Baja de la edad de imputabilidad: un vistazo a la opinión ciudadana en la web 2.0

Emiliano Andrés Calomarde[*]

El avance de cualquier política pública difícilmente pueda desanclarse, en un marco democrático, de la existencia de cierto consenso o la ausencia de grandes reticencias por parte de la ciudadanía. En los últimos años, el incremento notorio de los canales de expresión, información y participación habilitados por la web 2.0 ha convertido a la Red en una verdadera arena de debates (como también de batallas ideológicas) que nos permiten seguir de cerca las configuraciones y las transformaciones de la opinión pública.

Las líneas siguientes, enmarcadas en mi tesina de grado de sociología (UNMdP), son el resultado del análisis de los comentarios de lectores de dos sitios de noticias de Mar del Plata, La Capital y Ahora Mar del Plata. Si bien a lo largo de la investigación la intención principal no fue focalizarnos meramente en los contenidos que circulan en la Red, sino más bien en las dinámicas que el comentario (tecnologías) introduce en la conversación (discursos), los hallazgos sobre las opiniones que los ciudadanos exponen sobre la seguridad y la delincuencia juvenil nos permite introducir, a continuación, algunas reflexiones respecto de un polémico proyecto.

Durante los primeros días de marzo de 2019, el gobierno de Mauricio Macri envió a la Cámara de Diputados un proyecto firmado por la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el Ministro de Justicia, Germán Garavano, en el que se pretende bajar la edad de imputabilidad a los 15 años (en adolescentes que hayan cometido un delito reprimido con penas mayores a 15 años)[1]. La justificación de esta medida, según como se observen las estadísticas, alude a la preocupante participación de los menores en la totalidad de los delitos. En 2015, según datos suministrados por el Ministerio de Justicia, un 23% de los presuntos autores de homicidios dolosos fueron adolescentes menores de 19 años. Sin embargo, dado el bajo porcentaje de conocimiento sobre la autoría de los crímenes, si se contemplan la totalidad de los homicidios, ese dato disminuye al 9,5%. [2]

A pesar de que el proyecto se había cajoneado en 2017, luego de consolidar una serie de medidas en esta dirección (la compra de pistolas Taser, por ejemplo), el gobierno comprendió que era un momento oportuno para reincidir con la propuesta. En este contexto las disputas entre los usuarios en la Red comienzan a entretejerse con las decisiones políticas. El hecho de que Cambiemos presta atención a lo que sucede en las redes sociales (en realidad que cualquier gobierno lo hace después de la victoria de Barack Obama en las presidenciales de 2008) no es ninguna novedad. Este proyecto contribuye a reafirmar esta aseveración.

Los policiales, y específicamente aquellas noticias en las cuales se involucra a menores de edad como víctimas o victimarios de hechos delictivos, son las secciones de mayor participación ciudadana en las plataformas locales. El análisis de un universo comprendido por más de 5.000 comentarios de lectores y 200 noticias en La Capital y Ahora Mar del Plata arroja que, en una inmensa mayoría, los usuarios se expresan mediante un discurso veloz, reactivo e hiperbólico que encuentra en la agresividad y en la retaliación una simbiosis perfecta. La homogeneidad discursiva entre los usuarios parece dejar en evidencia la aceptación del endurecimiento punitivo y el avance de este tipo de políticas públicas.

La figura 1 contiene algunos de los cientos de casos que ejemplifican estas posturas. Se trata de lectores que comentan en una noticia de La Capital en la que se relató que la policía había matado a un adolescente de 16 años en el barrio Libertad (en la zona oeste de Mar del Plata) tras ser perseguido por el robo de un automóvil. [http://www.lacapitalmdp.com/el-delincuente-abatido-por-la-policia-era-menor-de-edad/ ]

Figura 1. Ejemplos de discursos en las plataformas locales de noticias

Fuente: La Capital MdP

En una noticia en donde se mostraban las instalaciones y la vida de los adolescentes en el “Batancito” (Centro Cerrado de Menores de Batán) [
https://www.lacapitalmdp.com/batancito-un-recorrido-por-el-interior-de-la-carcel-para-menores/ ] y en otra en la que se describió una golpiza propinada por la policía a dos menores, los argumentos de los lectores parecen mostrarse también en favor del proyecto de ley [ https://ahoramardelplata.com.ar/brutal-golpiza-la-policia-dos-menores-que-intentaron-robar-n4121155 ]

Figura 2. Iteración de los comentarios

Fuente: La Capital MdP y Ahora Mar del Plata

Los comentarios se multiplican por cada hecho delictivo narrado por los sitios de noticias marplatenses. Un caso más que puede sumarse a los anteriores es el de un “robo piraña” que sufrió el Club Atlético Quilmes (macrocentro de la ciudad) durante el año 2017 y que fue perpetrado por seis adolescentes, entre ellos dos jóvenes de 14 y 15 años. [https://www.lacapitalmdp.com/robo-pirana-adolescentes-armados-robaron-a-tres-menores/ ]

Figura 3. Algunos casos más de intervención ciudadana   

Fuente: La Capital MdP

El estudio de estas conversaciones nos aproxima a las moralidades que la ciudadanía expresa en estos microespacios de esfera política. Sin embargo, ¿podemos asegurar que se trata de opiniones públicas estables y precisas o más bien de exabruptos y formas recurrentes de relacionarse en la Web? ¿Cuál es el papel de la tecnología en este escenario y cuáles son sus posibles efectos políticos? Estas preguntas complejas, que difícilmente puedan ser respondidas de manera definitiva, nos invitan a reflexionar más allá del nivel del contenido de las intervenciones.

En efecto, se observa un amplio consenso entre los comentaristas respecto a estas políticas, lo cual puede relacionarse con el avance de las mismas. Sin embargo, la mera existencia de estas opiniones no garantiza su causalidad. Los comentarios son discursos breves y beligerantes (es por ello que algunos pocos lectores discuten con las posturas que hegemonizan esos espacios) que forman parte de una estructura mediática más amplia que los estimula y contiene. La mayor parte de los usuarios de La Capital y Ahora Mar del Plata participan desde un celular y más de un tercio de ellos acceden al sitio desde Facebook [3], lo que tiene consecuencias concretas en términos de velocidad, del (menor) nivel de argumentación o, inclusive, de manipulación de la información por parte de las plataformas comerciales.

 Parecen existir ciertos códigos o formulismos en las intervenciones lo que responde además a que, por la propia mediación tecnológica, el vínculo entre el comentario y el contexto de la noticia es relativamente débil. Por ello, los esquemas de pensamiento que salen a la luz poco tienen que ver con los contenidos de los hechos, siendo la ideología y un formato de enunciación similar lo que los unifica.

En conclusión, se requiere de un minucioso análisis para desarmar las complejas relaciones (tecnológicas y humanas) que permiten que un usuario exprese su visión en Internet. La lectura de comentarios puede ser un buen método de acercamiento a la opinión pública si se conciben como elementos que conforman una red más amplia. Es por ello que, aunque efectivamente exista un vínculo entre las decisiones políticas y los debates cibernéticos, aún no podemos inferir con exactitud los efectos que han tenido y tendrán en la elaboración de proyectos de ley como el que propone bajar la edad de imputabilidad. Empero, no hay dudas de que contemplar el entorno digital es y será una de las apuestas fuertes de cualquier candidato y un canal en donde, inexorablemente, se ponen en juego mucho más que las opiniones aisladas de la ciudadanía.  

[*] Becario estudiante avanzado UNMdP. Carrera de Sociología. Facultad de Humanidades.

[1] https://www.lanacion.com.ar/2225037-el-gobierno-envio-diputados-proyecto-baja-edad

[2]http://www.jus.gob.ar/media/3211256/Informe%20sobre%20J%C3%B3venes,%20Delito%20y%20Justicia%20Penal%20final.pdf

[3] https://www.lacapitalmdp.com/un-ano-hhistorico-para-la-pagina-web-del-diario-la-capital/

El neoliberalismo y el recorte en Ciencia y Universidad

Por Roberto Tortorella y Marcela Ferrari

El 23 de agosto de 2018 en el marco de la lucha en defensa de la Universidad pública, tuvo lugar una clase pública en la que se buscó abordar desde una perspectiva conceptual e histórica las políticas llevadas adelante por el gobierno de Mauricio Macri en los campos de Ciencia y Universidad. Desde el OCPE, recuperamos algunos pasajes de la presentación porque consideramos necesario dotar de argumentos sólidos la crítica hacia las políticas que el gobierno de Mauricio Macri está implementando en el sector, iniciativas que han sido caracterizadas por la oposición política como neoliberales.

¿Qué se entiende por neoliberalismo en educación?

El uso abusivo del sustantivo neoliberalismo y del adjetivo neoliberal ha terminado por restarles consistencia. En todo caso, en su uso habitual son términos moralmente estigmatizantes de lo que aparezca asociado a ellos. Para devolverles a estos conceptos mordiente crítica, cabe ofrecer trazos que definan su lugar en el contexto de las últimas décadas, particularmente en las áreas educativa y científica, que son las que aquí nos interesan.

Así como el liberalismo clásico enfrentó a las monarquías autoritarias, el mercantilismo y los privilegios de las sociedades de Antiguo Régimen, el neoliberalismo se identifica con la reconstrucción del liberalismo, amenazado por el avance de las tendencias colectivistas del siglo XX. Los contendores principalísimos han sido, en este sentido, los fenómenos rotulables como fascismos y el socialismo o el comunismo, pero también el Estado social producto de las políticas bienestaristas y las perspectivas keynesianas o herederas de ellas.

Partiendo de este diagnóstico, si bien no necesariamente se propone la desaparición del financiamiento público de la educación en sus niveles básicos, sí hay en el horizonte neoliberal una idea de suprimir la oferta pública de educación, dadas las características del sistema. Es un caso típico en el que hace falta el Estado para crear un mercado y sostenerlo.

Escalante Gonzalbo ha sostenido que la educación pública condensa todos los defectos del “antiguo régimen” colectivista, a juicio del pensamiento neoliberal:

-Peso en el gasto público (lo que resulta en una tentación para el recorte, el control y la reducción del déficit);

-Organización burocrática y formal (currículas, programas, materias, temarios, directores, inspectores, etc.), todo lo cual es sospechoso de ineficiencia dado que no hay en este terreno señales de precios;

-Se basa en una corporación profesional extendida, sólida y bien organizada, con conciencia gremial y dispuesta a defender sus intereses;

-Es un lugar excepcional para librar una batalla ideológica que reposicione al pensamiento de esta tradición.

En tanto la educación es entendida como un instrumento en la formación de “capital humano”, el gasto debe recuperarse –volverse económicamente útil- bajo la forma de rendimiento en el futuro. La educación se convierte en un emprendimiento individual que adquiere valor por su impacto en el ingreso o la generación de riqueza y, consecuentemente, la pertinencia de sus orientaciones deben juzgarla los particulares o el mundo empresarial, en desmedro del Estado o los profesionales del sistema educativo. Para comprender la especificidad de esta perspectiva, al menos en lo que refiere al presupuesto orientado a la ciencia y las políticas universitarias, hemos resumido los principales aspectos de su recorrido histórico desde el retorno democrático a la actualidad.

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Características del reclamo por el aborto legal, seguro y gratuito en el Municipio de General Pueyrredón (2018)

Por Cintia Rodrigo (CONICET- CEHis, UNMdP)

El 6 de marzo de 2018 ingresó al Congreso de la Nación el Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) presentado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito (de ahora en más Campaña Nacional). Ese día se realizaron actividades de apoyo a la presentación en distintos lugares del país y Mar del Plata fue uno de ellos. Convocada por el Movimiento de Mujeres y Diversidad de Mar del Plata-Batán (MMD), se realizó una concentración frente al Palacio Municipal donde alrededor de 50 personas se manifestaron con sus característicos pañuelos verdes en apoyo al proyecto de ley.

Desde 2005, año de lanzamiento de la Campaña Nacional, los pañuelos verdes fueron pasando de ser patrimonio de un grupo reducido de militantes a ser un distintivo cada vez más frecuente en las actividades del feminismo en Argentina. Año a año se fueron sumando mujeres, travestis, trans y varones a esta Campaña Nacional, de manera permanente algunas, otras portando sus pañuelos en cada una de las actividades del movimiento de mujeres de las que participaba.

En 2018 cambió esa realidad y la presencia de los pañuelos verdes se multiplicó por miles. Días antes de la presentación del proyecto de ley—por séptima vez consecutiva—el presidente Mauricio Macri anunciaba que habilitaría el debate en el Congreso. Y dos días después de la presentación, el histórico paro internacional de mujeres del 8 de marzo evidenció el gran crecimiento y consolidación del feminismo en Argentina, y fue un impulso muy importante para la instalar en agenda el debate sobre la legalización del aborto. A cinco meses del inicio del tratamiento parlamentario el proyecto cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados. Resta una instancia clave: el Senado definirá este 8 de agosto si se convierte en Ley.

Los cinco meses transcurridos desde la presentación del proyecto de ley se caracterizaron por una intensa actividad del feminismo nacional y local. Esta nota tiene como objetivo describir los rasgos que asumió el reclamo por la legalización del aborto en el Municipio de General Pueyrredón (MGP), con epicentro en la ciudad de Mar del Plata.

Entre marzo y agosto de 2018 se registraron 35 actividades en reclamo de la aprobación de la ley IVE, lo que arroja un promedio mensual de 7 actividades, las cuales variaron según sus formatos, lugares de realización, organizaciones convocantes y cantidad de participantes[i].

Durante este período la principal consigna, común a todas las actividades, fue la denominada “triple consigna”, elaborada por la Campaña Nacional: “educación sexual para decidir, anticonceptivos, para no abortar, aborto legal para no morir”. En función de las instancias de tratamiento en el Congreso fueron incorporándose nuevas consignas a las convocatorias: durante marzo la “triple consigna” se combinó con múltiples reclamos en actividades masivas, durante abril y mayo se reclamó “aborto legal ya”, en junio “que sea ley”, en julio y agosto “será ley”. Estas breves consignas se utilizaron además para realizar campañas en las redes sociales los días jueves, marcando la presencia del reclamo “en las calles y en las redes”.

En cuanto al formato de las actividades en MGP fue preponderante el “pañuelazo” (51%), lo que evidencia que el reclamo por la legalización del aborto amplió el “repertorio de protesta” local. El porcentaje restante (49%) se distribuye entre formatos tradicionales de protesta como marchas, paros, realización de festivales, vigilias y junta de firmas. Vale destacar que muchas de las actividades que se realizaron en formatos más tradicionales incluyeron la realización de “pañuelazos”, consolidándolos como rasgo distintivo del repertorio de protesta asociado al reclamo de legalización del aborto.

Actividades en reclamo de la legalización del aborto, según tipo, MGP, marzo-agosto 2018 (%)

*Paros realizados: uno que reclamaba la aprobación de la ley IVE y dos que la ubicaron entre sus principales reclamos. Fuente: elaboración de la autora.

¿En qué consisten  los “pañuelazos”? Se trata de concentraciones de mujeres, trans, travestis y algunos varones de una o dos horas de duración durante las cuales se realizan cantos y se toman fotografías colectivas con los pañuelos abiertos en señal de apoyo al proyecto de ley. Estas actividades se realizaron sobre todo los días martes en el centro de la ciudad de Mar del Plata, como parte de los “martes verdes” propuestos por la Campaña Nacional para ser replicados federalmente. Durante algunos “pañuelazos” se sumaron otras actividades como venta de pañuelos, estampado de pañuelos, pintura de carteles o maquillado alusivo. Con un formato laxo, las participantes fueron fundamentalmente adolescentes y jóvenes, en general asistiendo de manera autoconvocada de manera individual o en pequeños grupos. Se registraron “pañuelazos” en otros puntos específicos de la ciudad.

La mayor parte de las actividades realizadas (61%) superaron les 100 participantes, aunque hubo concentraciones de entre 50 y 100 personas sobre todo en el formato “pañuelazo” (39%). Las actividades que contaron con más de 500 participantes y llegaron a varios miles de personas (12%) adoptaron el formato de marchas por el casco céntrico de la ciudad de Mar del Plata.

Las actividades se convocaron sobre todo desde la mesa de la Campaña-MGP (29%) de manera individual o bien desde el MMD (14%). En tercer lugar se ubican las actividades multisectoriales convocadas por la Campaña Nacional-MGP, el MMD y diversas organizaciones (17%). Otras actividades en apoyo a la ley IVE fueron organizadas por profesionales de la salud y/o sindicatos (11%) universitarias (11%) y centros de estudiantes (6%). Las cifras expresan tanto el protagonismo de la Campaña Nacional-MGP como la pluralidad de sectores que se movilizaron reclamando la sanción del proyecto de ley. 

Actividades en reclamo de la legalización del aborto, según organizaciones convocantes, MGP, marzo-agosto 2018 (%)

Fuente: elaboración de la autora.

La dinámica de crecimiento del reclamo puede medirse en la demanda de pañuelos verdes de la Campaña Nacional que llevan estampada la “triple consigna”. A lo largo de estos meses la filial MGP puso a la venta pañuelos en cada una de las actividades realizadas, los cuales se agotaron sistemáticamente. Se recibían y vendían tandas desde 50 a 100, 200 e inclusive de 500 pañuelos en festivales y marchas. Desde la Campaña Nacional-MGP entre marzo y agosto se vendieron más de 1400 pañuelos oficiales, los cuales son producidos por una cooperativa y representan su principal fuente de financiamiento.

Otras organizaciones también confeccionaron pañuelos que replicaban el verde y la “triple consigna” y distribuyeron o vendieron cientos en cada una de las actividades realizadas a lo largo de estos cinco meses, en una cifra igual o mayor a la de pañuelos oficiales. En las últimas semanas se sumaron vendedores ambulantes con pañuelos producidos por ellos mismos, los cuales también se agotaron. La demanda fue tal que ante la falta de abastecimiento ocasional se implementó en algunos “pañuelazos” y marchas el corte de metros de tela verde aportada por las propias asistentes, distribuyendo pañuelos improvisados que permitían portar el color distintivo del reclamo a decenas de mujeres.

Dada la pluralidad de fuentes de producción es difícil estimar el número total de pañuelos distribuidos y/o producidos, con o sin estampa durante los cinco meses que transcurrieron desde la presentación del proyecto de ley. No obstante, el pañuelo se ha convertido en una especie de emblema portado en cuellos, muñecas, mochilas, carteras y todo lugar que lo permita por parte de mujeres, travestis, trans y cada vez más varones. Una suerte de ejército heterogéneo y multifacético que con su pañuelo como distintivo mantiene constantemente visible en el espacio público la demanda que lo unifica: que sea ley.

[i] Los datos fueron recabados en distintas fuentes: periodísticas (diario La Capital, portal 0223, Qué digital, El marplatense, El retrato de hoy), gacetillas de prensa, volantes, perfiles de redes sociales de la Campaña Nacional-MGP, del MMD y de otras organizaciones. Información que fue complementada con entrevistas semi-estructuradas realizadas por la autora los días 4 y 6 de agosto de 2018 a tres de las principales referentes de la Mesa de la Campaña Nacional-MGP: Roxana LeFayt, Alba Salinas y Valeria Crespo.

El tercer sector en Mar del Plata

Germán Pérez (coord.)

La presente investigación es resultado del trabajo realizado en el marco del acuerdo de colaboración suscripto por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) y la Universidad Nacional de Mar del Plata para desarrollar el proyecto “Estudios sociológicos y demográficos de problemáticas locales y regionales” (Ordenanza de Consejo Superior Nº 229 del 4 de julio de 2013).

 Nos propusimos entonces una investigación en el nivel municipal que permitiera aproximarnos a la fisonomía del tercer sector marplatense con un doble propósito: por un lado, contribuir mediante una sistematización de los datos disponibles a la producción de políticas públicas en el área; por el otro, elaborar una serie de análisis de los datos que nos proveyera un diagnóstico crítico sobre las relaciones del gobierno local con los actores no gubernamentales que se desarrollan a distancia del estado y el mercado.

 Entendemos por tercer sector a una esfera de acción social y política que surge a distancia del estado y del mercado con capacidad de elaborar demandas y generar formas de participación y autogestión propias. Nos interesó indagar esa dimensión participativa y local de la ciudadanía que refuerza la democracia y vincula al ciudadano con una experiencia viva y protagónica de la política.

 Los interrogantes básicos que orientaron la investigación fueron: ¿Cómo es el tercer sector en Mar del Plata? ¿Qué tipo de actividades se desarrollan en la “sociedad civil”? ¿Qué organizaciones predominan? ¿Qué relación hay entre el Estado y las organizaciones de la sociedad civil/tercer sector? ¿Qué potencialidades y limitaciones encuentran las agencias públicas del gobierno local para articularse con este tipo de organizaciones?

Tomamos como fuente de análisis al Registro de Entidades de Bien Público (EBP) que elabora la Dirección de Relaciones con las ONG del Municipio de General Pueyrredón. Mediante este registro voluntario, que constituye el reconocimiento de las organizaciones como interlocutores válidos por parte del estado municipal, los funcionarios habían recopilado una abundante cantidad de información relevante. No obstante, nunca había sido sistematizada ni digitalizada debido a problemas técnicos, de infraestructura y capacitación. Dos nuevos objetivos se articularon a partir de ese momento: a) recuperar la gran cantidad de trabajo realizado por un conjunto de actores al completar el cuadernillo de registro en una base de datos consolidada,  y b) proporcionar lecturas sobre los datos que contribuyeran a la toma de decisiones en materia de políticas públicas.

 El trabajo de archivo se realizó en las dependencias municipales durante los meses de agosto y septiembre de 2013. El resultado del trabajo de campo fue que se completó la matriz de datos con información de 258 formularios de registro de EBPs. Esta base de datos fue posteriormente consolidada y procesada mediante SPSS. El procesamiento incluyó además la construcción de tipología de organizaciones según el ámbito al que orientan actividades. Durante el año 2014 se procedió a la elaboración de las variables y categorías que se presentan a continuación.

Informe INDEC- UNMdP

Informalidad y pobreza se conjugan en la recolección informal de residuos sólidos urbanos reciclables.

Prof. MSc. Nélida M. Barabino[1]

 

                Entre las postales habituales que se pueden observar en Mar del Plata, está la de los recolectores informales de residuos domiciliarios reciclables (RSUR), comúnmente denominados “cirujas o cartoneros” que,  con distintos vehículos,  recorren cada día las calles para obtener todos aquellos elementos que les puedan reportar algún ingreso.

                Esta actividad es la expresión  territorial de la conjunción de problemáticas comunes en muchas ciudades medias latinoamericanas, siendo tres las principales: amplias brechas sociales, debilidad en la gestión de los residuos sólidos urbanos y laxitud de las normas ambientales.

                La profunda brecha que separa a los grupos sociales según su posición social y económica tiene expresión territorial, tanto por los barrios que habitan, la estructura de los mismos, las actividades que realizan y la forma en que satisfacen sus necesidades de supervivencia.

                En el caso de los recolectores informales, su realidad transcurre residiendo en los barrios periféricos mal servidos, generalmente de formación reciente en la historia de la ciudad y con marcados índices de necesidades insatisfechas como resultado de las dificultades que poseen para insertarse formalmente en los circuitos laborales debido a los precarios niveles de instrucción y capacitación para el trabajo que han alcanzado.  También deben considerarse situaciones macro estructurales por las que atraviesan los países pobres que desestructuran el mercado laboral y las posibilidades de promoción para vastos sectores de su población.  A su vez, las ciudades de los países pobres, habitualmente, presentan déficit con relación a la gestión urbana y normas relajadas respecto de algunos temas que no califican como  prioritarios en ese contexto.

                El caso de la gestión de los residuos sólidos domiciliarios (RSU) y particularmente de aquellos que son potencialmente reciclables es uno de esos complejos que en muchas ciudades, entre las que se incluye Mar del Plata, aún no ha podido gestionarse de manera tal de alcanzar los mejores resultados ambientales, sociales y  económicos. Pero paradójicamente esa falencia es la que permite que diariamente un grupo numeroso de conciudadanos obtenga de la “basura” depositada en las veredas su magro sustento de supervivencia, de manera lícita.

                La modalidad con la  que cada “cartonero” lleva adelante su tarea tiene relación con un número muy importante de factores entre los que se pueden mencionar las distancias que recorre desde su lugar de vida hasta el lugar de recolección, los miembros del hogar que participan, el tipo de materiales que recolecta, la capacidad de almacenamiento con que cuenta en su domicilio y las exigencias del acopiador a quien le vende, la experiencia en la actividad y la dedicación a la misma.

                Es por todo esto que estudiar en profundidad esta actividad permitió realizar una clasificación según el tipo de vehículos que utilizan ya que el mismo es un indicador de utilidad  para analizar todo el conjunto. Por ejemplo, aquellos recolectores que utilizan vehículos automotores –generalmente no habilitados para la circulación por sus condiciones de seguridad y dominios legales- realizan las recorridas entre varios miembros del hogar, transitando largas distancias y preferentemente en horario vespertino o nocturno. Recolectan básicamente cartones y sólo ocasionalmente objetos de gran tamaño. En las mismas recorridas obtienen productos alimentarios por el sistema de “mangueo” a los comercios, tarea en la que suelen tener activa participación los menores. Por su parte quienes utilizan carros con tracción a sangre, si bien también recorren grandes distancias, recolectan objetos más grandes, botellas de vidrio y metales, aunque ningún recolector, de ninguna modalidad de acarreo desecha el cartón. Otro grupo desarrolla organizaciones estratégicas algún día específico de la semana, por ejemplo “las timbreras” –quienes piden ropa o comestibles casa por casa como complemento a la práctica del cartoneo-  suelen realizar su tarea los días sábados por la mañana y en conjunto entre varios miembros de la familia/hogar, incluidos los menores.  Esta clasificación se completa con cartoneros que acarrean carros artesanales en motos o bicicletas o simplemente llevándolos de tiro caminando y esporádicamente encontramos algún recolector arrastrando su bolsa, un changuito de supermercado o una bicicleta con canasto.

                Es muy importante resaltar que toda vez que se está tratando de los RSUPR, lisa y llanamente se está tratando de DINERO, de mucho dinero. Contradictoriamente ese caudal económico por lo general no es gestionado, ni organizado, ni apropiado por los municipios, pobres y necesitados, sino por grandes empresarios recuperadores y por las industrias recicladoras de capitales nacionales o internacionales, localizadas en las grandes ciudades, muchas veces extraterritorializaciones de empresas multinacionales que obtienen materias primas a costo ínfimo en el que está incluido el de la mano de obra necesaria para recolectarla.

                El cierre de esta nota remite al título, en el que se indicó que la actividad de recolección informal de residuos sólidos urbanos potencialmente reciclables expresa la conjunción entre pobreza e informalidad. Los aproximadamente 1500/1800 recolectores informales existentes en Mar del Plata, pertenecen todos al segmento más precario de la sociedad, que realizan una actividad absolutamente informal por la que obtienen solamente un ingreso relacionado con el precio de los materiales, en negro,  y no por la mano de obra implicada en la actividad. Este primer eslabón, imprescindible, del circuito económico de la industria del reciclado se encuentra expresamente excluido en la resolución fiscal específica para el sector.

                La situación descripta es, en parte, la razón por la cual este recurso económico no es captado por los municipios en provecho de sus arcas siempre insuficientes para el desarrollo de sus territorios y población.

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Fardos de botellas de PET, en un acopiador mediano de sur de la ciudad

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Carro cartonero circulando por el Barrio Los Pinares

[1] Profesora en Geografía y Magister en Gestión Ambiental del Desarrollo Urbano. Docente-Investigadora de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Esta publicación está basada en los resultados de la tesis de maestría  «La importancia de la recolección informal de residuos urbanos reciclables. análisis de los aspectos sociales, ambientales y económicos

Brechas en la calidad de vida de la población: Desigualdades territoriales en Mar del Plata y el partido de Gral. Pueyrredón

Grupo de Estudios sobre Población y Territorio (Centro de Investigaciones Geográficas y Socioambientales – Fac. Humanidades – UNMdP)

Patricia Lucero; Claudia Mikkelsen; Fernando Sabuda; Sofía Ares; Marisa Sagua; Marcela López; Silvina Aveni; Matías Gordziejczuk;  Mariana Bruno; Graciela Berti –

 

¿Cuáles son las diferencias en las condiciones de vida de los pobladores del partido de General Pueyrredón? ¿Cómo se evidencian las desigualdades sociales entre los barrios del área urbana, las localidades menores y el espacio rural de hábitat disperso? ¿Cuántos habitantes se ven afectados según su distribución en el territorio? Estas son las preguntas que orientaron el análisis realizado respecto de la evaluación de la calidad de vida de quienes habitamos la ciudad de Mar del Plata y el partido de General Pueyrredón. Entendemos que la configuración espacial actual de la calidad de vida de la población local es el resultado de la aplicación de políticas públicas y privadas en el marco de cada patrón de acumulación instaurado en Argentina, pero también de las deficiencias y/o ausencias de tales políticas. De allí que las respuestas ofrecidas pueden ser centrales para contribuir con los tomadores de decisiones a nivel local:

El concepto calidad de vida no tiene una definición unívoca, ni alcance universal, sino que se construye y reconstruye en función de las particularidades culturales e históricas de los lugares. Aquí la concebimos como “una medida de logro respecto de un nivel establecido como óptimo, teniendo en cuenta dimensiones socioeconómicas y ambientales dependientes de la escala de valores prevaleciente en la sociedad y que varían en función de las expectativas de progreso histórico”, según la definió Guillermo Velázquez en 2001.

En base al Censo Nacional de Población, Hogares y Vivienda (CNPHyV) de 2010 calculamos un índice de calidad de vida (ICdV), medida resumen que permite evaluar objetivamente los diversos grados de bienestar existentes en el distrito, sintetizando la situación en base a indicadores sobre educación, saneamiento, vivienda y actividad económica.

En esa fecha, el partido de General Pueyrredón reunía un total de 618.989 habitantes, de los cuales 583.759 habitaban en la ciudad cabecera Mar del Plata. La alta concentración de población residente en la actualidad  significa un desafío importante para las políticas integrales en la perspectiva del desarrollo local y de la sustentabilidad urbana.

Para la ciudad de Mar del Plata (Mapa 1), la configuración territorial exhibe la prevalencia de un núcleo central consolidado con niveles medios de calidad de vida, una zona lindante extendida hacia el norte y el sur con guarismos más elevados, y condiciones bajas y deficitarias especialmente hacia el interior y las zonas de borde del ejido urbano oeste y sur. Sobre los ejes de circulación principales se distribuyen los niveles medios de calidad de vida en sentido radial, siguiendo el recorrido de las avenidas y su continuación en las rutas 11, 2, 226 y 88 que conectan a la ciudad con el interior del partido.

Mapa 1. Índice de calidad de vida (ICdV). Mar del Plata, 2010

Indice de calidad de vida Mar del Plata

Fuente: elaboración personal sobre la base de datos del CNPHyV 2010.

 El área periférica de Mar del Plata se asocia con menores registros en las condiciones de calidad de vida. Allí se observan mayores carencias en cuanto a vivienda, educación, actividad económica y saneamiento. Estas áreas son de poblamiento más reciente, y en muchos casos registran privaciones ligadas a la construcción de las viviendas e irregularidades en su régimen de tenencia, situación que repercute negativamente en la adecuada cobertura de ciertos servicios básicos. Se suman limitaciones en el acceso a la instrucción formal y al empleo registrado.

En lo concerniente al espacio rural y las localidades menores del distrito (Mapa 2), se identifican situaciones contrastantes, representativas de los cuatro grupos de calidad de vida que se han delimitado. Hacia el norte, en torno a la autovía 2, Estación Camet muestra niveles medios y bajos, mientras que en el ámbito de población rural dispersa la calidad de vida es baja. Hacia el noroeste, el entorno de la ruta 226 exhibe un mosaico de situaciones, por ejemplo, prevalecen condiciones contrapuestas entre el barrio residencial Sierra de los Padres (nivel alto y medio) y su entorno próximo (nivel bajo y muy bajo).

Mapa 2. Índice de calidad de vida (ICdV). Partido de General Pueyrredón, 2010

Indice de calidad de vida General Pueyrredón

Fuente: elaboración personal sobre la base de datos del CNPHyV 2010.

 El corredor de la ruta 88, testimonia valores de calidad de vida bajos a muy bajos, con las situaciones más deficientes en torno a la ciudad de Batán. Finalmente, el área delimitada por las rutas 88 y 11 Sur tiene niveles de calidad de vida entre bajos y medios. Las peores situaciones se advierten en Chapadmalal y en un sector de El Marquesado lindante con el partido de General Alvarado. En sendos casos, además del nivel educativo de los pobladores, es muy notoria la incidencia negativa de las condiciones sanitarias y de la vivienda.

Por tanto, los valores estimados exhiben una distancia notable entre el ICdV alto y muy bajo, y la configuración espacial confirma la estructura en patrones de distribución bien diferenciados. Los resultados dejan ver la cantidad de habitantes que se encuentran afectados por estas desigualdades territoriales, permitiendo afirmar que más de la cuarta parte de la población del partido (151.494 personas) habita en espacios con deficiencias y riesgos materiales e inmateriales que reducen marcadamente sus niveles de bienestar.

En este sentido, consideramos fundamental realizar contribuciones vinculadas al diagnóstico y análisis de problemáticas de nuestra ciudad que colaboren en el diseño de medidas gubernamentales conducentes a mejorar la calidad de vida de todos sus habitantes.

Mar del Plata, septiembre de 2016

Contacto: grupogespyt@gmail.com; http://www.gespyt.blogspot.com