya para el momento del segundo censo nacional argentino, en 1895, nuestro partido estaba creado, en 1891, y se había producido la separación del vecino del sur (General Alvarado). Por tanto, podemos ofrecer un registro particular de 8.175 personas residiendo en el territorio del municipio recientemente constituido.

El último censo nacional argentino, el onceavo de la serie, en 2022, arrojó un total definitivo de 682.605 pobladores en el partido de General Pueyrredon, lo cual ha significado una respuesta inesperada para las estimaciones informales que circularon en los años previos y se acercaban en algunos casos al millón de residentes, pero que continúa ubicando a esta jurisdicción en la categoría de aglomeración de tamaño intermedio grande de más de 500.000 habitantes (Vapñarsky y Gorojovsky, 1990), al observar a su ciudad cabecera que concentra una cantidad superior al 95 % de la población distrital.

La diferencia en el tamaño demográfico transcurridos los 150 años de eventos singulares en la conformación del espacio geográfico local, se produjo merced a los aportes migratorios que, en determinados períodos, superaron la contribución vegetativa o natural, es decir, al balance entre los totales de nacimientos y defunciones registrados entre los censos sucesivos.

Unas estimaciones indirectas de estos procesos indicaron la participación del saldo migratorio, o sea, la diferencia entre los ingresos y los egresos de pobladores, en una proporción del 71,7 % sobre el incremento total entre 1947 y 1960 (ver Figura 1). Sin lugar a dudas, esta fase del poblamiento local fue la más intensa, pues convocó a migrantes internos y externos, en el contexto de una etapa económica industrialista y urbanizadora nacional, y con el auge del turismo que alcanzó a las clases medias y trabajadoras (Cacopardo et al, 2001), derivando en el crecimiento de la construcción, de las manufacturas textiles y alimenticias, y las actividades terciarias de soporte para esa movilidad social y económica profunda en ciernes. La contribución de pobladores originarios de otras coordenadas geográficas continuó siendo intensa en la década de los años 1960 y 1970.

Figura 1. Partido de General Pueyrredon: Estimación de la Migración Neta para los períodos intercensales entre 1947 y 2022.

Año censal

Población

Total

Incremento Absoluto

Cambio

Natural

Migración

Neta*

Participación sobre el incremento total
1947 123.811 101.013 28.555 72.458 71,7 %
1960 224.824 92.620 30.959 61.661 66,66%
1970 317.444 116.716 46.071 70.645 60,5 %
1980 434.160 98.685 60.589 38.096 38,6 %
1991 532.845 31.211 53.141 -21.930 -70,3 %
2001 564.056 54.933 35.010 19.923 36,3 %
2010 618.989 63.616 20.518 43.098 67,7 %
2022 682.605

*El valor de la Migración Neta (MN) se estimó con la siguiente fórmula (Naciones Unidas, 1972): MN= Incremento Absoluto – Cambio Natural; donde Incremento Absoluto= Población Final – Población Inicial; Cambio Natural= Nacimientos – Defunciones, en cada período considerado.

Fuente: Período 1947-1991, Lucero (1992: 40) y Lucero (2004: 48). Período 1991-2010, Lucero (2022: 175). Período 2010-2022, elaboración personal sobre datos censales definitivos del Instituto Nacional de Estadística y Censos, y el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires.

Los años de 1980 mostraron un cambio particular en los flujos migratorios externos en el país, es decir, la intensificación de un proceso de emigración de nativos argentinos hacia los países europeos y americanos, debido a causas políticas y económicas. En Mar del Plata también se sintió esta transformación importante del estilo receptivo de Argentina durante un siglo del crecimiento demográfico.  Y el efecto más alarmante se estimó para la década de 1990, cuando los resultados aportaron saldos migratorios negativos en el poblamiento del distrito, demostrando una combinación de factores expulsores de los residentes del partido de General Pueyrredon, básicamente vinculados al estilo de desarrollo neoliberal de toda la etapa, que adoptó la valorización financiera como motor de la economía, y la búsqueda de nuevos horizontes para mejorar la calidad de vida, aprovechando las facilidades de los medios de transporte accesibles y las aptitudes de los nuevos sistemas de información y comunicación.

Arribados al siglo XXI, los saldos migratorios retomaron el balance positivo en nuestra jurisdicción, y de manera más intensa en la década de los años 2010. En tal sentido, cabe señalar que el cálculo de la migración neta contiene la estimación del balance natural, cuyos montos absolutos fueron disminuyendo marcadamente a lo largo de la historia del poblamiento local, dando cuenta de la incorporación de 20.518 habitantes como saldo entre los nacimientos y las defunciones entre 2010 y 2022, en el cual se puede derivar la merma en la natalidad y el envejecimiento de la estructura por edades que acrecienta el registro de la mortalidad, además de las pérdidas sufridas durante la pandemia por Covid-19 en 2020 y 2021.

Los cursos del poblamiento local resumidos en las líneas anteriores nos señalan que se ha retomado la perspectiva de antaño en el  último periodo intercensal, cuando el porcentaje de participación de nuevos residentes venidos del interior del país y del exterior estaba alcanzando al 67,7 % del cambio demográfico en el partido de General Pueyrredon.

En cuanto al origen de los migrantes internacionales, los datos censales reflejan la disminución de las corrientes migratorias en las últimas décadas del siglo XX y comienzos del siglo XXI. Aquellos contingentes de personas que llegaron de Europa, principalmente desde Italia y España, durante la Gran Inmigración del siglo XIX y la primera parte del siglo XX, que poblaron el país y acrecentaron el tamaño demográfico de Mar del Plata con mucha intensidad, han ido desapareciendo por el efecto combinado del envejecimiento de tales grupos foráneos, y por la ruptura de los procesos de intercambios tradicionales de ultramar después de la primera y la segunda guerras mundiales. En su lugar, los aportes desde el exterior se sostuvieron por la constante y acrecentada llegada de individuos oriundos de los países limítrofes con la Argentina.

El censo nacional de población de 2010 registró un total de 23.231 habitantes nacidos en países extranjeros. Entre ellos, más de la mitad, el 56,3 %, serían migrantes de toda la vida arribados en diferentes momentos históricos desde los países de América, y el 41,9 % de los residentes oriundos de Europa. Una proporción inferior corresponde a cada uno de los subcontinentes enunciados en la Figura 2. Quizás el total de personas registradas procedentes de África, 55 individuos, se verá acrecentada en el período 2010-2022 debido al arribo de migrantes senegaleses al país, en particular a la ciudad de Mar del Plata. Finalmente, un conjunto de solamente 13 personas se asentaron en el partido de General Pueyrredon con lugar de nacimiento en Oceanía.

Los migrantes de países limítrofes con la Argentina quedaron representados por 14.940 residentes, siendo los contingentes de mayor movilidad territorial en los tiempos contemporáneos, y en estrecha dependencia de las vicisitudes económicas y políticas presentes en los países hermanos (ver Figura 3). Entre ellos, un 29,1 % correspondía al pueblo chileno, el 16,3 % con lugar de nacimiento en Bolivia, y el 13,3 % procedente de Paraguay.

Lamentablemente, al cierre de este aporte no se contaba con la información del censo nacional argentino del 2022 con el nivel de desagregación que estamos comentando. Entre los resultados definitivos publicados recientemente, el informe del INDEC (2024, p.28) se señala un total de 19.944 personas nacidas en otros países enumeradas en el partido de General Pueyrredon, pero sin identificar las naciones de procedencia. Este valor está indicando la continuidad del proceso de merma en los aportes migratorios externos que se observaron desde mediados del siglo XX.

Figura 2. Partido de General Pueyrredon: Población nacida en el extranjero enumerada en el CNPHyV 2010, según grandes regiones mundiales

Fuente: Elaboración personal en base a INDEC, CNPHyV 2010, https://www.indec.gob.ar/indec/web/Nivel4-CensoProvincia-3-7-06-000-2010/ P6-D_6_357

 

Figura 3. Partido de General Pueyrredon: Población nacida en el extranjero enumerada en el CNPHyV 2010, según países de América

Fuente: Elaboración personal en base a INDEC, CNPHyV 2010, https://www.indec.gob.ar/indec/web/Nivel4-CensoProvincia-3-7-06-000-2010/ P6-D_6_357

Otro dato de interés refiere a los desplazamientos internos en el país. En tal sentido, este último recuento censal indica una cantidad de 89.994 habitantes arribados desde otras provincias, exceptuando la provincia de Buenos Aires, la cual reúne un total de 550.631 residentes que incluye los nacidos en el partido de General Pueyrredon. Esta información remite a la movilidad al interior del país que continúa siendo importante, en particular hacia las localidades urbanas de tamaño intermedio.

Desde el punto de vista de la Geodemografía, resulta ilustrativa y complementaria la observación de la distribución espacial de los pobladores marplatenses con lugar de nacimiento en países diferentes a la Argentina.

El ejercicio de la técnica de segregación espacial areal que brinda el análisis geográfico cuantitativo (Buzai, 2003), permite reconocer la concentración de los migrantes no nativos de la Argentina al interior del territorio urbano de Mar del Plata. La práctica realizada en el marco de la denominada Dimensión Étnica para el estudio del Mapa Social Contemporáneo de la ciudad (Lucero, 2021), ofreció un acercamiento a esa idea de buscar si existe o no cierta aglutinación de los residentes en base a los datos del CNPHyV de 2010 en la escala geográfica de los radios censales.

Figura 4. Mar del Plata: Índice de Segregación Espacial Areal* de los Migrantes Nacidos en Países No Limítrofes y Limítrofes, 2010

*Se aplica la siguiente fórmula para cada unidad espacial: ISEA (ab) = bi / ai  Donde, a = población total; b = población en la categoría que se desea medir; ai = población total en la unidad espacial “i”; bi = población en la categoría que se desea medir en la unidad espacial “i”.

Fuente: Lucero, 2021, p. 203 y 205.

Las configuraciones espaciales de los mapas de la Figura 4 son diametralmente diferentes. Mientras que los nativos de países no limítrofes con la Argentina se ubicaron en las zonas centrales del ejido urbano, en los barrios que conforman el área del puerto, y en enclaves sobre la costa marítima norte y sur, los nativos de países limítrofes con la Argentina eligen las zonas del borde urbano y se extienden más allá hacia los espacios rurales.

Por tanto, los residentes nacidos en Europa principalmente, se corresponden con los migrantes absolutos de antigua data en su gran mayoría, es decir, los sobrevivientes de las corrientes tradicionales de ultramar de principios del siglo XX, y en mayor proporción se trata de los contingentes ingresados en los años inmediatamente posteriores a la Segunda Guerra Mundial, cuando Argentina recibe a grupos de individuos que buscan asilo fuera de la convulsionada Europa hasta la década de 1950. En los tiempos más recientes, se suman los inmigrantes de otros países que alimentaron la diversidad étnica de la población local.

El patrón de segregación de los nativos de países limítrofes con la Argentina da cuenta de la disímil condición social y laboral de estas personas, que se destacan en la periferia urbana, en particular en la zona oeste de la ciudad sobre la ruta 226, y en el eje sur sobre la ruta 88.

A modo de cierre de este aporte, se podría decir que Mar del Plata es una ciudad estructuralmente lábil, cambiante, multiétnica y multicultural, repleta de historias alegres y tristes, un espacio geográfico en continua transformación que impide arriesgar escenarios futuros, por ejemplo, dentro de 150 años más de vida. Esos nuevos estados serán protagonizados, tal vez, por mis bisnietos, quienes tendrán nuestros registros de los aconteceres remotos que aquí les ofrecemos.

 

Bibliografía

Buzai, Gustavo (2003), Mapas Sociales Urbanos. Lugar Editorial. Buenos Aires.

Cacopardo, Fernando (Editor), Bartolucci, M.; Bruno, P.; Castro, M.; Cicalese, G.; Lado, S.; Mantobani, J.M.; Mariano, C.; Núñez, A.; Pastoriza, E.; Sáez, J.; Sisti, J.; Verón, A.L. y Zuppa, G. (2001), ¿Qué hacer con la extensión? Mar del Plata, Ciudad y Territorio Siglos XIX-XX. Alianza Editorial. Buenos Aires, Argentina.

INDEC (2024), Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2022. Resultados definitivos. Migraciones internacionales e internas. Argentina, Presidencia, enero. En línea: https://www.indec.gob.ar/ftp/cuadros/poblacion/censo2022_migraciones.pdf

Lucero, Patricia (1992), Aportes al estudio de las migraciones en el Partido de General Pueyrredon en el período 1947-1980. Tesis de Licenciatura en Geografía. Universidad Nacional de Mar del Plata. Inédito.

Lucero, Patricia (2004), “Población y poblamiento del Partido de General Pueyrredon. La combinación entre tiempo y espacio en la sociogeografía local”. En: Velázquez, G.; Lucero, P. y Mantobani, J.M. (Editores), Nuestra Geografía Local. Población, urbanización y transformaciones socio-territoriales en el Partido de General Pueyrredon, Argentina, 1975-2000. Grupo de Estudios Sobre Población y Territorio, Facultad de Humanidades, Universidad Nacional de Mar del Plata. Capítulo 2, págs. 37-76.

Lucero, Patricia (2021), El Mapa Social de Mar del Plata. Una TomoGEOgrafía Computarizada de las desigualdades territoriales contemporáneas. Mar del Plata: Editorial de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

Naciones Unidas (1972), Manual VI. Métodos de medición de la migración interna. Departamento de Asuntos Económicos y Sociales. Estudios de Población Nro.47. Nueva York.

Vapñarsky, César y Gorojovsky, Néstor (1990), El crecimiento urbano en la Argentina. Grupo Editorial Latinoamericano-IIED. Buenos Aires, Argentina.

 

Otra(s) cartografía(s) posible(s) para conocer la Mar del Plata LGBT+

Federico García Fernández[1]

Existen muchas formas de conocer Mar del Plata. La más tradicional corresponde a la Mar del Plata de sol y playa, es decir la del turismo. Para quienes residimos  aquí podemos pensar en la Mar del Plata portuaria, frutihortícola, sede de juegos deportivos, congresos, universidades, hospitales, compras. Quienes se aventuran en el análisis de estadísticas relevadas por el  INDEC sumarían otras Mar del Platas, de la vejez, la maternidad, del desempleo, la pobreza, indigencia, y la lista podría continuar. Sin embargo también existen otras territorialidades, menos estudiadas aunque sí presentes, la ciudad de las niñeces, de las vejeces, de las discapacidades, y por qué no, la Mar del Plata lgbt+.

Desde la Geografía, se intenta avanzar en entender cómo se conforman los territorios urbanos en un marco de diversidad y desigualdad, con la intención de comprender cómo son habitados, producidos y reproducidos por las sociedades. Al relacionarlo con el enfoque feminista podremos llegar a otros debates, comprensiones y explicaciones sobre los sucesos.

Este enfoque de desigualdad de acceso, de uso, de posibilidades, retoma el concepto de Bienestar Social, como forma de conocer de qué manera las personas pueden acercarse -por ejemplo- a la salud, educación, empleo, vivienda, espacio público[2]. Para así responder si, ¿Todxs tenemos Derecho a la Ciudad[3]? Este debate ha cobrado relevancia para explicar cómo se configuran diferentes áreas al interior urbano. Algunas con acceso a servicios, ocio, conexiones, empleo; mientras que otras quedan relegadas, marginadas y excluidas de la ciudad.

Desde la perspectiva feminista se avanza en cómo estas diferenciaciones entre “ciudades” al interior del mismo espacio urbano configuran relaciones desiguales de poder. Profundizando en la colectiva lgbt+, en las últimas dos décadas han logrado importantes cambios en su bienestar mediante la visibilidad, el acceso a derechos y legislaciones. Sin embargo, abundan los pendientes para un grupo históricamente marginado y violentado.

 

Diferentes territorios en un mismo espacio

En el momento actual la ciudad de Mar del Plata se podría caracterizar superpuesta  en tres procesos que avanzan en simultáneo:

  • Una primera ciudad, tradicional, patriarcal y conservadora, que busca mantener las diversidades al margen, se desarrolla con un objetivo principalmente económico, dejando de lado otros pareceres sociales sobre cómo podría ser la ciudad, que preceptos debería tener o hacia dónde debería ir el proyecto de desarrollo. Esta ciudad se impone, ordena y legitima mediante la violencia, tanto física como social.
  • Una segunda ciudad que resiste, manifiesta, lucha y logra cambios. Pensamos en personas agrupadas buscando cambiar la realidad social para configurar otras territorialidades, desde el lugar, el barrio, la cultura. Aquí no sólo se trabaja en lograr derechos, sino que se milita su presencia y sostenimiento.
  • Una tercera ciudad, la Mar del Plata deseada, donde se proyectan otros futuros posibles, no sólo se la piensa a corto plazo, es la ciudad motor de cambios, espejo de procesos que ocurren en toda la Argentina, referente en la gesta de leyes y de logros sociales.

Estas diferentes ciudades que habitan dentro del mismo espacio urbano, se yuxtaponen y cohabitan. En algunos casos podremos referenciar más a una que a otra, pero siempre se encuentran entrelazadas. Para demostrarlo seleccionamos tres ejemplos: la ordenanza de traslado de las zonas rojas de la ciudad, la señalización de las sendas del orgullo y la declaración de Mar del Plata como ciudad Incluyente. Mediante estos, se busca representar cómo las normativas municipales encuentran su correlación espacial y configuran diferentes geografías.

 

La Mar del Plata invisible

Mucho se ha hablado ya sobre la movilización de las zonas rojas en la ciudad, desde sus sectores tradicionales hacia un nuevo sector en cercanías al cementerio municipal y el predio de disposición final de residuos en la Avenida 10 de Febrero entre Cacique Chuyanyuta y Cutay. Esta problemática comenzó a tomar fuerza en la prensa desde fines de 2021 y permitió comprender las diferentes formas de concebir la ciudad.

Conforme propone la Ordenanza 25590/22[4] -Programa Zonas Seguras de protección integral a fin de promover medidas focalizadas para la prevención de la violencia y los delitos en las zonas del partido donde se ejerza la prostitución-, el trabajo sexual callejero se localiza solo en un sector urbano de 500 metros de extensión (Figura 1). Para ello se plantea el desarrollo de un operativo de sanidad, acondicionamiento urbano y seguridad en este lugar, en simultáneo, se establecen penalizaciones económicas y/o prisión para quienes no acaten.

Figura 1. Movilización de los sectores principales de oferta de trabajo sexual conforme la ordenanza 25590/22

Fuente: Elaboración personal con base en mapeos de Darouiche (2019) y Ordenanza Nº 25590/22.

El desarrollo de esta propuesta surgió como consecuencia de movilizaciones vecinales y de agrupaciones políticas en reclamo por los disturbios que se presentaban en vía pública con la oferta y demanda de trabajo sexual y la presunta venta de sustancias psicoactivas. Esto llevó al desarrollo, desde la Comisión de trabajo de Políticas Género, Mujer y Diversidad del Honorable Consejo Deliberante, de un proyecto de ordenanza que buscaba establecer zonas seguras para el ejercicio del trabajo sexual.

Esta normativa inicial es luego alterada, y transformada en la ordenanza presente al momento actual, punitiva y restrictiva para el ejercicio de una actividad que se encuentra en un ´gris jurídico´ a nivel nacional y que presenta un gran debate sobre su legalización o prohibición. Para su establecimiento se desarrollaron Audiencias Públicas y diferentes movilizaciones sociales (Figura 2), en las cuales no se pudo resolver cuál era el mejor destino para la zona roja, y donde poco espacio de debate encontraron las vecinas trabajadoras sexuales sobre la opinión de diversos vecinos frentistas que buscaban deslocalizar la actividad.

Figura 2. Segunda marcha en contra de los Transtravesticidios el 24 de septiembre de 2022 frente al palacio municipal

Fuente: Archivo fotográfico personal (2022).

Finalmente la normativa se aplicó desde mediados de 2022 y continúa vigente hasta el momento actual. En concreto produjo un proceso de desterritorialización[5] de la comunidad de trabajadoras sexuales desde sus núcleos tradicionales de trabajo hacia una nueva localización en un área compleja de la ciudad, en un espacio ajeno, restringido y acotado, que no eligieron, donde no se sienten cómodas ni seguras.

Este ejemplo permite comprender cómo parte de la comunidad lgbt+ que son quienes ejercen el trabajo sexual, principalmente las mujeres trans, continúan siendo discriminadas, marginadas y sistemáticamente excluidas. ¿Dónde podremos referir a Derecho a la Ciudad para estas personas que han sido excluidas de su propio espacio? ¿Bajo qué criterio se puede penalizar una actividad que no se encuentra normada?

 

La Mar del Plata del orgullo

El evento anual más reivindicativo y ansiado de la comunidad lgbt+ irrumpiendo en territorio es la Marcha del Orgullo LGBT+. Evento que toma como foco inicial en 1990 en la Ciudad de Buenos Aires, pero que rápidamente comienza a encontrar repercusiones en otros lugares del país. Se desarrolla en Mar del Plata desde hace XVI ediciones, y es considerada una de las más relevantes a nivel regional por su visibilidad e importancia.

Anualmente se desarrolla la marcha en un recorrido circular que surca el microcentro urbano. Inicia el evento en Av. Luro y calle Yirigoyen en el centro de la plaza principal de la ciudad, con una concentración en la cual se lee un manifiesto anual en relación a los eventos sucedidos en el periodo, hay música, artistas locales y referentes nacionales, como también representantes de diversas organizaciones.

Figura 3. XV Marcha del Orgullo Mar del Plata realizada el 11 de diciembre de 2021

Fuente: Archivo fotográfico personal (2021)

Luego se comienza a marchar como se presenta en la Figura 4, por Av. Luro en dirección al mar, por la costa hasta calle Rivadavia -importante zona comercial turística de la ciudad-, hasta Av. Independencia, para retomar de nuevo por Luro hasta el punto de inicio. En su recorrido acompaña la música y la festividad, las carrozas animan el evento y le dan otro tinte. Cuenta con una importante afluencia política de movimientos sociales, representantes estatales y de gobierno.

Figura 4. Recorrido tradicional de la Marcha del Orgullo en la ciudad

Fuente: Elaboración propia con base en salida de campo (2021)

El proceso de territorialización que tiene esta marcha desde sus inicios no es casual, sino que busca unir diferentes puntos neurálgicos de la realidad marplatense: la plaza central, el mar, la calle comercial y turística Rivadavia, la Av. Independencia y Av. Luro como arterias de conexión urbana con gran circulación vehicular y de transporte público. Este recorrido permite gran nivel de visibilización y configura una irrupción en el espacio público.

El territorio que toma la marcha se ha señalizado desde 2021 bajo la ordenanza N° 25.405 (ver en Figura 5), la cual ha permitido la colocación de huellas artísticas. Estas construyen una representación constante para la comunidad. La propuesta mediante la técnica de mosaiquismo y desde una realización autogestionada de la Comisión Organizadora de la Marcha del Orgullo, ha colocado en postes de luz diferentes tipos de banderas de la diversidad lgbt+.

Figura 5. Huellas del recorrido de la Marcha del Orgullo

FA la izquierda Av. Luro y calle Yrigoyen. A la derecha calle Rivadavia esq. calle Mitre.

Fuente: Archivo fotográfico personal (2022)

Los procesos de territorialización de estos eventos, permiten pensar en otras formas de habitar, no sólo a nivel objetivo, sino también dentro de lo simbólico de cada sujeto, las cuales hallan su materialidad en las movilizaciones y las luchas políticas en el espacio cotidiano, ponen en terreno las diversas ciudades que se quieren construir. La música, los colores, las pancartas no son casuales, se busca decir “acá estoy”, se disputa el “así quiero ser” y desde la sumatoria de esos imaginarios se teje una voz colectiva de “esta es la Mar del Plata que queremos”.

Pensar el derecho a la ciudad no es sólo una postura política sobre lograr ingresar de manera objetiva al espacio urbano, también responde a esas subjetividades que se materializan en el cotidiano, y que permiten disputar qué tipo de ciudad se desea construir, habitar, diseñar. La marcha también cumple esa función estructurante de una otra urbanización posible, y sobre todo de esos otros lazos sociales que se pueden formar.

 

Entre la ciudad amigable y la ciudad posible

En el año 2009 se sanciona la Ordenanza Nº 19130/09[6] que postula a Mar del Plata como una ciudad GayFriendly o amigable con las diversidades. En este sentido se buscaba posicionar como un espacio habitable y seguro para las diversidades, podríamos decir, con un tinte un tanto marketinero y enfocado al turismo nacional.

Muchos logros sociales -como el matrimonio igualitario (2010) o el reconocimiento a la identidad de género (2012)-, llevaron a que las organizaciones comenzaran a reflexionar sobre esta postura, que en principio fue un gran avance, pero que quedó escueta en relación a las necesidades estructurales de la comunidad. Así se comenzó a plantear que no se necesitaban espacios amigables, la necesidad es construir una verdadera estructura estatal inclusiva e incluyente.

Este debate encontró como resultado la Ordenanza N° 25501/22[7] mediante la cual se derogó la previa mencionada y se postuló a Mar del Plata como una ciudad incluyente. Esto buscó avanzar en el desarrollo de una batería de leyes que permitan el acceso real de la comunidad, una visibilización sin estigma y el acompañamiento en las trayectorias lgbt+. A partir de esto, es importante comenzar a definir algunos preceptos sobre en qué tipo de ciudad queremos vivir, cómo deseamos habitarla y qué esperamos de esta.

Sobre la dicotomía entre la ciudad iluminada y la ciudad opaca, el centro y la periferia, un avance hacia otra urbanización posible debe romper con esas lógicas, no sólo reformular el núcleo urbano, sino integrar y homogeneizar, desde una forma de pensar heterogénea y diversa. En momentos donde prima la individualización, la separación, y la diferenciación, es importante recuperar la ciudad como encuentro, diálogo, unión. Si este es el lugar donde se materializan las luchas y manifiestan las desigualdades, también puede ser donde se configuren las respuestas, nuevas formas de vivir y habitar.

Recuperando a la pensadora Marlene Wayar[8], quizás todavía no sepamos qué queremos ser, pero si podemos empezar por definir que no queremos ser, hasta tanto logremos conformar una nostedad que nos acompañe en la configuración de una Mar del Plata mejor. Si tantas personas elegimos a diario vivir en LaFeliz, es porque indefectiblemente está ciudad encuentra en nosotros un lugar de esperanza y futuro.

 

[1] Licenciado en Geografía por la Universidad Nacional de Mar del Plata. Estudiante de la Maestría en Ciencias del Territorio en la Universidad Nacional de La Plata. Becario tipo A de la Universidad Nacional de Mar del Plata 2023-2026. Adscripto desde 2020 a la Investigación en el Grupo de Estudios sobre Población y Territorio (GESPyT), Facultad de Humanidades, Universidad Nacional de Mar del Plata. Interesado en las Geografías Feministas, el urbanismo Queer, el Bienestar Social y el Derecho a la Ciudad. Contacto: garciafernandezfede@gmail.com

[2] El referente en esta concepción del Bienestar Social es David Smith en su libro Geografía Humana de 1977, quien acuña este concepto como método de estudio del espacio desde la comprensión de estos procesos que generan desigualdad al interior de las poblaciones.

[3] El Derecho a la Ciudad, desde Leslie Kern en su libro Ciudades Feministas del año 2020, permite entender cómo las personas habitan y participan en la construcción de la ciudad de forma desigual, donde género, sexo, identidad y clase son factores determinantes sobre cómo vivimos en el espacio.

[4] Promulgada el 12 de julio de 2022, tiene por objetivo “promover la creación de zonas seguras para el ejercicio de la prostitución en el Partido de General Pueyrredon”, para lo cual el departamento ejecutivo designa sectores y horarios habilitados y penaliza la actividad por fuera de estos con pena monetaria o de carcel. En los espacios excedentes a este área, desarrolla un operativo denominado “Alerta Mar del Plata” en el cual vecinos y vecinas podrán denunciar de forma anónima el ejercicio de la actividad. No establece una definición de lo que considera ejercer la prostitución u ofrecer sexo callejero. Disponible en: https://basenormas.concejomdp.gov.ar/normas/show/normas/25968

[5] Los procesos de territorialización, desterritorialización y reterritorialización son analizados en detalle cómo conceptualización teórica y práctica en el libro de Rogerio Haesbart publicado en 2011 “El mito de la desterritorialización. Del fin de los territorios a la multiterritorialidad. México: Siglo XXI.

[6] ”Declárese a Mar del Plata ciudad amigable con la diversidad sexual” promulgada el 22 de abril de 2009, tiene por objetivo desarrollar políticas publicas en conjunto para erradicar la violencia, la discriminación y garantizar los derechos de las personas de la comunidad. Trabaja desde el turismo, el comercio y los servicios. Propone desarrollar acciones en conjunto para crear un circuito de turismo GayFriendly internacional. Disponible en: https://www.concejomdp.gov.ar/biblioteca/docs/o19130.html

[7] “Declara a Mar del Plata como Ciudad Incluyente con la diversidad sexual.”  Sancionada el 5 de mayo de 2022. Busca comenzar una línea de normativas que aspiren a erradicar la violencia contra la comunidad, a la vez que garantizar la plenitud de sus derechos. Disponible en:  https://basenormas.concejomdp.gov.ar/normas/show/normas/25887

[8] Marlene Wayar es una pensadora y activista por los derechos de las personas Trans en Argentina, ha desarrollado una valiosa bibliografía, desde la cual podemos recuperar “Travesti, una teoría lo suficientemente buena” o “Furia Travesti: Un diccionario de la T a la T”. También ha sido partícipe de numerosos logros de la comunidad LGBT+.

Una encuesta sobre voto joven en General Pueyrredón. Pensar la relación entre jóvenes y política a 40 años de la recuperación democrática en la Argentina

Mariana Pozzoni

 

En el transcurso de las instancias electorales del 2023 se ha sostenido la importancia que el “voto joven” ha tenido a la hora de definir la fórmula ganadora. Los analistas se han ocupado de observar, especialmente, la aparente inclinación de los jóvenes hacia Javier Milei (véase, por ejemplo,  https://www.lanacion.com.ar/politica/el-voto-de-los-jovenes-una-clave-de-las-paso-que-se-proyecta-sobre-las-elecciones-presidenciales-nid21102023/; https://www.pagina12.com.ar/599492-que-pasa-con-el-voto-joven-y-fememnino-en-estas-elecciones-e), pero ¿Qué los movilizó a votarlo?

A continuación, se presentarán algunas reflexiones exploratorias que constituyen solo una puerta de entrada para el debate y buscan responder parcialmente a ese interrogante a partir de los resultados de una encuesta anónima distribuida mediante un formulario de google los días 14, 15 y 16 de noviembre a 186 jóvenes de entre 16 y 25 años. A su vez, antes del análisis de los datos recolectados, se propone un recorrido sobre las transformaciones de la relación entre “jóvenes y política” en los últimos cuarenta años que permite enmarcar históricamente la participación política juvenil en la coyuntura actual.

La relación jóvenes y política en clave generacional

Se parte del supuesto de que la categoría “juvenil” o “juventud” es entendida por las ciencias sociales como un concepto HISTÓRICAMENTE CONSTRUIDO, SITUACIONAL y CAMBIANTE. Es decir, las modalidades de “ser joven” han cambiado, y lo seguirán haciendo, a lo largo de la historia en función de las también cambiantes coyunturas sociales, políticas y económicas. Asimismo, son cambiantes las formas en las que las juventudes se involucraron en política a través del tiempo.

En este sentido, los aportes ya clásicos de Karl Mannheim (1928) sobre la CUESTIÓN GENERACIONAL, resultan estimulantes a la hora de pensar las transformaciones en la relación jóvenes y política a partir de la recuperación democrática en la Argentina. El sociólogo húngaro propone la existencia de una POSICIÓN GENERACIONAL que otorga ciertas potencialidades al ubicar a los individuos en un momento histórico específico que influye en su forma de ver el mundo, de pensar la realidad y que brinda una experiencia vivencial general compartida.

Si se tiene en cuenta la influencia del contexto político, económico y social, así como el recambio generacional (en parte biológico), se puede considerar que existen al menos cuatro posiciones generacionales diferentes entre el retorno democrático y la actualidad.  Cada una de ellas acompañada por una forma predominante –aunque no única- de incorporación de los jóvenes a la política.

1) La primera, podría ser identificarla en torno a la imagen del “Joven militante democrático”.

Esta etapa está caracterizada por una revalorización del ideal democrático que se inicia hacia fines de la última dictadura militar en el marco de la crisis de régimen y se consolida con fuerza durante la experiencia alfonsinista. En estos años, se produce una importante afiliación juvenil a los partidos políticos como forma de asumir la militancia.

En junio de 1984, por ejemplo, la revista Generación ’83 sostenía: “AHORA LOS NIÑOS NACERÁN CON UN ARMA BAJO EL BRAZO. Las nuevas generaciones nacerán en democracia, el arma más poderosa para defender sus verdades. Generación ’83 nace como revista, con el único compromiso de defender esa democracia” (Nº 4, junio de 1984, contratapa interna).

2) Una segunda se podría pensar bajo la figura de la “Reinvención militante” por fuera de las estructuras tradicionales de participación política

Este momento está atravesado por la emergencia de nuevas modalidades de organización colectiva y participación política juvenil por fuera de las vías institucionales: los jóvenes piqueteros y los movimientos de base territorial; la organización HIJOS; el colectivo 501 y organismos de DDHH vinculados a la denuncia contra las víctimas del gatillo fácil y la represión policial e institucional (Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional-CORREPI); las manifestaciones en defensa de la educación en el marco de la reforma educativa de los noventa que afectó a todos los niveles de enseñanza y su financiamiento, son algunos de los ejemplos que podemos citar (Vommaro y Vázquez, 2008).

3) La tercera etapa está atravesada por la “Revalorización de la participación político-institucional”.

Momento de renovada participación juvenil en movilizaciones y organizaciones político- partidarias que nutren sus ramas juveniles dentro y fuera del espacio kirchnerista (La Cámpora; jóvenes PRO). Se produce una nueva reivindicación de la política como herramienta de cambio y móvil privilegiado de acción para producir mejoras en la calidad de vida. En este sentido, la reconstrucción posterior al estallido del 2001, en un contexto de recuperación económica, contribuye a generar una confianza en el accionar del Estado como motor de un conjunto de políticas que satisfacen las expectativas de lxs jóvenes.

4) Una cuarta etapa, más difícil de caracterizar en forma precisa, que expresa una nueva crisis de representación sintetizada en el rechazo hacia “la casta” pero que, lejos de encontrar la salida en alternativas colectivas y en la lucha por la defensa de los derechos conquistados en estos 40 años de democracia ininterrumpida, se refleja en una mirada individualista y antisistema.

Para comprender la difusión de esta perspectiva individualista, debemos considerar las nuevas formas de sociabilidad que han impulsado las redes sociales y que han contribuido a cierta despersonalización al momento de emitir opiniones. La posibilidad de expresarse sin tapujos ha dado lugar al fenómeno de los “haters” que atraviesa también la clave en la que los jóvenes interpretan el escenario político. Esto, sumado a los efectos que la pandemia de COVID-19 trajo aparejados en los jóvenes en distintos órdenes: 1) la exacerbación del uso de las nuevas tecnologías como medio de comunicación privilegiado (se cree que no es casual la emergencia de la figura de Milei en ese contexto); 2) el impacto socioeconómico que profundizó la sensación de falta de oportunidades y de un horizonte posible en los marcos del Estado; 3) la situación de encierro que contrastó con hechos como el festejo de cumpleaños de la primera dama en Olivos e impactó en el nivel subjetivo, acrecentando el rechazo hacia el oficialismo.

Encuesta sobre el voto joven en General Pueyrredon

La muestra presenta ciertas limitaciones producto del recorte: está fundamentalmente circunscripta a la ciudad de Mar del Plata, aparecen sobrerrepresentados el género femenino –esto puede indicar una mayor predisposición a responder la encuesta o vincularse con algunos espacios en los circuló, como los institutos de formación docente a los que concurren mujeres principalmente-, y los jóvenes que asistieron/asisten a escuelas privadas, a la vez que muestra una predominancia de votantes de entre 16 y 18 años. No obstante, se considera que resulta significativa para dar sustento empírico a algunas impresiones

Datos recogidos:

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Algunas impresiones cuantitativas:

De 80 encuestados que votan a Milei:

  • Hay un predominio de votantes hombres que se traduce en un 55 % de ese total. Puede parecer un porcentaje equilibrado entre géneros femenino y masculino, pero si consideramos la totalidad de la muestra, los datos arrojan una clara inclinación de voto masculino a Milei: 35 mujeres sobre un total de 119 representan un 29,41%; 44 varones sobre un total de 63 representan un 69,84 %; 1 sobre 5 “otro” representa un 20 % del total.
  • Hay un claro predominio de encuestados que asisten/o asistieron a escuelas privadas votantes de Milei: 60 encuestados que representan un 75% del total de votantes a Milei.

Algunas impresiones cuali-cuantitativas del análisis de las respuestas a la pregunta “Te pido que indiques 3 razones por las que vas a votar a Javier Milei”:

La nube de palabras se creó con la herramienta Voyant Tools

  • Una primera impresión es que a la hora de justificar el voto a Milei, los jóvenes subrayan el rechazo al candidato oficialista y expresan una inclinación identitaria antiperonista y/o antikirchnerista en su elección[1].

En este sentido, la segunda palabra más utilizada en las respuestas es “Massa” con 44 repeticiones (detrás de “no” con 65), mientras que “Milei” aparece solo 20 veces. En un mismo sentido “corrupto” (5), “peronismo” (4), “peronista” (4), “peronistas” (4), “kirchnerismo” (4), “k” (4), “mentiroso” (4), “kirchnerista” (3) “corruptos” (3), “corrupción” (3), “ñoquis” (3).

  • En segundo lugar, y vinculada con la anterior, aparece la idea de búsqueda de un “cambio (26), de un gobierno “diferente” (7) y “nuevo” (6) que pueda “mejorar” (6)/ conducir a un país “mejor” (6) en el “futuro” (4).

En relación con ello, muchos de los encuestados expresan una valoración positiva de las “propuestas” (19), vale mencionar que un 75% de encuestados votantes de Milei expresó conocer su plataforma política (algo difícil de contrastar con las preguntas comprendidas en la misma).  La mayoría de las respuestas vinculadas con este punto refieren –aunque no exclusivamente- a preocupaciones económicas que se expresan con el uso de los siguientes términos: “economía” (17), “inflación” (11), “dolarización” (6), “económicamente” (3), “económica” (3), “pobreza” (3), “plata” (3), “pesos” (3).  Otras áreas en las que expresan preocupación son: “educación” (8), “libertad” (6), “escuelas” (5), “vouchers” (4), “seguridad” (4), “inseguridad” (4).

A modo de cierre

El análisis de los datos recolectados en la encuesta permite sostener que en el balotaje los jóvenes no se diferenciaron respecto de otros segmentos etarios a la hora de inclinarse por el voto a Milei, lo que entra en tensión con la idea que sostiene que el voto joven aseguró el triunfo de este candidato. En este sentido, los números del Municipio de General Pueyrredon arrojan lo siguiente: La Libertad Avanza (Milei- Villarruel) obtuvo el 56,72 % de los votos (223.162) y UxP (Massa- Rossi) 43,27 % (170.260). Se podría conjeturar que los indecisos cambiaron su opción al final, igual que lo reflejado en las en encuestas generales. A su vez, las respuestas confirman una preferencia masculina hacia el presidente electo.

Bibliografía:

Pablo Vommaro y Melina Vázquez (2008), “La participación juvenil en los movimientos sociales autónomos de la Argentina. El caso de los Movimientos de Trabajadores Desocupados (MTDs)”, en Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, Manizales, Doctorado en Ciencias Sociales, Niñez y Juventud del Centro de Estudios Avanzados en Niñez y Juventud de la Universidad de Manizales y el Cinde, vol. 6, núm. 2, pp. 485-522.

Mannheim, Karl (1993 [1928]) “El problema de las generaciones”, en Revista Española de Investigaciones Sociológicas, Nº 62, Madrid, pp. 193- 242.

[1] Vale aclarar que esta inclinación antiperonista puede estar vinculada a la instancia de balotaje en la que muchos jóvenes –y votantes en general- expresaron una opción de “descarte” motivada por el rechazo al candidato opositor.

Algunas hipótesis sobre la transferencia de votos en General Pueyrredon: entre las PASO y el BALLOTAGE 2023

 Silvana Ferreyra 

En este breve artículo, nos interesa utilizar la técnica de inferencia ecológica para explorar algunas hipótesis sobre los movimientos del electorado marplatense en las tres instancias electorales (PASO, GENERALES, BALLOTAGE). Las visualizaciones, en este caso los diagramas de Sankey, nos permitirán arriesgar algunas hipótesis.

Las técnicas de inferencia ecológica nos permiten obtener estimaciones de la conducta individual (en este caso el voto) a partir de información agregada (en este caso las mesas de votación). Si consideramos el carácter secreto del voto, las mesas de votación son el mayor nivel de desagregación al que podemos acceder para datos oficiales. Para realizar el análisis utilizaremos un modelo estadístico desarrollado por el cientista político Gary King (Universidad de Harvard), quien elaboró una propuesta que logró superar las limitaciones de las estimaciones anteriores y obtener un amplio consenso científico.

Los ejercicios de transferencia de votos a nivel nacional en esta elección han confirmado lo que ya sospechábamos: Milei ganó el ballotage al sumar una parte mayoritaria de los votantes que se habían inclinado por Bullrich en las elecciones generales.  Las miradas que compararon PASO con ballotage, encontraron nuevamente que el voto a Bullrich se transfirió de manera completa y el de Larreta, aunque derivó algunos votantes a Massa y otros al voto en blanco, se decidió masivamente por Milei. (Véase https://www.pagina12.com.ar/elecciones-argentina-2023 )

Los analistas repiten una y otra vez “las matemáticas no fallaron”. Pero ¿qué pasa cuando miramos las transferencias entre elecciones municipales (PASO y GENERALES) y el ballotage? Por un lado, estos análisis nos permiten atender a los cruces entre dos elecciones (GENERALES Y BALLOTAGE) que resultan decisivas para la elección de cargos municipales y nacionales, respectivamente. A la vez, la elección municipal tiene la peculiaridad de incluir la opción legislativa y ejecutiva en la misma boleta, lo que podría evitar la polarización entre las opciones más competitivas que es habitual en los comicios para gobernador o presidente.

Diagrama 1. Transferencia de votos entre elecciones municipales PASO en MGP y BALLOTAGE presidencial en MGP 2023

Para visualizarlo en otra ventana https://observatoriopolitico.com.ar/wp-content/uploads/2023/12/grafico1_paso_bal.html

Diagrama 2.Transferencia de votos entre elecciones municipales PASO en MGP, elecciones municipales  y BALLOTAGE presidencial en MGP 2023

Para visualizarlo en otra ventana https://observatoriopolitico.com.ar/wp-content/uploads/2023/12/grafico2_paso_gen_bal.html

Notas: Los diagramas de Sankey muestran el caudal de votos de cada candidato/a para diferentes elecciones y el grosor de los flujos intenta cuantificar el peso electoral de esa transferencia. La base de datos de resultados fue extraída de SocialStats (https://socialstats.la/archivos/argentina/elecciones/) y el modelo de Gary King fue aplicado gracias a una adaptación del código elaborado por Ernesto Calvo para R (https://www.dropbox.com/s/05wlfh88mxtl5jo/Codigo%20y%20Data%20Transferencias%20PASO-General%20para%20R-2019.zip?dl=0). Se excluyeron mesas de extranjeros para comparar las mismas 1643 mesas en las tres elecciones. Los ausentes se consideran en todos los casos, aunque no siempre se incluyen en las visualizaciones.

 

  • El triunfo de Montenegro (JXC) como intendente de General Pueyrredón se habría obtenido más por la afluencia de nuevos votantes a los comicios generales que por transferencia de votos desde el candidato de La Libertad Avanza, Rodolfo Demaio.

 

  • Los votantes de Montenegro en la elección general se inclinaron mayoritariamente por Milei en el ballotage, aunque un porcentaje también importante optó por no asistir al comicio.

 

  • Los votantes de Mauregui (FIT) en las elecciones generales se habrían inclinado por Massa (UXP) y el voto en blanco en iguales proporciones durante el ballotage.

 

  • El gráfico 1 muestra que alrededor de un 20 por ciento de los votantes de Demaio en las PASO habría votado a Massa en el ballotage. Las transferencias que vemos en el gráfico 2 hacen difícil seguir el recorrido de esos votantes, salvo si también consideramos  aquellos que eligieron a Raverta (Encuentro Marplatense) o se canalizaron a través del voto en blanco en las generales. Para confirmar este supuesto sería necesario contrastar con estimaciones obtenidas mediante encuestas y otras mediciones de opinión. Sin embargo, si consideramos que algunos de los integrantes de las listas a concejales de La Libertad Avanza habían formado parte del Frente Renovador (que llevo a Massa como candidato a presidente en 2015), la afirmación puede volverse más consistente.(véase https://observatoriopolitico.com.ar/los-mismos-de-siempre-una-mirada-a-los-precandidatxs-a-concejal-y-consejero-escolar-en-general-pueyrredon-2015-2023/) Asimismo, si nos basamos en un ejercicio anterior, una parte del voto vinculado a Pulti en 2019, que se habría orientado hacia LLA en las PASO 2023 (https://observatoriopolitico.com.ar/un-ejercicio-sobre-transferencia-de-votos-en-general-pueyrredon-entre-2019-y-2023/), podría haber optado por Massa en el ballotage. En todo caso, parece bastante plausible que los votos que permitían crecer el volumen electoral de la candidatura de Massa, estaban entre los votantes originales de Milei antes que en el electorado que quedo “huérfano” de candidatura tras las generales.

 

En definitiva, el caso analizado muestra que las transferencias de voto entre elecciones locales y nacionales, aunque en ocasiones pueden resultar transparentes o “matemáticas” e incluso pueden parecer orientadas por las dirigencias, en otras oportunidades (probablemente la mayoría) resultan mucho más complejas y difíciles de anticipar.[1] Identidades políticas, lógicas oficialismo/ oposición; pero también lealtades vecinales y acuerdos locales explican las coaliciones y las activaciones territoriales en las distintas instancias electorales.

[1] Para seguir profundizando el análisis recomendamos la lectura de Marcela Ferrari “¿Massa y Kicillof sí, Raverta no? Acerca del voto a Unión por la Patria y Encuentro Marplatense en el Partido de General Pueyrredón” Disponible en https://observatoriopolitico.com.ar/massa-y-kicillof-si-raverta-no-acerca-del-voto-a-union-por-la-patria-y-encuentro-marplatense-en-el-partido-de-general-pueyrredon/

 

¿Massa y Kicillof sí, Raverta no? Acerca del voto a Unión por la Patria y Encuentro Marplatense en el Partido de General Pueyrredón

Marcela Ferrari (INHUS, CONICET)

La derrota de Fernanda Raverta, candidata a intendenta por Encuentro Marplatense (EM) para el partido de General Pueyrredon (PGP), frente al actual edil Guillermo Montenegro, candidato de Juntos por el Cambio (JxC), en las elecciones del 22 de octubre, merece detenernos en algunas reflexiones. Tanto más cuando esta situación se reitera, en una instancia en la cual Raverta se presentó encabezando una coalición local (EM) formada por Unión por la Patria (UxP) y la agrupación vecinal liderada por Gustavo Pulti, Acción Marplatense, que en 2019 resultó tercera en las elecciones municipales.

En las generales de octubre, Raverta obtuvo 35,96% de los votos, un porcentaje cercano al alcanzado en el municipio por el candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof (36,18%), y mayor en un punto al obtenido por Sergio Massa para presidente de la Nación (34,83%). Los dos últimos triunfaron en las elecciones en esta jurisdicción poco afín al peronismo. A su vez, Montenegro, con más del 41% de los votos, superó ampliamente el 33,76% alcanzado por el candidato a gobernador de su propia fuerza política, JxC, Néstor Grindetti, y el 29,71% que logró Patricia Bullrich, la candidata presidencial.

Ante ello, la pregunta que moviliza este texto es qué subyace a ese comportamiento electoral. En una primera lectura, se desprende una conclusión: el voto a Montenegro, afianzado en Mar del Plata, pone de manifiesto que los municipios son territorios de construcción de la política cuyo comportamiento electoral es relativamente autónomo de lo que ocurre en las arenas provincial y nacional. Los mapas electorales que siguen muestran que la incongruencia de voto entre niveles registrada en General Pueyrredon se reitera en numerosos partidos bonaerenses:

Mapas 1 y 2

Triunfos electorales para intendentes (1) y presidente (2) en la Provincia de Buenos Aires

Elecciones generales, 22/10/2023

 Fuente: https://www.pagina12.com.ar/601412-resultados-elecciones-2023-mapas-interactivos-con-los-datos-

Referencias: Celeste: UxP; Amarillo: JxC; Gris y Violeta: LLA

Habrá que preguntarse, entonces, qué ocurre por debajo de ese registro extendido en el territorio provincial, retornando al escenario local. Porque si la incongruencia señalada puede aparecer como una paradoja del electorado, otras cuestiones deben permitir explicar cierta estabilidad en el voto local del PGP. Si comparamos el voto a intendente 2023 con el de las elecciones de 2019, teniendo los mismos principales adversarios enfrentados, mientras el candidato de JxC incrementó el porcentaje de sufragios en un 0,70%, Raverta, que en 2023 sumó a Unión por la Patria la agrupación vecinal de Gustavo Pulti, disminuyó en un 1,59% el porcentaje de votos.[1]

Se hace necesario, entonces, recuperar algunas dimensiones y ciertas prácticas imbricadas en redes político sociales formales e informales que puedan explicar la aparente paradoja del caso marplatense, tanto como la continuidad en el triunfo del actual intendente.

Dimensiones:

¿Cuánto de la dimensión emocional, entendida como aquella sensibilidad que despiertan en el electorado las representaciones, las acciones, los discursos y las trayectorias personales de los candidatos, pudo afectar la elección a intendente?

El actual y electo intendente, abogado, a sus 60 años se presentaba a la teleaudiencia como “el gordo Montenegro”, procurando proximidad. Hasta 2007 había desarrollado una trayectoria en el campo judicial, como fiscal de Estado y, posteriormente, juez federal. Dio “el salto a la política” cuando Mauricio Macri le ofreció incorporarse a Propuesta Republicana (PRO) y a su gobierno como ministro de Justicia y Seguridad del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires; su principal legado fue la creación de la Policía Metropolitana. Con posterioridad, fue designado embajador argentino en el Uruguay, fue diputado nacional y en 2019 volvió a Mar del Plata, para liderar la coalición desde la cual resultó intendente de la ciudad, con el apoyo del entonces presidente y la gobernadora María Eugenia Vidal para desplazar a las fuerzas de Agrupación Atlántica conducidas por Carlos Arroyo en el gobierno de la ciudad, concentrando sus principales apoyos en los sectores medios de los circuitos electorales centrales de Mar del Plata, en alianza con la Unión Cívica Radical. Su gestión fue consecuente con esas adhesiones, tal como se reflejó en especial durante el período de pandemia (ver los informes I a IV de la solapa “COVID” de este Observatorio), en las obras públicas realizadas, en los eventos colectivos que atrajo a la ciudad y en la oposición a la cesión de tierras del Marquesado.

La candidata representada por los medios hegemónicos como “la camporista Fernanda Raverta”, tiene 46 años, es licenciada en Trabajo Social, y reúne una trayectoria política extensa. Se inserta en la coalición político partidaria oficialista de signo nacional y popular liderada por el peronismo y, dentro de él, se ubica en la misma línea que el gobernador de la provincia. Actualmente, es titular de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), agencia a través de la cual se canaliza buena parte de la acción social del Estado. Ha sido diputada nacional y provincial y ministra de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires. Ha sido fundadora de H.I.J.O.S. regional Mar del Plata. Se vincula a distintos niveles de poder oficial -provincial y nacional-, y mantiene fuertes lazos territoriales locales implantados en organizaciones políticas, movimientos sociales y organismos de derechos humanos. El discurso preciso y consistente transmitido a través de una campaña que procuró alcanzar a una audiencia amplia, que animaba a la acción y al compromiso de los vecinos, los constantes recorridos por los barrios de la ciudad y el horizonte de movilización de recursos que favorecerían al municipio en caso de triunfar, fueron insuficientes para ganar en las elecciones locales.

Por cierto, los perfiles de los candidatos no definen la adhesión de determinados votantes. Las dos coaliciones enfrentadas son policlasistas y reciben adhesiones de una pluralidad de adherentes, desde el punto de vista de su procedencia social, económica y cultural.  Sin embargo, el recorrido de los barrios, la inclusión de los movimientos sociales en el armado político y la acción social desplegada a favor de los sectores vulnerables en el caso de Raverta, parece haber producido efectos en la dimensión socio territorial de distribución del sufragio: la candidata triunfó en la extensa periferia del PGP donde, grosso modo, habita la población más vulnerable, urbana, rururbana y rural, menos concentrada.

Mapa I

Distribución del voto electoral por coalición

PGP, elecciones generales a intendente – 2023

Fuente: Tomado de https://www.0223.com.ar/nota/2023-10-23-19-38-0-general-pueyrredon-partido-en-dos-montenegro-se-afianza-en-el-centro-y-raverta-domina-en-la-periferia

Referencias: celeste, voto a EM; amarillo, voto a JxC; gris, voto a LLA

El mapa muestra la distribución espacial del voto que favoreció a los candidatos a intendente: en los nueve circuitos centrales, urbanos y demográficamente densos, triunfó JxC; en diecinueve de la periferia, EM; en uno empataron ambos y en cinco ganó La Libertad Avanza (LLA).

En cuanto a la estricta dimensión política, podríamos considerar distintos factores que hacen a a la práctica de las organizaciones partidarias y coalicionales. Como se señaló para el resto del país, también en el PGP, la competencia en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) se planteó por tercios. La consigna con que EM, como el resto de Unión por la Patria en el país, militó el voto local, provincial y nacional durante el lapso que medió entre el 13 de agosto y el 22 de octubre fue “La damos vuelta”. Es decir, el objetivo era superar la tendencia que en las PASO se había mostrado adversa al peronismo. Como anticipamos, esto se cumplió en el orden provincial y nacional mas no en el municipal, tal como lo muestra la Tabla 1, que nos permite avanzar en una descripción de los resultados electorales porcentuales, para tratar luego de avanzar en una mayor comprensión.

Tabla 1

Comparación de voto a intendente, gobernador y presidente

PASO – Elecciones generales – PGP, 2023

(en %)

Fuente: https://paso.resultados.gob.ar/elecciones/1/252/1/-1/-1/Buenos-Aires/Secci%C3%B3n-Quinta/General-Pueyrred%C3%B3n  y https://resultados.gob.ar/elecciones/1/252/1/-1/-1/Buenos-Aires/Secci%C3%B3n-Quinta/General-Pueyrred%C3%B3n

Como se puede observar en la Tabla 1, entre ambas elecciones hubo un crecimiento general de la participación electoral, una disminución del voto en blanco y un aumento del porcentaje de votos afirmativos.

Los incrementos porcentuales siempre fueron mayores en las coaliciones lideradas por el peronismo, pero no se distribuyeron de la misma manera para los diferentes candidatos: para intendente el voto de Encuentro Marplatense se incrementó en un 4,74%, para gobernador un 6,73% y para presidente un 8,43%. De ello se desprende que la coalición peronista fue eficaz para cooptar en todos los niveles. Pero en la arena local, aquella en la cual en las PASO había obtenido una mejor performance, atrapó menor cantidad de sufragios nuevos.

Entre ambas instancias electorales, JxC perdió porcentual de voto a gobernador (-4,78%) y a presidente (-4,24%); en cambio en las elecciones a intendente aumentó en un 1,34%. Por su parte, LLA, en octubre superó levemente el porcentaje de voto a gobernador alcanzado en agosto (0,36%), algo más el voto a presidente (1,23%), pero lo disminuyó en el caso de intendente (-2,33%).

A la luz de la descripción realizada es grande la tentación de decir que el porcentaje de votos que perdió LLA en MGP se trasladó al candidato de JxC, es decir, Guillermo Montenegro. Esta afirmación podría sostenerse en información difundida con anterioridad a las elecciones generales acerca del acercamiento del intendente Montenegro a la fuerza de ultraderecha, que en el plano local alentaba a sus simpatizantes a votarlo[2]. La tendencia a votar ganador, sumada a los argumentos acerca de la falta de representatividad para LLA de algunos candidatos a concejales que con anterioridad habían pertenecido al kirchnerismo o el massismo y en esta nueva instancia acompañaban a De Maio, podrían haber influido en parte del electorado libertario marplatense a sumar su voto al actual intendente. Fusión de las derechas y corte de boleta justificarían el incremento de voto a Montenegro. Hasta se podría pensar en la adhesión de electores conservadores o de derecha que migran su voto a Montenegro por el temor a un gobierno peronista local.

Sin embargo, resulta conveniente comparar los votos absolutos obtenidos en ambas instancias electorales por las principales fuerzas en competencia del PGP.

Tabla 2

Voto a intendente del Partido de General Pueyrredón

PASO y elecciones generales (2023).

Fuentes: https://paso.resultados.gob.ar/elecciones/10/74/1/-1/-1/Buenos-Aires/Secci%C3%B3n-Quinta/General-Pueyrred%C3%B3n#agrupaciones y  https://resultados.gob.ar/elecciones/10/77/1/-1/-1/Buenos-Aires/Secci%C3%B3n-Quinta/General-Pueyrred%C3%B3n#agrupaciones.

A la luz de la cantidad de votos obtenidos por las principales fuerzas en competencia, la lectura adquiere un nuevo matiz. En una elección en la cual la participación creció en un 8,15% y el voto en blanco disminuyó en un 0,94%, todas las fuerzas políticas incrementaron el caudal de sufragios para intendente. La que más votos cooptó fue EM, que en ese aspecto aventajó en más de 7000 sufragios a su principal adversario. Pero ni siquiera alcanzando el máximo de votos que Unión por la Patria obtuvo en el PGP para presidente (140.990) o para gobernador (139.003), Raverta hubiera logrado la intendencia.

*    *    *

Una vez más, la explicación del sufragio se torna difícil de captar, por variada y compleja. En este artículo se trató de acercar algunas lecturas más descriptivas que analíticas, a través de una exploración inicial desde las dimensiones emocional, socio-territorial y política, por considerar que era necesario aclarar estos elementos para avanzar hacia la indagación más profunda de un problema que, sin dudas, necesita ser trabajado en profundidad: por qué se elige una candidatura sobre otra.

 

[1] En las elecciones de 2019, el Frente de Todos obtuvo el 37,63% de los votos y Acción Marplatense el 11,03; Juntos por el Cambio, 40,43%. Cf. A. Bianchino, “¿Mar del Plata antiperonista? Pensar las elecciones de 2019: entre el corte de boleta y el vecinalismo”.

[2] https://laletrachica.com.ar/nota/18200/montenegro-le-suelta-la-mano-a-bullrich-y-juega-con-el-corte-de-boleta/. https://www.pagina12.com.ar/599278-las-seiscientas-mil-razones-que-unen-a-guillermo-montenegro-

¿Mar del Plata antiperonista? Pensar las elecciones 2019: entre el corte de boleta y el vecinalismo.

 

Lugares para vivir, lugares para visitar: una breve reflexión sobre tres regiones argentinas

Matías Adrián Gordziejczuk

INHUS (CONICET/UNMdP), GESPyT (FHum/UNMdP), Grupo Turismo y Territorio (FCEyS/UNMdP)

Tanto en el ambiente académico como periodístico, la crítica sobre la existencia de más de una Argentina es algo frecuente. “La desigualdad ha sido históricamente, y es en la actualidad, una característica elemental de las estructuras sociales” (Longhi, Bolsi, Paolasso, Velázquez y Celemín, 2013:104), de modo que formamos parte de una matriz territorial relativamente rígida, compuesta por fragmentos más y menos favorecidos, pese al cambio en los estilos de desarrollo. Para quienes trabajamos con Sistema de Información Geográfica (SIG), esta situación se ve claramente representada cuando, al activar o desactivar capas de información superpuestas que obedecen a distintos tiempos e indicadores sociales, se manifiesta una y otra vez el mismo patrón de distribución socioespacial. Hacemos referencia, por ejemplo, a las condiciones desfavorables que suele manifestar el Gran Norte argentino frente al área Pampeana o, dentro de esta última, la criticidad que puede llegar a denotar el Conurbano Bonaerense en comparación a otros lugares. Cada tipo de recorte territorial exhibe una “cara” de la realidad argentina, cuyas contradicciones y complejidades propias pueden revelarse si se amplifica o se juega con las escalas de análisis.

Si bien lo más común es que nos sumerjamos en este debate considerando variables como la pobreza, la calidad de vida, las características demográficas y la vulnerabilidad sociohabitacional de los hogares, en esta ocasión la propuesta consiste en reflexionar desde una dimensión de análisis particular y que tradicionalmente ha sido tratada como fenómeno excepcional o descontextualizado del orden social por creerse que poco puede aportar para su comprensión (Bertoncello, 2006). Se trata del turismo, una práctica social recreativa y conjunto de actividades económicas que, en el contexto actual de revalorización del ocio, sobrevaloración del consumo y acumulación de experiencias (Elizalde, 2010), pasa cada vez menos inadvertido entre comunidades y conjuntos poblacionales. Sea un factor o motor de desarrollo que atrae mano de obra y retiene personas en sus lugares de origen o un fenómeno que gentrifica territorios expulsando población y generando más problemas que soluciones (ambientales, culturales, económicos), el turismo influye cada vez más sobre la calidad de vida, a pesar de que recientemente la pandemia lo haya puesto en dudas.

Específicamente, diseñamos un índice de especialización turística (IET) departamental, compuesto por múltiples indicadores que aluden a dimensiones de análisis como la oferta de alojamiento, los atractivos turísticos y los intermediarios del sector público y privado, y lo correlacionamos con el índice de calidad de vida 2010 (también departamental) elaborado por Guillermo Velázquez y su equipo de trabajo (cfr. Velázquez, 2016), para apreciar desde un ángulo peculiar diferentes argentinas (cfr. Gordziejczuk, 2022). Mediante el manejo de ambos índices en un SIG, fue posible arribar a otra forma de representación de las disparidades inter e intrarregionales, evaluando la capacidad que posee el turismo de alterar o distorsionar esa matriz o patrón territorial tan arraigado en el país, y proponiendo una regionalización que a continuación se repasa.

El primer recorte que podemos apuntar es el que se caracteriza por poseer especialización turística y calidad de vida por encima de la media nacional. Este se sugiere como la Argentina de la fotografía panorámica. Para su representación en la Figura 1, seleccionamos un color verde vivaz o intenso, en alusión a contextos donde, siempre en términos relativos y asumiendo la inherente generalización que emana de la cartografía, se establecen condiciones óptimas de calidad de vida, que además incluyen una dotación, al menos mínima, de recursos y equipamientos que son valorados y usados turísticamente y sobre los cuales, creemos, la población anfitriona puede acceder en mayor o menor grado. Se podría decir que, como en ningún otro fragmento del territorio, aquí se adecúa la expresión propuesta por el antropólogo Jafar Jafari, que dice “un buen lugar para vivir es un buen lugar para visitar” (2012: v).

Figura 1. La Argentina de la fotografía panorámica

Fuente: Gordziejczuk (2022)

Como podemos observar, se trata de un conjunto de recortes espaciales dispersos por todo el territorio nacional y que cuenta con los atractivos turísticos más reconocidos a nivel interno y externo. Por las relativas condiciones favorables de calidad de vida que contiene la población local, quizás en estos lugares se cuenta con mayor predisposición a lucir desde un ángulo ampliado el contexto social donde precisamente se lleva a cabo la práctica turística. No solo se corresponde con lugares de turistificación más o menos reciente (últimas décadas en siglo XX en adelante), sino también, y en gran medida, con lugares que autores como Rodolfo Bertoncello (2006) y Elisa Pastoriza (2011) incluyen en sus narraciones sobre el mapa turístico tradicional y los espacios representativos del turismo tanto aristocrático como democratizado. Sin ánimos de exhaustividad, nos referimos a partidos que miran al mar, como General Pueyrredon, General Alvarado y Necochea; departamentos serranos y montañosos, como Calamuchita, Punilla, Los Lagos y Bariloche; distritos sureños valorados por su naturaleza y lejanía respecto a los principales centros emisores de turismo, como Ushuaia y Lago Argentino; municipios que son núcleos de aglomeraciones urbanas, como los llamados Capital en Mendoza, Salta y Tucumán, y -no olvidemos- emblemas nacionales como Iguazú y Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).

La segunda fracción que queremos señalar es denominada la Argentina de la lente ajustada, ya que, si bien la especialización turística se mantiene por encima de la media nacional, la calidad de vida de las comunidades locales no. En estos casos, la búsqueda del plano panorámico y la rotación de la cámara puede que simbolicen actos de incomodidad y provocación para los responsables (actuales e históricos) del bienestar social de las comunidades locales dada la posibilidad de revelar contrastes notorios entre los sitios puntuales donde concretamente se lleva a cabo la práctica turística y las áreas colindantes. En este sentido, la preferencia hacia la reducción de la profundidad y del campo de visión se vincula con la exposición o visibilización de determinados recortes del territorio estratégicamente seleccionados y acondicionados para el turismo.

En los casos de distritos que poseen un IET significativamente alto, es posible que asome una dinámica con rasgos similares a los de un enclave, donde el turismo se desarrolla en puntos específicos, de la mano de iniciativas privadas, generando exiguos beneficios o derrames sobre la mayor parte de la población local, tales como pueden ser la generación de empleos, el crecimiento de las inversiones en infraestructura, equipamiento y servicios públicos y el aumento de los ingresos. Por estos motivos, consideramos que la detección de tales unidades espaciales es importante para la focalización y planificación de un turismo más sustentable, responsable y socialmente aceptado. Retomando la cita de Jafar Jafari (2012), en este caso amerita reflexionar y cuestionar si todo buen lugar para visitar también es un buen lugar para vivir…

La Figura 2 exhibe que las provincias que congregan más muestras de esta categoría son Salta, Catamarca, Corrientes y Misiones. Lugares de renombre turístico como Cachi y San Ignacio forman parte de esta Argentina, sobre la cual en los últimos años se han revelado, por ejemplo, problemáticas ligadas al desalojo territorial de la población originaria para la construcción de viviendas de uso turístico o temporal[1]. Sin embargo, destacamos como paso paradigmático al departamento santiagueño Río Hondo por su amplia trayectoria turística y por albergar al emblema del termalismo argentino, la ciudad de Termas de Río Hondo. Respecto a este lugar, el estudio de Gómez Herrera, Vera y Villalba (2012) declara que las políticas públicas han dejado en evidencia la intención de insertar a esta localidad en el plano internacional a costa de configurar un enclave turístico que fractura al territorio local. En palabras de estas autoras:

“El enclave en el Departamento Río Hondo como producto es ofrecido a los turistas a través de paquetes que incluyen visitas guiadas, espectáculos artísticos y eventos deportivos. Sin embargo esta selección de ciertos lugares “para mostrar” implica un recorte de la ciudad, que excluye zonas o asentamientos espontáneos en condiciones de precariedad, emplazados a los márgenes de la ciudad de Las Termas a medida que avanzaba en su crecimiento” (Gómez Herrera, Vera y Villalba, 2012: 261).

Figura 2. La Argentina de la lente ajustada

Fuente: Gordziejczuk (2022)

La última porción territorial que desarrollaremos es la Argentina a espaldas de la fotografía, compuesta por dos asociaciones harto heterogéneas, como son, por un lado, la de especialización turística por debajo de la media nacional y calidad de vida por encima de la media, y, por otro lado, la de ambos índices inferiores al promedio nacional. Si bien la variable calidad de vida establece realidades sumamente desiguales, uno y otro comparten características como las de poseer escasez de recursos valorizados turísticamente y especialización en otras actividades productivas. Sin embargo, hay que señalar diferencias en cuanto a cuestiones como la accesibilidad física relativa y las capacidades humanas (habilidades, conocimientos técnicos, capital cultural) que colocan en una situación de mayor privilegio a los recortes territoriales de la componente mixta.

Lo anterior se correlaciona con disimilitudes en lo que respecta a distribución espacial y composición regional. Mientras que en la región Pampeana se concentran la mayor parte de los distritos con calidad de vida superior a la media nacional y especialización turística inferior a la media nacional (Figura 3), en las regiones Noreste Argentino (NEA) y Noroeste Argentino (NOA) predominan las dos situaciones en las cuales el nivel de calidad de vida es inferior a la media (Figuras 2 y 4). Para la representación de estas últimas, mutamos la rampa de colores hacia tonalidades rojizas, que son popularmente más asociadas con cuestiones problemáticas, llamativas o alarmantes. Contrariamente, utilizamos un verde menos intenso que el de la Figura 1 para incorporar en la Figura 3 a los lugares donde se instauran condiciones satisfactorias de calidad de vida, pero que están acompañadas por un escaso desarrollo turístico, que sugiere cierta debilidad en torno a alternativas de acceso a espacios de ocio y recreación variados. Una muestra de este tipo está compuesta por partidos bonaerenses que integran, irónicamente, la llamada Pampa Deprimida, caracterizada por Velázquez, Tisnés y Gómez (2014) como de paisajes agropecuarios, llanos y monótonos, con adversidades ecológicas por la alternancia de inundaciones y sequías, y escasez de recursos recreativos, tanto naturales como culturales. Se podría decir que, turísticamente, en esta clase de lugares no hay mucho que ofrecer, pudiéndose ceder paso nuevamente a la reflexión y al cuestionamiento: todo buen lugar para vivir, ¿es también un buen lugar para visitar…?

Finalmente, destacamos que como fragmento más extenso a espaldas de la fotografía sobresale en la Figura 4 el recorte territorial al que Longhi et al. (2013) refieren como un ‘núcleo crítico de extrema dureza’, integrado principalmente por las provincias de Formosa, Chaco, Santiago del Estero y Salta; aunque en este caso la contigüidad espacial se extiende hasta distritos de Jujuy, Tucumán, Santa Fe y Córdoba. Evidentemente, a los factores ampliamente conocidos que explican esta realidad, tales como la pobreza y la histórica exclusión de las comunidades originarias, añadimos la comparativa menor valoración popular de los rasgos naturales y culturales propios de estas áreas, y que influye en los bajos índices de especialización turística. Se trata de los territorios habitados por las sociedades más pobres y marginadas del país (Longhi et al., 2013), afectados por la falta de inversión y de economías diversificadas que incluyan al turismo (Bolsi y Meichtry, 2006). Como fragmento de menor superficie, destacamos el oeste del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) por su peso demográfico y visualización como un bloque rectangular ‘compacto’ donde prevalecen niveles de especialización turística y calidad de vida inferiores a la media.

Figuras 3 y 4. La Argentina a espaldas de la fotografía

(3: IET bajo e ICV 2010 alto; 4: IET e ICV 2010 bajos)

Fuente: Gordziejczuk (2022)

En síntesis, la forma específica que adopta la configuración espacial de la relación entre especialización turística y calidad de vida (sumatoria de las Figuras 1,2,3 y 4) deja en evidencia la influencia de un orden social mayor, resultante de procesos que con el pasar del tiempo han plasmado y solidificado en el territorio un patrón de distribución general marcado por la existencia de fragmentos que exponen brechas o desigualdades. No es fácil escapar de la resistencia o rigidez que impone la matriz territorial construida social e históricamente (Longhi et al., 2013). Incorporar al debate un indicador alusivo al turismo no desdibuja significativamente tal patrón, de modo que entendemos que el turismo se adapta, refuerza o aporta a su consolidación. Cada Argentina expone el condicionamiento del espacio geográfico en términos de ventajas, oportunidades, obstáculos y/o restricciones. Consideramos que desplegar acciones que apunten a un turismo responsable (social, económica, cultural y ambientalmente) como opción de desarrollo en áreas de baja calidad de vida y enaltecer la calidad de vida (tanto en su dimensión socio-económica como ambiental) allí donde el turismo ya es una práctica común o extendida son aspectos de índole política para los cuales la focalización en la identificación de áreas puede resultar de apoyo.

 

Referencias bibliográficas

  • Bertoncello, R. (2006). Turismo, territorio y sociedad: el mapa turístico de la Argentina. En: Geraiges de Lemos, A., Arroyo, M. y Silveira, M. L., América Latina: cidade, campo e turismo (pp. 317-335). San Pablo: CLACSO.
  • Bolsi, A. y Meichtry, N. (2006). Territorio y pobreza en el Norte Grande Argentino. Scripta Nova X, nº 218(10).
  • Elizalde, R. (2010). Resignificación del ocio. Aportes para un aprendizaje transformacional. Polis, nº 25: 17 pp.
  • Gómez Herrera, A., Vera, A. y Villalba, A. E. (2012). La configuración de un nodo turístico: la transformación en Villa Turística del Embalse. Un caso paradigmático de poblaciones en renovación. Revista Digital de Población, Estado y Sociedad 6, nº 6: 239-276.
  • Gordziejczuk, M. A. (2022). Análisis espacial de la relación entre turismo y calidad de vida aplicado a los Departamentos/ Partidos de Argentina en los inicios del Siglo XXI. Tesis Doctoral. FaHCE-UNLP.
  • Jafari, J. (2012). A Nice Place to Live is a Nice Place to Visit. En: Uysal, M., Perdue, R. y Sirgy, J., Handbook of Tourism and Quality-of-Life Research. Enhancing the Lives of Tourists and Residents of Host Communities (pp. 5-7). New York: Springer.
  • Longhi, F., Bolsi, A., Paolasso, P., Velázquez, G. y Celemín, J. P. (2013). Fragmentación socioterritorial y condiciones de vida en la Argentina en los albores del siglo XXI. Revista Latinoamericana de Población 7, nº 12: 99- 131.
  • Pastoriza, E. (2011). La conquista de las vacaciones. Breve historia del turismo en la Argentina. Buenos Aires: Edhasa.
  • Velázquez, G. (comp.) (2016). Geografía y Calidad de vida en Argentina. Análisis regional y departamental (2010). Tandil: Centro de Investigaciones Geográficas.
  • Velázquez, G., Tisnés, A. y Gómez, N. J. (2014). Región pampeana: Geografía y bienestar según subregiones (2010). Geograficando 10, nº 2: 1-26.

 

[1] https://reddemediosmisiones.com.ar/contenido/35257/san-ignacio-invaden-territorio-mbya-para-construir-una-casa-de-fin-de-semana