El conflicto de la canchita de los bomberos y el «voto oscilante»

Lic. Agustina Morgavi (UNMdP)

A mediados del 2012, bajo la presidencia de Cristina Kirchner, el Procrear (Programa de Crédito Argentino) lanzó un plan de viviendas para el predio marplatense conocido como “la canchita de los bomberos”. Luego del anuncio por parte de las autoridades municipales de la implementación del Programa en la ciudad de Mar del Plata, se desató un conflicto entre un grupo de autodenominados “vecinos” (del barrio Parque Luro), que defendían la instalación de una plaza en el predio, y por otro lado, el gobierno municipal, encabezado por Acción Marplatense, junto a quienes defendían la ejecución del plan de viviendas.  Batallas legales, intervenciones en el predio y confrontas discursivas en distintos foros (prensa, websites, redes sociales) dieron forma a los posicionamientos políticos de los antagonistas.

En mi tesina de licenciatura en Sociología en la UNMdP ubicamos este conflicto en un universo de lecturas sobre sociología urbana, cultura y política . En efecto, tal como indica una de las investigaciones seguidas de cerca, María Carman argumenta en su libro “Las trampas de la naturaleza” (2011), que las disputas por el territorio implican “algunos usos y apelaciones a la naturaleza que funcionan como una máscara de la segregación sociourbana” (p. 27). En sus etnografías, Carman busca comprender lo que ella refiere como “una concepción neoevolucionista arraigada en el sentido común, que opera a la hora de juzgar el comportamiento de sectores desfavorecidos y de implementar políticas expulsivas” (p, 28).

En esta línea, nos propusimos concentrarnos en analizar las figuraciones que se definen bajo lógicas de activación política (pueblo/antipueblo; vecindad/invasión), reconfigurando representaciones sobre el antagonismo vigentes en distintos momentos de la historia argentina. Y por otro, analizar los comportamientos explicados por fórmulas racistas en la historia argentina, que se condensan en la imagen de la quema del parqué y de procesos que evidencian distintos límites simbólicos, sociales, imaginarios y clasificaciones sociales. Todas ellas relacionadas con el mote infamante de “cabecita negra” y su correspondiente espacialización como el “mito de la invasión”.

En el desarrollo de la tesis, insertamos estos problemas sobre figuraciones e imaginarios políticos en el marco de estudios más clásicos vinculados al análisis político de partidos, asociaciones y dinámicas electorales. En concreto, y es lo que aquí nos convoca, nos preguntamos ¿Hubo correspondencia entre esas fronteras simbólicas y el voto en el circuito electoral de la “canchita”? ¿Es la confrontación entre quienes están a favor de la plaza y quienes están a favor de las viviendas, parte de un conflicto político con remate electoral?

El predio en donde se pretendió localizar el desarrollo urbanístico está ubicado en Parque Luro, unos de los principales barrios del circuito electoral 367.

circuitos

En las elecciones ejecutivas del año 2011, Acción Marplatense (partido vecinalista aliado al Frente para la Victoria en esa coyuntura) ganó en todos los circuitos de la ciudad. Incluso el Frente para la Victoria se logró imponer al radicalismo en la mayoría de los mismos. Veamos los números


% VOTOS GENERAL PUEYRREDÓN 2011
ACCIÓN MARPLATENSE                       (Pulti) 39,26
FRENTE PARA LA VICTORIA           (Cheppi) 20,53
UNIÓN PARA EL DESARROLLO SOCIAL (Baragiola) 15,22
FRENTE POPULAR                              (Arroyo) 8,66
FRENTE AMPLIO PROGRESISTA        (Cano) 6,77
COMPROMISO FEDERAL                         (Caporale) 2,87
FRENTE DE IZQUIERDA DE LOS TRABAJADORES                              (Martínez) 1,93
COALICIÓN CÍVICA UNA                     (Salvá) 1,78
NUEVO SOCIALISMO MARPLATENSE (Cordeau) 1,71
NUEVO ENCUENTRO                          (Zerillo) 1,27

Sin embargo, en las elecciones generales del año 2013, donde se eligieron 12 concejales y 5 consejeros escolares, más del 70% de los electores no votó al oficialismo. Se produce prácticamente una inversión del porcentaje a voto entre oposición y oficialismo respecto a 2011. Baragiola es la candidata más favorecida por el reacomodamiento de los votantes. La tendencia en el circuito 367 es prácticamente la misma, tal como lo muestra la siguiente tabla.

PARTIDOS POLÍTICOS (primer concejal) % VOTOS GENERAL PUEYRREDÓN 2013 % VOTOS CIRCUITO 367 en 2013
FRENTE PROGRESISTA CIVICO Y SOCIAL                   (Vilma Baragiola) 30,48 36,5
ACCION MARPLATENSE (Alejandro Ferro) 17,59 18,44
AGRUPACION ATLANTICA (Carlos Arroyo) 15,43 13,59
FRENTE RENOVADOR (Cristian Azcona) 15,13 12,13
ALIANZA FRENTE PARA LA VICTORIA                    (Daniel Rodríguez) 10,86 8,19
UNIDOS POR LA LIBERTAD Y EL TRABAJO               (Emiliano Giri) 6,57 6,4
FRENTE DE IZQUIERDA Y DE LOS TRABAJADORES  (Alejandro Martínez) 3,94 4,75

En efecto, es interesante suponer que el conflicto pueda haber tenido alguna incidencia en el voto, e incluso ayude a explicar un fenómeno como el “voto oscilante”, recurrente en el escenario electoral del kirchnerismo. Al respecto, nuestro trabajo aporta algunas pistas sobre las posibilidades de tejer tramas entre conflictos territorialmente situados y análisis  sobre cambios electorales netos producidos entre dos comicios sucesivos y que se deben a transferencias del voto. Sin embargo, la generalización de la oscilación en todo el territorio del distrito sugiere la necesidad de buscar otras explicaciones como determinantes.

En esta línea, nos pareció importante resaltar que la cultura política que articula los discursos de los vecinos autoconvocados de Parque Luro goza de cierta autonomía relativa respecto al campo electoral, al punto que un imaginario marcado por figuraciones antiperonistas/ antikirchneristas no siempre se tradujo en voto por las mismas fuerzas políticas. En última instancia, consideramos que la relación entre comportamiento electoral y conflicto “cultural” debe pensarse desde distintas aristas (actores locales, elecciones, representaciones), resaltando los vínculos posibles y múltiples entre el conflicto de la “canchita” y el kirchnerismo.

El tercer sector en Mar del Plata

Germán Pérez (coord.)

La presente investigación es resultado del trabajo realizado en el marco del acuerdo de colaboración suscripto por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) y la Universidad Nacional de Mar del Plata para desarrollar el proyecto “Estudios sociológicos y demográficos de problemáticas locales y regionales” (Ordenanza de Consejo Superior Nº 229 del 4 de julio de 2013).

 Nos propusimos entonces una investigación en el nivel municipal que permitiera aproximarnos a la fisonomía del tercer sector marplatense con un doble propósito: por un lado, contribuir mediante una sistematización de los datos disponibles a la producción de políticas públicas en el área; por el otro, elaborar una serie de análisis de los datos que nos proveyera un diagnóstico crítico sobre las relaciones del gobierno local con los actores no gubernamentales que se desarrollan a distancia del estado y el mercado.

 Entendemos por tercer sector a una esfera de acción social y política que surge a distancia del estado y del mercado con capacidad de elaborar demandas y generar formas de participación y autogestión propias. Nos interesó indagar esa dimensión participativa y local de la ciudadanía que refuerza la democracia y vincula al ciudadano con una experiencia viva y protagónica de la política.

 Los interrogantes básicos que orientaron la investigación fueron: ¿Cómo es el tercer sector en Mar del Plata? ¿Qué tipo de actividades se desarrollan en la “sociedad civil”? ¿Qué organizaciones predominan? ¿Qué relación hay entre el Estado y las organizaciones de la sociedad civil/tercer sector? ¿Qué potencialidades y limitaciones encuentran las agencias públicas del gobierno local para articularse con este tipo de organizaciones?

Tomamos como fuente de análisis al Registro de Entidades de Bien Público (EBP) que elabora la Dirección de Relaciones con las ONG del Municipio de General Pueyrredón. Mediante este registro voluntario, que constituye el reconocimiento de las organizaciones como interlocutores válidos por parte del estado municipal, los funcionarios habían recopilado una abundante cantidad de información relevante. No obstante, nunca había sido sistematizada ni digitalizada debido a problemas técnicos, de infraestructura y capacitación. Dos nuevos objetivos se articularon a partir de ese momento: a) recuperar la gran cantidad de trabajo realizado por un conjunto de actores al completar el cuadernillo de registro en una base de datos consolidada,  y b) proporcionar lecturas sobre los datos que contribuyeran a la toma de decisiones en materia de políticas públicas.

 El trabajo de archivo se realizó en las dependencias municipales durante los meses de agosto y septiembre de 2013. El resultado del trabajo de campo fue que se completó la matriz de datos con información de 258 formularios de registro de EBPs. Esta base de datos fue posteriormente consolidada y procesada mediante SPSS. El procesamiento incluyó además la construcción de tipología de organizaciones según el ámbito al que orientan actividades. Durante el año 2014 se procedió a la elaboración de las variables y categorías que se presentan a continuación.

Informe INDEC- UNMdP

Las elecciones de octubre de 2015 en perspectiva histórica

Si bien los resultados de las elecciones del Partido de General Pueyrredón parecen sorpresivos, observados desde una perspectiva histórica, pueden analizarse algunas tendencias de más largo plazo.(1)
Desde 1983 ningún candidato a intendente triunfó en la cuarta elección de su mandato. Es decir, tras acceder al Ejecutivo, ganar una legislativa y renovar su cargo ejecutivo, la elección legislativa sucesiva parece un obstáculo infranqueable. Así le ocurrió a Angel Roig en 1989 con el PJ, a Elio Aprile en 2001 con Acción Marplatense y a Gustavo Pulti en 2013 con la UCR (Frente Progresista Cívico y Social). El ganador de la elección legislativa no logró capitalizar su triunfo en la ejecutiva inmediatamente posterior: en 1991 triunfó el ucedeísta Mario Russak, en 2003 el radical Daniel Katz y en 2015 Carlos Arroyo, de Agrupación Atlántica.
La observación de los datos permite matizar dos ideas instaladas en el sentido común sobre la política marplatense: el poderío de los partidos locales y el escaso peso del Partido Justicialista.
En relación al primer punto, parece indudable que emergieron fuerzas con anclaje eminentemente local y obtuvieron resultados exitosos (Ucedé (2), Acción Marplatense, Agrupación Atlántica). Sin embargo, estas agrupaciones articularon alianzas con partidos políticos de orden nacional para mejorar o sostener sus performances.
En efecto, Russak se mantuvo un período en la intendencia aliado con el menemismo y Acción Marplantense derrotó al candidato que representaba a la unión del cobismo y el Frente para la Victoria en 2007, pero en 2009 articuló con el kirchnerismo. Asimismo, durante la década de 1990, el PJ obtuvo buenos resultados, probablemente traccionado por los triunfos provinciales y nacionales. Estas coaliciones muestran justamente que el peso del PJ fue significativo en la política local.
Esta tendencia no niega la importancia del radicalismo después de 1983, pero introduce matices a las lecturas que circulan habitualmente entre la ciudadanía. Al respecto, la UCR -que también realizó alianzas desde fines de la década de 1990- obtuvo en varias ocasiones cifras cercanas o superiores al cincuenta por ciento de los votos (1983, 1997, 1999 y 2003).
Las elecciones de octubre de 2015 parecieran escapar a las lógicas descriptas en la medida en que ni la UCR ni el PJ presentaron candidatos propios. Sin embargo, ambos fueron integrantes de los principales frentes en disputa y aportaron recursos variados para la elección. Aunque las tramas parecen similares, los resultados fueron diversos.
Si miramos las legislativas de 2013 los votos de las agrupaciones que encabezaron Vilma Baragiola (UCR – Frente Progresista, Cívico y Social) y Carlos Arroyo (Agrupación Atlántica) suman un 45,91% de los votos, una cifra muy similar a la obtenida el 25 de octubre de 2015 por Cambiemos (47,38%). En este sentido, los cálculos electoralistas realizados por las fuerzas políticas al agruparse parecen expresar una suma perfecta. Cabe destacar que el PRO carecía de fuerte presencia en el distrito y se montó sobre la preexistencia del armado territorial de la UCR y de Agrupación Atlántica.
Por otro lado, la coalición entre Acción Marplatense y el FPV local también parece redituable. En 2013 Acción Marplatense obtuvo el 17,59% del total de votos emitidos y el Frente Para la Victoria el 10,86%. La suma de ambos se refleja en los resultados que obtuvo el Frente Marplatense en las PASO de 2015 (28.52%). La polarización en la elección de octubre con respecto a las PASO favoreció más a Pulti, quien obtuvo un 36,38% de los votos. Sin embargo, es un número muy distante del que observamos en las elecciones ejecutivas de 2011, cuando Acción Marplatense ganó con el 39,26% (su mejor desempeño electoral) y el FPV lo secundó con el 20,53%.
En el caso de Cambiemos, se observa que en las elecciones generales perdió un porcentual de votos respecto de las PASO, de 52,29% a 47,38%. Si lo miramos en números absolutos también hubo una disminución de 2982 votos. En cambio, en el caso del Frente Marplatense de una a otra elección se registra un incremento de 38.577 votos.
De modo que en perspectiva histórica, los resultados de las elecciones de octubre de 2015 en el Partido de General Pueyrredón parecen menos sorpresivos que observados sólo a la luz de los últimos comicios.

Notas:

(1) Los datos de las elecciones generales de 2015 fueron tomados del escrutinio provisorio, cuando se escrutaron el 97,04% de las mesas.
(2) Si bien la Ucedé era una fuerza política nacional, no tenía resultados significativos en ese nivel, por lo que en algún punto la victoria en Mar del Plata lo convierte en un partido de arraigo local.

Breve reseña de las PASO: efectos y tendencias (2011-2015)

Fernando Manuel Suárez

 

Sanción de la ley 26.571 e implementación de las PASO

En el año 2011 se implementaron por primera vez las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) en nuestro país. Las PASO fueron establecidas como parte de un proyecto de ley más amplio titulado “Ley de democratización de la representación política, la transparencia y la equidad electoral” sancionado en diciembre de 2009 y que plasmaba un ambicioso proceso de reforma sobre el sistema electoral y el sistema de partidos argentino. La nueva ley reformaba la “Ley orgánica de los partidos” en diferentes puntos, pero además legislaba, entre otras cosas, sobre el financiamiento de los partidos y la propaganda electoral. Según uno de sus principales promotores, Juan Manuel Abal Medina, la Ley “buscó mejorar el funcionamiento y la representatividad de los partidos políticos” dando como resultado la creación de las PASO, la democratización de los espacios de publicidad en medios audiovisuales, la depuración y actualización de las afiliaciones partidarias y el mejoramiento de los padrones electorales” ( El Estadista , 25/03/2015).
La ley sancionada tenía como objetivo explícito reformar un sistema de partidos que había entrado en una crisis profunda –para muchos ‘terminal’– a finales de la década del 90 que se había plasmado con mucha contundencia en las elecciones de 2001 y 2003, no sólo por el altísimo grado de abstención y ‘voto bronca’, sino por la proliferación de sellos partidarios y candidatos extemporáneos –a modo de ejemplo, en 2003 hubo más de una veintena de fórmulas presidenciales–. En ese sentido la nueva normativa, en especial con la implementación de las PASO, procuraba fortalecer el sistema de partidos políticos, pero, de alguna manera, restringiendo la autonomía de las propias organizaciones partidarias. No casualmente la sanción del proyecto elevado desde el Ejecutivo tuvo enormes resistencias por parte de ciertos partidos minoritarios, entre ellos ciertos sectores de la izquierda que denunciaban una ‘proscripción’ ( Prensa Obrera , 04/08/2011).
Las PASO estipulaban no sólo un procedimiento novedoso para la preselección de candidatos partidarios –de forma “abierta, simultánea y obligatoria” – sino que fijaba un piso del 1,5 % de los votos emitidos como condición para que ese espacio político (partido o frente) pudiera disputar las elecciones generales. Esta medida, que se sumaba a otros re-quisitos (avales, afiliaciones, balances económicos, etc.), estaba concebida no sólo como una estrategia para limitar la cantidad de candidaturas en las elecciones generales, sino que preveía que aquellos partidos políticos que durante un tiempo prudente no se presentaran a elecciones o no fueran capaces de superar ese porcentaje perderían su personería, ya fuera en un distrito particular o a escala nacional.

De 2011 a 2013: las PASO en la práctica

En cuanto a los efectos concretos de la medida, las PASO fueron aplicadas por primera vez en las elecciones nacionales de 2011. En esa oportunidad la provincia de Buenos Aires eligió 7 categorías: Presidente y vice, Senadores Nacionales, Diputados Nacionales, Gobernador y vice, Diputados Provinciales –o Senadores Provinciales–, Intendente y Concejales. En cuanto al efecto de la nueva ley y las PASO como instancia de selección de candidatos fue módico:

En 2011 ninguna agrupación o frente presentó más de una lista de candidatos a nivel nacional, ni en las categorías ejecutivas ni en las legislativas correspondientes a la provincia de Buenos Aires.

 

A nivel provincial hubo una sola lista que presentó un candidato alternativo para la gobernación (el oficialista Frente Para la Victoria), aunque el resultado final de esa disputa entre Daniel Scioli y Mario Ishii mostró una diferencia tal -Scioli se impuso por casi un 94% de los votos- que anula cualquier tipo de análisis al respecto. En la categoría de diputados provinciales por la 5ta Sección también hubo más de una lista en el Frente Para la Victoria y, sumada a ella, en el Frente Popular (FP) –que a nivel nacional encabezaba Eduardo Duhalde-, este segundo caso mostró un escenario de mayor paridad (60% a 40%) mientras que el FPV replicó guarismos similares a los resultados de la elección de candidato a Gobernador. A nivel local también el FPV y el FP definieron sus candidatos en las PASO, pero en este caso con 4 y 3 listas respectivamente. Ambas primarias tuvieron un ganador claro: la lista encabezada por Carlos Cheppi obtuvo el 48% de los votos en el FPV, mientras Carlos Arroyo obtuvo el 68% en la del FP.
Con respecto al piso requerido para acceder a las elecciones generales del 1,5 % de los votos y su efecto, el resultado fue el siguiente: a) para Presidente y vice fueron 3 las fuerzas que no obtuvieron los votos necesarios, b) 5 para Senadores Nacionales, c) 6 para Diputados Nacionales, d) 1 para Gobernador y vice, e) 4 para Diputados Provinciales por la 5ta Sección, y f) 4 a nivel local. No es casual que la categoría para Diputados Nacionales presentara la mayor cantidad de listas de candidatos dado que la posibilidad de acceder a un cargo es mayor que en el resto de las categorías, dado que se eligen 35 Diputados por turno mediante sistema D’Hont.
En consecuencia, las agrupaciones y frentes que compitieron en las elecciones generales a nivel nacional fueron: Frente Para la Victoria (Cristina Fernández de Kirchner) , Frente Popular (Eduardo Duhalde), Unión para el Desarrollo Social (Francisco de Narváez), Frente Amplio Progresista (Hermes Binner), Compromiso Federal (Alberto Rodríguez Saá), Coalición Cívica-ARI (Elisa Carrió) y el Frente de Izquierda y los Trabajadores (Jorge Altamira). A nivel provincial se sumaría Nuevo Encuentro (Martín Sabbatella) a esa lista, y a nivel local Acción Marplatense (Gustavo Pulti). En este sentido, el efecto de las PASO es notable: en 2007 las fórmulas presidenciales habían sido un total de 14, en 2011 esa cifra se había reducido a la mitad; para diputados nacionales el resultado es más notable de 25 listas en 2007 y 19 en 2009 se pasaba a solamente 7 en 2011. A nivel local, por otro lado, se pasó de 17 listas en 2007 y 16 en 2009 a sólo 9 en 2011.
Para 2013, año de elecciones legislativas, en la Provincia de Buenos Aires se sostuvieron algunas tendencias del estreno de las PASO en 2011, a pesar de las especificidades de las elecciones legislativas. Dichas tendencias eran: una reducción progresiva de partidos y frentes que se presentaban a las elecciones y, en segundo lugar, una gran resistencia a utilizar la instancia de las elecciones primarias para dirimir las listas de candidatos que se flexibiliza a escala local –en sentido opuesto al espíritu de la norma, huelga aclarar-. En ese año sólo Compromiso Federal utilizó esta instancia para dirimir candidatos, con la particularidad que, aún con 4 listas disputando, no logró alcanzar el piso requerido del 1,5%. De las restantes 9 alianzas presentadas 3 no lograron vulnerar la barrera electoral, por lo que para las generales se presentaron las siguientes: Frente Renovador (Sergio Massa), Frente Para la Victoria (Martín Insaurralde), Frente Progresista, Cívico y Social (Margarita Stolbizer), Unidos por la Libertad y el Trabajo (Francisco de Narváez), Frente de Izquierda y los Trabajadores (Néstor Pitrola) y Unión con Fe (Jerónimo Venegas). Para la PASO de Senadores Provinciales se replicó un escenario similar: Compromiso Federal presentó más de una lista sin lograr traspasar el mínimo electoral requerido, mientras el resto de los contendientes dispuso una única lista de candidatos.
A nivel local, por el contrario, las PASO se mostraron más competitivas y con una oferta mayor de candidaturas por cada una de las fuerzas políticas que lo ocurrido en el turno previo. En este caso también Compromiso Federal dispuso varias candidaturas (3), pero también lo hicieron el Frente Para la Victoria (5) y el Frente Progresista, Cívico y Social (4). Compromiso Federal tampoco trascendió las PASO en este caso, mientras que las otras dos internas tuvieron un claro ganador: Daniel Rodríguez se impuso con más de un 53% de los votos en el FPV, mientras Vilma Baragiola obtuvo el 65% en la del FPCyS, aunque en el FPV la diferencia con el segundo fue más estrecha y, en ese caso, el segundo logró colocar candidatos en la lista definitiva que se presentó en las elecciones generales. También a nivel local el número de agrupaciones se mantuvo estable a la baja: sólo 7 listas disputaron las elecciones generales, entre ellas las locales Acción Marplatense (Alejandro Ferro) y Agrupación Atlántica (Carlos Arroyo).

Lo que se viene: perspectivas y alternativas de las PASO 2015

El escenario abierto en 2015 para los electores marplatenses reafirma tendencias y muestra algunas novedades significativas. Este año, por primera vez, más de una alianza electoral presentará candidaturas varias a Presidente y vice en las PASO nacionales : Cambiemos (frente conformado por el PRO, la Unión Cívica Radical, la Coalición Cívica y otras fuerzas menores que propone a Mauricio Macri, Elisa Carrió y Ernesto Sanz como precandidatos), el Frente de Izquierda y los Trabajadores (Jorge Altamira y Nicolás del Caño), y Unidos por una Nueva Argentina (Sergio Massa y José Manuel de la Sota). Por otra parte, a nivel provincial también habrá más de una fórmula en el Frente Para la Victoria (Julián Domínguez y Aníbal Fernández) y en el Frente ‘Progresistas’ (Jaime Linares y Jorge Ceballos). En total las fuerzas presentadas son 8: Frente Para la Victoria, Cambiemos, Progresistas (Margarita Stolbizer), UNA, Compromiso Federal (Adolfo Rodríguez Saá), FIT, Movimiento Socialistas de los Trabajadores (Alejandro Bodart) y Frente Popular (Víctor de Gennaro). A nivel local –véase https://ocpemdp.wordpress.com/2015/06/25/configuraciones-politicas-los-candidatos-locales-y-sus-apoyos – se presentan 11 alternativas, de las cuales 4 disputarán las PASO con más de una lista (‘Progresistas’, UNA, Cambiemos y FIT).
A modo de conclusión intentaremos hacer algunas apreciaciones globales con respecto a los efectos que la nueva normativa electoral ha tenido en el comportamiento de los partidos políticos y el electorado. En primer lugar, es indiscutible el efecto que ha tenido la nueva legislación para restringir el número de frentes que participan efectivamente de las elecciones, esto ha disuadido a la proliferación de sellos partidarios ‘testimoniales’ que antes abundaban y ha propiciado la formación de frentes y coaliciones. En ese sentido, uno de los casos más significativos fue la creación del Frente de Izquierda y de los Trabajadores que se ha consolidado como una coalición estable y relativamente exitosa. Sin embargo, el caso del FIT parece excepcional en ese terreno, por lo general los alineamientos partidarios han sido inestables y fluidos, los partidos y dirigentes han circulado de un espacio a otro tanto en un peronismo crecientemente fragmentado, a pesar del predominio del oficialista FPV, y un inconsistente universo no-peronista (que incluye desde el PRO hasta el Partido Socialista, pasando por la más que centenaria UCR).
En segundo término, es preciso señalar que la ley electoral ha tenido muchas dificultades para propiciar que se diriman las candidaturas mediante el procedimiento de las PASO, si bien esta tendencia parece estar revirtiéndose en la medida que las propias fuerzas políticas reorientan sus propias estrategias en función de esta posibilidad. Sin embargo, lejos de ‘democratizar’ a los partidos políticos, tal como era pretendido, esta medida parece haberlos debilitado, invalidando cualquier mecanismo de selección interna y agudizado una tendencia preexistente a dirimir todo mediante acuerdos de cúpulas. Como señalamos, estamos todavía en un período de adaptación dado que se trata recién del tercer turno electoral definido mediante este mecanismo y, en ese sentido, los partidos y candidatos han ido modificando algunas conductas en función de las nuevas reglas.
Las PASO 2015 presentan un escenario electoral todavía incierto, con la certeza que los titulares tanto del Ejecutivo nacional como el del provincial cambiarán en diciembre de este año. Esa situación ha conformado un mapa político que durante el último año ha mostrado un dinamismo vertiginoso: con una multiplicidad enorme de potenciales precandidatos –muchos de ellos efímeros-, con saltos constantes de dirigentes de una fuerza a otra, con alienamientos y realineamientos partidarios constantes, con rumores de todo tipo. Sin embargo, a pesar de la particularidad de esta coyuntura electoral específica, hemos podido reconstruir algunas tendencias electorales desde la implementación de esta nueva normativa que nos permiten alumbrar algunos aspectos de la dinámica electoral partidaria de
nuestros días.