Avances y desafíos de la paridad política en la Provincia de Buenos Aires: un análisis de las listas de la Quinta Sección y la Municipalidad de General Pueyrredon.

Paula Bedin (CONICET- UNMdP)[*]

A la historia de la incorporación de las mujeres al terreno de la representación política se le ha sumado un gran avance recientemente en nuestro país.  En octubre del 2016 se aprobó y promulgó la Ley 14848 en la Provincia de Buenos en la cual se establece una participación política equitativa entre los géneros para todos los cargos electivos. En el mismo año también se sancionaron leyes similares en otras provincias como Salta, Chubut y Neuquén. Estas provincias no fueron las primeras en aprobar una ley de paridad de género. En el año 2000, Santiago del Estero y Córdoba adoptaron la paridad política y dos años más tarde se sumó Río Negro. Estas últimas tres lo hicieron en el marco en el cual una gran cantidad de provincias debatían si se acoplaban o no a lo determinado por la ley de cupo femenino (Ley 24012). En estos casos, la decisión fue incorporar un cupo mínimo de candidaturas de mujeres en las listas electorales pero no del 30% (como establecía la legislación nacional) sino del 50%.

Desde entonces la paridad política parecía ser sólo un fenómeno que había ocurrido en algunas pocas provincias de la Argentina en un pasado lejano. Sin embargo, en el año 2014 tuvo lugar un boom de proyectos legislativos que fueron presentados en una gran cantidad de provincias y a nivel nacional. De este renovado impulso que cobró el debate por la paridad política no sólo emergieron las leyes anteriormente mencionadas sino también la media sanción en la Cámara de Diputados Nacionales que tuvo lugar el 12 de septiembre pasado. Esta medida fue respaldada por todos y todas las diputadas/os con la excepción de algunos/as legisladores de izquierda.[1] Por este motivo, se espera que para la primera semana de octubre sea finalmente aprobada por amplia mayoría en el Senado de la Nación.

La temprana adopción de la paridad en algunas provincias permitió un análisis profundo sobre los avances y desafíos de este tipo de leyes para la representación política de las mujeres. Estos estudios demostraron, entre otras cosas, que incluso en un contexto de paridad política la combinación entre pocos cargos para distribuir en distritos pequeños y las listas encabezadas en su mayoría por hombres, atenta contra el acceso de las mujeres a los cargos. En ese sentido, una paridad real sólo puede existir si los partidos políticos se comprometen con el objetivo de una distribución equitativa de la representación política.

Este es el tipo de obstáculos con los que debe lidiar la ley recientemente aprobada en la Provincia de Buenos Aires. Al realizar un análisis de las listas presentadas en las PASO 2017 tanto como las oficializadas para las próximas elecciones generales en octubre, para la Municipalidad de General Pueyrredón y para Senadores/as Provinciales de la Quinta Sección electoral, pudimos comprobar que en su mayoría están encabezadas por hombres. Respecto de las listas presentadas en las PASO a nivel municipal, de un total de 25 listas presentadas todas respetan la paridad política, alternando un hombre y una mujer o viceversa. No obstante, 21 de ellas está encabezada por hombres y sólo 4 por mujeres. Algo similar ocurre en las listas de la Quinta Sección, las cuales si bien respetan la paridad y la alternancia, de un total de 19 listas sólo 4 están encabezadas por mujeres. La situación se agrava aún más cuando analizamos las listas oficializadas para las próximas elecciones de octubre. En las candidaturas a concejales sólo una lista está encabezada por una mujer. En las listas para la quinta sección todas ellas están encabezadas por hombres.

Si efectuamos una prospección a partir de los resultados de las PASO, la distribución a través del sistema D´Hont nos muestra que de las cinco bancas que se ponen en juego para la Cámara de Senadores en la Quinta Sección de la Provincia de Buenos Aires la lista ganadora obtendría 3 de las 5 bancas mientras que le corresponden 2 lugares a la segunda fuerza. Si tenemos en cuenta que ambas listas están encabezadas por hombres, esas cinco bancas serán ocupadas por 3 hombres y 2 mujeres. Si en el resto de las secciones electorales se repite este escenario, la paridad de las listas no se verá reflejada en las bancas.

En el terreno municipal puede verse con mayor magnitud cuál es el problema que enfrentamos si las listas estuvieran encabezadas todas por hombres. De consolidarse en octubre los resultados de las PASO, las bancas se distribuirían en cinco concejales por la lista ganadora, tres concejales para la segunda fuerza y dos concejales para las listas que quedaron en cuarto y quinto lugar [2]. Si las listas ganadoras estuvieran encabezadas todas por hombre, de esas 12 bancas que se renuevan entrarían 7 hombres y 5 mujeres. Gracias a que, contingentemente, la única lista encabezada por una mujer resultó ganadora en las PASO, probablemente el resultado en octubre finalmente sea paritario. No obstante, no deja de ser posible el panorama en el cual la distribución de las bancas (5-3-3-1; 6-2-2-1-1; entre otras) devuelva un resultado que no lo sea.

De esta manera, los resultados nos muestran que las leyes de paridad en sí mismas son exitosas, pero que la cultura política de los partidos tiene que transformarse para no presentar obstáculos a dicha ley. La ley en sí misma es exitosa porque puede lograr el objetivo de la paridad política, elevando así la representación femenina del 30 % mínimo establecido por la ley de cupo femenino. Pero su éxito se relativiza en contextos donde las listas siguen en su mayoría siendo encabezadas por hombres.

 

[*] Es Doctora y Magister en Ciencias Sociales y Humanas por la Universidad Nacional de Quilmes, Licenciada y Profesora en Filosofía por la Universidad Nacional de Mar del Plata. Es becaria posdoctoral del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas e integrante del Grupo de Estudios sobre Familia, Género y Subjetividades, en el Centro de Estudios Históricos (CEHIS), Facultad de Humanidades. Se desempeña como Ayudante Graduada regular en la Facultad de Psicología y en la Facultad de Trabajo Social, UNMdP. Sus temas de investigación son el género en relación a la ciudadanía, la representación política y la inclusión / exclusión.

[1] Las razones por las cuales el bloque de izquierda no respaldó el proyecto de ley pueden leerse en: https://www.infobae.com/politica/2016/10/20/que-diputados-votaron-en-contra-de-la-paridad-de-genero/

[2] Véase Bianchino Augusto, “Los resultados de las PASO en el Distrito de General Pueyrredón: un análisis en perspectiva histórica”  en Observatorio Ciudadano Político Electoral, septiembre 2017, disponible en: https://www.observatoriopolitico.com.ar/los-resultados-de-las-paso-en-el-distrito-de-general-pueyrredon-un-analisis-en-perspectiva-historica/

La coalición Cambiemos en el gobierno local: “Emergencia contra la Violencia por motivos de Género”

Maylén Bolchinsky – Mariana Pizzul

Cambiemos ha demostrado ser una exitosa coalición electoral tanto a nivel nacional como local. La confluencia de diversas fuerzas partidarias, con perfiles políticos distintos, permitió asegurar la victoria electoral y el acceso al poder. Nos preguntamos ahora cómo se articulan los partidos que componen la coalición en la ciudad de Mar del Plata; ¿priman el consenso y la negociación?, ¿existe  una construcción política que encause las distintas fuerzas en una misma dirección o por el contrario, las diferencias internas obstaculizan la gestión? En definitiva ¿la coalición electoral Cambiemos funciona también como una coalición de gobierno?

Para comenzar a indagar en esta cuestión proponemos analizar el tratamiento de una medida puntual en la gestión del gobierno local, la declaración de la “Emergencia contra la Violencia por motivos de Género y Diversidad”, aprobaba el pasado 9 de junio.

El proyecto dialoga con el “Programa nacional para la erradicación de la violencia de género” presentado por el presidente Mauricio Macri durante el mes de julio del presente. Aunque aún no se han detallado los pormenores de coordinación entre los distintos ámbitos, nacional y local, los proyectos parecieran estar en una misma sintonía. Comparten ciertos lineamientos de acción y promoción de políticas en un amplio campo, que va desde la contención material y emocional de las victimas hasta una propuesta educativa integral- con mayor o menor alcance según el nivel-. La coincidencia en la presentación y elaboración de estos planes, ¿nos habla efectivamente de una cohesión política de la coalición en el poder, que hubiere pactado y definido como prioridad la atención a la violencia de género? No necesariamente. A nuestro entender, la producción y presentación de estos proyectos fue acelerada y propiciada por una campaña de sensibilización y concientización social que encuentra su epítome en la consigna Ni una menos. Precisamente en el mes de junio, por segundo año consecutivo la consigna se hizo eco en los medios y redes sociales adquiriendo difusión masiva.

 Analicemos el caso en la ciudad de Mar del Plata. La ordenanza aprobada por unanimidad, contó con el apoyo de los distintos bloques del Concejo. En decir, en lo que respecta a la votación, la dinámica de la coalición Cambiemos fue de una actuación conjunta. No obstante, el hecho de que el proyecto haya sido apoyado tanto por el oficialismo como por la oposición da cuenta de un consenso mayor, producto del clima social y la injerencia de la opinión pública, y no necesariamente de una unificación coalicional o de un funcionamiento de Cambiemos como coalición de gobierno. Efectivamente el proyecto que había sido inicialmente presentado el 8 de marzo, -fecha conmemorativa del Día de la Mujer- fue finalmente tratado y aprobado en el contexto de los días posteriores a la multitudinaria marcha Ni Una Menos.

 Al analizar el tratamiento previo a la aprobación de la ordenanza como algunas declaraciones de referentes de la coalición, podemos rastrear ciertas dificultades, como diferentes posturas respecto a la valoración de la gestión en materia de género que matizan la imagen de un bloque coalicional unificado.

En diversos medios de comunicación el proyecto fue presentado como una iniciativa del Ejecutivo. No obstante a tan sólo una semana de su aprobación el intendente Carlos Fernando Arroyo generó polémica al reconocer falencias en su administración y expresar “En tema de género, mi gestión es un fracaso».  Cristina Coria (UCR) respondiendo a estas declaraciones sostuvo, “Es probable que en la gran cantidad de temas  de los que se tuvo que hacer cargo, de una gestión que empezó no hace tanto tiempo, y que tuvo un sinfín de problemas quizás el Intendente no está al tanto en detalle de la gran cantidad de actividades que lleva adelante la Dirección de la Mujer y de cómo nuestro Municipio es modelo, frente a muchos otros […] probablemente en la vorágine de temas no tuvo tiempo suficiente para conocer en detalle cuantas cosas se hacen […] No podemos decir que la gestión es un fracaso. Sí podemos coincidir en que lamentablemente nada alcanza y que debemos redoblar esfuerzos”.

Los cruces de opiniones y apreciaciones encontradas, atribuidas por la concejal Coria –políticamente correcta- al “desconocimiento” del intendente respecto a las actividades realizadas en el área, sugieren, si no fragilidad en la imagen pública de la coalición, al menos ciertas dificultades en la comunicación entre los miembros de la misma que, al no ser resueltas por una vinculación o articulación interna, llegan al ámbito de la prensa.

La concejal Cristina Coria es una de las principales propiciadoras de este proyecto que se vio particularmente enriquecido por los aportes de las organizaciones que integran la Multisectorial de la Mujer. Sus integrantes participaron de numerosos debates y discusiones que contribuyeron a delinear los principales puntos de dicho proyecto y lo revisaron, de acuerdo a las posibilidades que planteaban los concejales del espectro político del recinto.

A la hora de sancionar la emergencia, los principales puntos de debate se gestaron en materia presupuestaria. Según declaraciones de representantes del movimiento de mujeres, el proyecto inicial tratado en Derechos Humanos contemplaba un número menor de medidas y una partida de dinero que no correspondía a las necesidades planteadas. Gracias a la insistencia de la Multisectorial se logró una asignación presupuestaria mayor, lo que posibilitó la implementación de medidas de mejor calidad y la inclusión de modificaciones.

El expediente fue aprobado con sustanciales cambios realizados por la comisión de Derechos Humanos, luego se le dio tratamiento en la comisión de Calidad de vida y Salud Pública. Posteriormente el proyecto se evaluó en la comisión de Hacienda, Presupuesto y Cuentas.

  • La ordenanza contempla los casos de violencia ejercida hacia mujeres e incluye a integrantes del colectivo LGTB (Lesbianas, gays, transexuales y bisexuales)
  • Establece la constitución de un equipo interinstitucional de seguimiento y atención de casos de violencia, la protección a la víctima, la ampliación de la capacidad y refuncionalización del Hogar de Tránsito Gloria Galé y la construcción de un hogar de media estadía.
  • Propone la ampliación de las asignaciones económicas para las víctimas de violencia, equivalentes al 40% del haber mínimo jubilatorio, seguido de la creación de una Bolsa de Trabajo que les asigne prioridad y ofrecimiento de cupos para la obtención de una vivienda social a las víctimas de ese tipo de violencia.
  • Asimismo prevé la creación de un Observatorio contra la violencia, que funcionará en la órbita de la Secretaría de Desarrollo Social y permitirá un seguimiento ciudadano de la efectiva aplicación de medidas contra la violencia por motivos de Género y Diversidad.
  • Finalmente impulsa la creación de un programa de capacitación y sensibilización permanente para todos los agentes municipales, con énfasis en aquellos que intervienen en la atención de víctimas de violencia por motivos de género y la próxima apertura de una sede de la Comisaría de la Mujer en Batán.

Asimismo la aprobación unánime de la ordenanza contrasta con algunas de las medidas sostenidas por la gestión del gobierno local.

Por un lado la Dirección de la Mujer, que funciona bajo la órbita de la Secretaría de Desarrollo Social, conducida por Vilma Baragiola (UCR), no sólo carece de la jerarquización que amerita el tratamiento de la situación de emergencia sobre violencia de género, sino que ni siquiera se ha designado formalmente un coordinador de la Dirección.

 Por otro lado, la comisaria de la mujer a la que acuden entre 800 y 900 víctimas por violencia familiar y de género al mes, presenta serios problemas estructurales. No cuenta con un edificio propio, carece de espacios resguardados para tomar declaración y atender a las víctimas como de un lugar para guardar expedientes y elementos de pruebas, faltan desde insumos básicos hasta móviles para el traslado de personas.

Funcionarios de la oposición y representantes de organizaciones feministas denunciaron falencias de gestión e incoherencias en las declaraciones de distintos funcionarios oficialistas en la ciudad.

Rodolfo Iriart ex Secretario de Seguridad municipal declaró ante la prensa, haber gestionado un programa para dar solución a muchas de las problemáticas de la comisaría de la mujer, programa que se vio interrumpido por el cambio de gobierno. Por su parte Balut Tarifa Arenas señaló que “de poco servirá tener declarada la emergencia en violencia de género si no se atienden cuestiones elementales y necesarias para mejorar el funcionamiento de esta dependencia policial que es clave y donde es fundamental la asistencia a la víctima»

Esteban Trímboli miembro de la agrupación Mala Junta, colectivo feminista de Patria Grande, quien accedió a hablar con nosotros señaló: “En el marco de la marcha ´Ni una menos´ se desarrolló en el Concejo Deliberante la Jornada de Reflexión ´La violencia de género también es cosa de hombres´. Allí se expresaron concejales tanto del oficialismo como de la oposición. Fue indignante escuchar a funcionarios del recinto decir cosas como: ´Los hombres debemos acompañar a las mujeres en esta lucha, en definitiva ellas son las que nos dieron la vida, las que educan a nuestros hijos´ o inclusive ´ellas son lo que más nos gusta´. Palabras, pensamientos que demuestran lo lejos que estamos aún de hablar de un compromiso serio y un entendimiento mínimo de lo que estamos tratando.”

Más allá de las preocupaciones sobre el tratamiento que seguirá a la aprobación de la ordenanza, las distintas fuerzas políticas coincidieron en destacar la importancia del trabajo llevado adelante y el consenso alcanzado para lograr la sanción de esta norma. Las organizaciones que trabajan sobre estas problemáticas desde hace años, celebraron la aprobación como una primera victoria ante exigencias con una historia de larga data y esperan una participación activa en su aplicación.

En lo que respecta a la coalición Cambiemos, a pesar de la aprobación unánime de la ordenanza, su gestión en materia de género en el espacio local permite advertir ciertas dificultades e inconsistencias como posicionamientos encontrados que dan cuenta de una postura poco clara en cuanto a la prioridad otorgada a las cuestiones de género en la agenda de gobierno.

Este caso particular forma parte de una diversidad de problemáticas que ha tenido que afrontar la coalición en lo que va de gestión. El desafío no solo implica articular las distintas fuerzas partidarias que la conforman, también debe sortear las fricciones generadas al interior de los partidos. Hace algunos días, referentes de la UCR en la ciudad han expresado su disconformidad con el desempeño de algunos funcionarios radicales, entre otros la concejal Cristina Coria y, a su vez, han reclamado al intendente Carlos Arroyo la conformación de una mesa del espacio Cambiemos que permita mayor fluidez y consensos en la toma de decisiones de los partidos que integran este espacio.

Todo pareciera indicar que aún queda mucho camino por recorrer en la construcción política de la coalición. Ante este panorama no nos es posible asegurar que la coalición electoral Cambiemos esté gestionando efectivamente como una coalición de gobierno.