Los concejales del barrio: entre el Puerto y la ciudad. Una mirada en perspectiva histórica.
Lic. Germán Froschauer (UNMdP)
En los últimos días varios slogans de campaña vincularon de distintos modos política, barrios y gestión municipal. En particular me interesó analizar un proyecto del ex concejal Daniel Sosa, y actual precandidato a concejal por la lista Mar del Plata Puerto y Región, para modificar el armado de las listas al Honorable Concejo Deliberante de la Ciudad. Me propuse establecer un dialogo algo heterodoxo entre la propuesta y los resultado de mi tesina de licenciatura en historia sobre Vecinalismo y peronismo en la experiencia de la asociación vecinal de Fomento del Barrio Puerto entre 1945 y 1955.
Desde las primeras elecciones municipales luego del triunfo del primer peronismo a nivel provincial y nacional, realizadas en 1948, el barrio Puerto tuvo un concejal en el deliberativo, en la persona de Santiago Cotado, electo por el Partido Peronista. Este tuvo una amplia participación en las asociaciones del Barrio (Club Aldosivi, Asociación de Fomento, Cooperadora de la Escuela 12, etc.), siendo reelecto en el año 1954, cuando ocupó el cargo de presidente del cuerpo, (durante un breve período, en el año 1955, desde que asumieron las autoridades electas hasta el golpe de estado en septiembre de ese año). Con él ocuparon bancas en el Concejo otros dos representantes del barrio, también miembros de la Asociación de Fomento, Ángel Ríos y Floriano Sandoval, además de la elección de un concejal suplente José Ignacio Mussolino, miembro del ámbito barrial, todos por el peronismo. Por estos años el barrio era considerado como una localidad: el “Pueblo de Pescadores”, como es denominado por diversas investigaciones sobre el mismo.
A su vez, el Partido Peronista, en la etapa previa al golpe de la “libertadora”, en un intento de reorganización partidaria, realizaba una zonificación y centralización territorial, propuesta desde la dirigencia provincial, agrupando los sectores en cuatro Unidades Básicas, las cuales tenían una correspondencia con las circunscripciones electorales, evitando de esta manera la proliferación de agrupaciones que no se correspondieran con el verticalismo partidario. Al respecto, podríamos indicar que la sobre representación regional es indicativa de la potencialidad política que alcanzó el barrio a nivel partidario.[1] Si bien la zona no tuvo posteriormente ese nivel de representación, otros miembros de la Asociación de Fomento fueron electos por distintas fuerzas políticas durante la década del 60, como Aurelio Schipani (UCRI) e Ignacio Boldrini (Socialista).
En la actualidad, una de las listas que presenta precandidatos para el Concejo Deliberante en General Pueyrredón busca invocar esa tradición y reformularla tanto en términos políticos como electorales. La propuesta apunta a que las fuerzas que participan en las elecciones reserven los primeros seis lugares de sus respectivas listas para candidatos que “por trayectoria y/o domicilio” puedan ser representantes “genuinos” de sus sectores barriales.[2] Para esto, propone la división en cinco zonas del partido de General Pueyrredón, con lo cual aseguraría la presencia de todos los sectores del distrito en el Concejo, con el siguiente esquema territorial.
- Zona 1– desde la Av. Juan B. Justo, al Arroyo Las Brusquitas (límite con Miramar) y Av. De Los Trabajadores (ex Martínez de Hoz) hasta la calle Tettamanti.
- Zona 2– desde la Arteria Tettamanti (190) a Av. Elías Antúnez y desde la Av. Juan B. Justo hasta el límite sureste de General Pueyrredon. (Batán- barrios Autódromo, Belgrano, Palermo, y otros).
- Zona 3– desde la Av. Elías Antúnez y Av. Salvador Viva hasta el límite oeste del Partido y desde la divisoria con General Alvarado y Balcarce hasta la Autovía (ruta 2). (Laguna de los Padres, Sierras de los Padres, El Coyunco y otros).
- Zona 4– desde la Av. Constitución al límite del Partido de Mar Chiquita y desde la costa al margen de la zona 3.
- Zona 5– desde la costa a la Av. Salvador Viva y desde la Av. Constitución hasta la Av. Juan B. Justo. (micro y macro centro)
Según Sosa, “Nada mejor que el Concejal sea un vecino residente en estas zonas mencionadas, para que defienda a su barrio, a su sector y lleve adelante los proyectos que le cambien la realidad, pueda generar trabajo y defender y proyectar el presupuesto municipal para mejorar la calidad de vida de su sector.” Acota también que “Desde la vuelta de la democracia, la zona Sur (Puerto), Batán y Sierra de los Padres, casi no han tenido integrantes en el cuerpo deliberativo, tres grandes distritos que no han tenido la representación que merecen”.
La reserva de estos cinco primeros lugares, cambia el eje de la representación electoral a uno de base territorial, que daría una mayor representación a los sectores barriales, los cuales serían protagonistas en el armado de las listas, y a los cuales tendrían que recurrir los dirigentes partidarios. Se trataría, en efecto, de un acuerdo político entre los distintos grupos políticos, ya que el tipo de representación se encuentra reglamentado por la Ley orgánica Municipal de la Provincia de Buenos Aires y nada dice de cupos barriales o territoriales.
La complejidad del cambio de eje en la representación popular, no puede dejar de ser advertida en un análisis histórico institucional, ya que los ciudadanos deben ser representados constitucionalmente en forma igualitaria, tanto como equilibrar las representaciones regionales. Este es un tema ampliamente debatido para instancias de representación política mayor (sistemas bicamerales o unicamerales, en provincias o a nivel nacional).[3] Aquí nos encontramos con varios inconvenientes que tienen que ver con el tamaño de las unidades electorales.
Por un lado, se obligaría a cada una de las fracciones internas de los partidos que participen en las PASO, a tener representantes de las cinco zonas en que se dividiría el partido, lo cual condicionaría la libertad de conformación de sus listas de candidatos. Luego debería tenerse en cuenta la conformación de las listas a las elecciones generales, incluyendo a las minorías, que probablemente desbalancearía esta inclusión de representantes de las zonas en cuestión. Asimismo, la distribución de las bancas, a la vista de los resultados electorales, podría resultar en un desbalance estrepitoso en beneficio de alguna región, de acuerdo al lugar que sus candidatos tuvieran en las listas de los distintos partidos, que accedieran a lugares en el Concejo.
Esto en lo que hace al interior de los partidos políticos, pero esta cuasi inclusión de una representación territorial en el sistema electoral, podría, dependiendo de la distribución demográfica, producir inequidades en las preferencias de las minorías en cada circunscripción y no ser la expresión de la mayoría de los ciudadanos de todo el Partido. Sin embargo, este criterio reflejaría una democratización regional, compensando las asimetrías existentes en términos socioeconómicos. La tensión entre ambos criterios queda establecida, [4] tanto como la necesidad de discusión en cuanto a la representación de las regiones socioeconómicas en que se divide el Partido de General Pueyrredón.
[1] Ver el trabajo de Nicolás Quiroga, donde se observa la pérdida de peso de las agrupaciones a nivel local del peronismo, que en estos años hegemonizaba el espacio político: El Partido Peronista en comunidades locales. Mar del Plata 1946 – 1955. Tesis de Maestría. UNMDP: Mar del Plata, 2007.
[2] El retrato de hoy. “Sosa propone un acuerdo político para garantizar representantes barriales en el HCD. 12/05/2017, en http://elretratodehoy.com.ar/2017/05/12/sosa-propone-un-acuerdo-politico-para-garantizar-representantes-barriales-en-el-hcd Cazador de Noticias. Proponen un Acuerdo Político para garantizar representación barrial en el HCD. 13/05/2017, en http://www.cazadordenoticias.com.ar/secciones/politica/12/05/2017/nota/00074677
[3] Por ejemplo el estudio de la Universidad Nacional de Cuyo, Representación territorial de los departamentos en el Parlamento Provincial. En este trabajo se citan otros casos similares a nivel provincial. En: http://www.politicaspublicas.uncu.edu.ar/upload/Reforma_Territorial.pdf
[4]Reynoso, Diego. “Representación territorial y democracia”, en Economia, Sociedad y Territorio, vol. IV, N 15, 2004. “Mientras que el criterio demo orientado supone un voto per cápita, el criterio terra orientado supone igualdad de representación para cada sub – unidad o, para hacerlo más contrastante, un voto por sub – unidad.” Si bien la problemática es similar, el análisis del autor se corresponde con sistemas políticos de escala supra regional.