Los circuitos económicos de la pesca y la intermediación financiera en Mar del Plata

Derlis Parserisas

Dra. en Geografía

IGEHCS-CONICET-UNCPBA/CIG-FCH-UNCPBA

Cuando nos referimos a la ciudad de Mar del Plata e indagamos acerca de su papel en el contexto histórico regional y nacional, identificamos que la actividad turística, la industria textil y la pesca, se destacan entre las principales actividades de su economía urbana. Asimismo, el desarrollo de esas actividades ha involucrado necesariamente la intermediación de las finanzas en su funcionamiento. Esto implica que la circulación de dinero es prácticamente inherente a la realización de esas formas de trabajar y de producir, ya sea en forma de préstamos y/o de créditos, a través del pago de salarios mediante bancos o pagos de mercadería con dinero en efectivo o electrónico.

El principal puerto pesquero de Argentina se localiza en Mar del Plata. La pesca históricamente ha estado presente en la organización del espacio marplatense siendo responsable de generar flujos de producción y circulación en la región y en la escala internacional. Constituye una de las especializaciones territoriales productivas en la ciudad que es permeada por las finanzas. Sin embargo, podemos reconocer que existen diferentes formas de organización en la actividad pesquera, es decir, que no todos los actores involucrados tienen las mismas posibilidades de organización. Se pueden diferenciar dos circuitos económicos de la pesca, según los grados de capitales e inversiones que realizan, según las formas de organización del trabajo y en función del uso de tecnologías o innovaciones. Desde esa perspectiva podría reconocerse un circuito superior de la pesca vinculado a las grandes empresas responsables de todas las fases de la producción y, por otro lado, un circuito inferior integrado por las embarcaciones pequeñas y pescadores artesanales. La identificación de dos circuitos económicos permite comprender cómo en una misma rama de actividad existen distintas formas de organización y de usos del territorio. Aunque ambos circuitos, son interdependientes, se relacionan entre sí y son explicativos de los dinamismos de la economía urbana.

Las principales características que definen a las empresas del circuito  superior de la pesca son  el  grado  de  capitalización  y  la capacidad  de  realizar  innovaciones  tecnológicas  así  como  las  formas  de organización del trabajo. Esas firmas, además, se vinculan con las finanzas a través de las posibilidades de acceso a dinero bancarizado para el financiamiento de inversiones productivas, acceso a préstamos, adelantos en cuenta corriente y, mediante intermediación bancaria, para el pago de salarios.

En nuestra investigación realizada durante los años 2016 y 2017, una de las firmas entrevistadas, Solimeno, centralizaba la actividad productiva en dos grupos: por un lado, el trabajo en tierra que comprende a los barcos fresqueros y el procesamiento y, por otro lado, tienen un sistema que  consiste  en  la  pesca  y  procesamiento  a  través  de  barcos congeladores, donde se procesa todo a bordo y la mercadería viene preparada para su exportación. Esa capacidad técnica y organizacional de la empresa también implica el aprovechamiento de la capacidad de producción de las fábricas en tierra. Una parte  importante  de  la  mercadería  que  traen  los  barcos  congeladores  es  procesada en las plantas en tierra con el propósito de hacer productos más elaborados. Esa firma tiene dos líneas importantes de procesamiento de productos empanados: hamburguesas de pescado y bastones de merluza, se trata de productos pre-fritos y congelados preparados directamente para el consumo.

Es interesante mencionar que la empresa Solimeno no terceriza su actividad productiva, sino que todo el proceso se realiza en sus plantas de procesamiento en tierra y en los buques congeladores. Sin embargo, esta empresa se vincula con los actores del circuito inferior de la pesca, ya que algunas embarcaciones costeras pequeñas les venden sus capturas. Esa relación da cuenta de los nexos y las dependencias que existen entre los circuitos de la economía urbana.

La lógica corporativa está presente en la organización espacial de las empresas del circuito superior. Es decir que controlan la circulación de sus productos mediante el transporte vial, ferroviario y fluvial. Por ejemplo, usan la red vial para la distribución de sus productos en el mercado interno. Pero también el puerto y los sistemas de ingeniería asociados resultan fundamentales para la comercialización internacional. La vida de relaciones comerciales establecidas a partir de un punto de cristalización urbana como es el puerto, se extiende hacia comercios y puntos de venta, oficinas y bancos con presencia en la ciudad, pero con escalas de actuación regional y global.

Los flujos de mercaderías generados en torno al puerto de Mar del Plata permiten relaciones comerciales en el mercado internacional no sólo por parte de las empresas pesqueras sino también por firmas del circuito superior de otras ramas instaladas en ciudades de la región. Por ejemplo, la empresa canadiense McCain, cuya fábrica está instalada en la ciudad de Balcarce a 70 km. de Mar del Plata, desde el año 2016 comenzó a exportar a través del puerto de Mar del Plata quince contenedores por mes, cuyo destino principal es Brasil.

Es importante señalar que en las empresas del circuito superior de la pesca aproximadamente el 80% del pescado tradicional se comercializa en el mercado externo. Sin embargo, el 90% de los productos empanados elaborados (congelados que se pueden comprar en pollerías o granjas) se destinan al mercado interno. Lo cual explica también los cambios en los hábitos alimentarios de la población, en un contexto de aceleración y de consumo de comidas rápidas.

En la organización de la producción y comercialización de las empresas pesqueras del circuito superior la intermediación financiera es necesaria, fundamentalmente a través del servicio de “prefinanciación de exportaciones”.  Se trata de un servicio que brindan los bancos para el comercio exterior. Son préstamos en moneda extranjera otorgados con anterioridad al embarque de las mercaderías a ser exportadas, para financiar el proceso productivo y de acondicionamiento de las mismas. Otros servicios financieros que utilizan las grandes empresas son los préstamos para inversiones productivas, por ejemplo, para la compra de bienes de capital. Aunque son empresas que tienen posibilidades de financiarse con capitales propios.

En cambio, en Coomarpes (Cooperativa Marplatense de Pesca), otra de las empresas entrevistadas, señalaron que, además de las prefinanciaciones, se utiliza el préstamo bancario para realizar inversiones productivas. El banco Credicoop y el Banco de la Provincia de Buenos Aires son los que otorgan los principales préstamos. Asimismo, las grandes empresas realizan el pago de salarios a través de bancos. Por ejemplo, el convenio de pago de salarios, en las empresas entrevistadas, se realiza con los bancos privados Santander, Patagonia y Credicoop.

Otra condición de las grandes empresas pesqueras es que cumplen con normas de producción globales y nacionales necesarias en sus procesos de producción y exportación. La firma Solimeno, cumple con las normas Hazard de alimentación, que son aplicadas por Estados Unidos y la Unión Europea.

Además, existen normas nacionales como las del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA). En las instalaciones del puerto funciona uno de los centros regionales de este organismo que controla las exportaciones de materias primas y la producción destinada al mercado interno.

Podemos reconocer otras formas de organización en el circuito de la economía urbana pesquera, por ejemplo, las denominadas “lanchas amarillas” con asiento en el puerto marplatense. Se trata de actores de la misma rama de actividad, la pesca, pero que poseen otras formas de organización y menor grado de capitalización que las grandes empresas, que podemos identificar como el circuito inferior de la pesca en la ciudad.

Una forma posible de identificar estas otras formas de trabajo pesquero es a través del tamaño de las embarcaciones. Las “lanchas amarillas” componen la flota costera menor y comparten el puerto de Mar del Plata con las demás embarcaciones pesqueras de mayor tamaño. Esas lanchas no han sufrido grandes modificaciones desde que fueron fabricadas, algunas hace más de 60 años y de acuerdo a su tamaño tienen una capacidad para embarcar entre 3 y 7 tripulantes. La mayoría de las embarcaciones está fabricada en madera y la capacidad de una lancha en un día de pesca es de 30 cajones, de aproximadamente 40 kilos cada uno.

Sin embargo, esta forma de organización del trabajo en la flota costera afronta diversos problemas en su existencia y organización. Uno de ellos que las lanchas amarillas, desde hace algunos años, deben competir con la flota de fresqueros de altura, los cuales tienen mayor capacidad de almacenamiento y estas flotas más grandes capturan mar adentro las especies que históricamente eran exclusivas de las “lanchas amarillas”. Se trata de uno de los motivos por los que ha disminuido la participación relativa de las lanchas amarillas en las capturas de los últimos años.

Hacia el año 2016 uno de los conflictos que se visibilizaba en el puerto y en la zona comercial aledaña era la obligatoriedad para todas las flotas pesqueras de que instalasen un sistema de posicionamiento satelital – conocido como Monpesat –,“a través del que se controlaría que no naveguen a un radio de más de 15 millas con epicentro en el Puerto de Mar del Plata y que no estén fuera más de 24 horas. Si bien la resolución tiene varios años, históricamente, a la flota amarilla se la venía exceptuando. De no lograr un paraguas para la actividad artesanal, «pasarse» de las 15 millas significaría para cada embarcación, tener que pagar una multa, pero mantenerse dentro de ese límite equivale a no tener qué pescar” (Diario La Capital de Mar del Plata, 2016). El establecimiento de esa normativa sin duda contribuyó a profundizar la situación compleja de estas embarcaciones costeras. Para el año 2020 solo quedaban 15 embarcaciones de ese tipo y, en enero de 2024, solo sobreviven 12 lanchas amarillas.

Figura 1. Visibilización del conflicto de las lanchas amarillas en el puerto y zona comercial, Mar del Plata, 2016

 

Fuente: fotografía de la autora, 2016.

El acceso a préstamos, como el financiamiento productivo con dinero bancarizado, es fundamental para los todos actores de la actividad pesquera. Sin embargo, se trata de algo complejo para los pescadores de la flota costera menor quienes deben utilizar otros mecanismos de financiamiento para su actividad, por ejemplo, para el abastecimiento de combustible. En las entrevistas realizadas los pescadores contaron que la empresa proveedora de gasoil, localizada en el puerto, financia el pago del combustible a las embarcaciones más pequeñas. Los pescadores propietarios tienen la posibilidad de entregar cheques como parte de pago y luego pagar el resto cuando concretan la venta de los pescados.

En cuanto a las ventas, algunos de los propietarios de embarcaciones de la flota costera venden sus capturas a empresas del circuito superior. Uno de los entrevistados, propietario de un barco mediano, vende sus capturas a frigoríficos de la ciudad, entre los que se encuentran, por ejemplo, Solimeno.

El papel de los intermediarios comerciales es central para completar el circuito espacial de producción de la flota costera menor, a la que pertenecen las lanchas amarillas. En Mar del Plata, la Cooperativa Marplatense de Pesca (Coomarpes) cumple un rol clave en la comercialización de la pesca procedente de las lanchas amarillas. La actividad principal es la administración de embarcaciones pesqueras, es decir, la empresa nace con esa finalidad bajo la figura de una cooperativa. Por otro lado, también realiza la comercialización e industrialización de la pesca. Esta segunda actividad es la que económicamente tenía más importancia al momento de la entrevista. El entrevistado, responsable del sector contable de la empresa, señala que se diferencian del resto de las cooperativas. Coomarpes es una cooperativa que tiene empleados contratados, y sus asociados son pescadores (son alrededor de 100 socios) que no tienen ningún tipo de régimen de relación de dependencia. Aunque no todas, muchas de las lanchas amarillas que están en el puerto son socias de la Cooperativa. Con respecto a los tipos de embarcaciones, en el año 2016, un 60% de los asociados tenían lanchas amarillas artesanales, los otros poseían lanchas más grandes.

Las embarcaciones asociadas a Coomarpes pueden realizar funciones de comercialización y también utilizar servicios ofrecidos por la empresa. Por ejemplo, se puede realizar en sus instalaciones parte del proceso de industrialización: fileteado, congelado, preparación y empaque para la comercialización a través de la exportación o en el mercado interno.

A partir de la flota costera, fundamentalmente la representada por las “lanchas amarillas”, y de las embarcaciones de altura y los buques procesadores-congeladores reconocemos que existen diversas formas del trabajo pesquero que coexisten en el territorio. Son distintas formas de organización del trabajo y de comercialización que se realizan de acuerdo a los diversos grados de capitales y usos de tecnologías y acceso al dinero como forma de financiamiento. Esas formas de trabajar, en algunos casos, se relacionan y se complementan entre sí. En otras situaciones, se profundizan las diferencias y ello implica mayores dificultades de subsistencia también, como es el caso de la flota costera menor representada por las lanchas amarillas del puerto de Mar del Plata.

Los circuitos económicos de la pesca -el superior como el inferior-, en su existencia unitaria son explicativos del fenómeno urbano y de la actividad pesquera. Ambos circuitos dan cuenta de las diversas formas de organización de esta actividad que, históricamente, ha tenido un rol central en la idiosincrasia y en la cultura de la ciudad a lo largo de sus 150 años de vida.

La dicotomía salud y economía en General Pueyrredón: entre el éxito preventivo y el deterioro económico

Por Juan Pablo Ubici

Grupo HiSA/Cehis/ UNMdP

 

Probablemente, al recordar el año 2020, sus principales fotografías sean la pandemia y la cuarentena para combatirla, pero también los efectos económicos que su paso dejó a nivel nacional y regional. En Junio del 2020, a tres meses de la aparición del primer caso, teniendo en cuenta el dinamismo constante de los efectos producidos por el SARS-CoV-2 y su desarrollo latente, la provincia bonaerense y la Capital Federal concentran la mayor cantidad de COVID-19. Esta situación aletarga el regreso al dinamismo económico habitual, mientras otras provincias como Mendoza o ciertas localidades del escenario bonaerense han puesto en marcha paulatinamente las poleas económicas.[1] En ese escenario, el interior de la provincia tiene comportamientos dispares, entre los cuales sobresale Mar del Plata: ciudad turística, agraria y portuaria ubicada en el sudeste bonaerense con una población cercana a los 700.000 habitantes, y con la particularidad que, ya en los mismos meses del año anterior presentaba -según datos del Indec- el 29.5% de la población, es decir 187.913 personas, por debajo de la línea de pobreza y un 6.3% -39.944 personas– en la indigencia.[2]

El presente trabajo se trata de una primera aproximación exploratoria, que se sirve de los datos abiertos que se publican en los portales municipales y otras instituciones de gobierno. Asimismo, el artículo recoge datos publicados por otros observatorios públicos y consultoras privadas y procura elaborar un estado de situación local, puestos en diálogo con otras dos localidades de la Provincia de Buenos Aires, de características demográficas y socioeconómicas similares: La Plata y Bahía Blanca.

Hasta el mes de junio, el 96,2% de la población argentina había aprobado el aislamiento social preventivo y obligatorio como medida para evitar el contagio de coronavirus, pese a que el 59% de los hogares percibe menos ingresos y en el 31% se ha dejado de comprar algún alimento por carecer de dinero, situación que se agudiza en villas y asentamientos donde las privaciones nutricionales afectan a 5 de cada 10 hogares, según un relevamiento presentado por UNICEF.[3]

En ese sentido, sostiene el mismo informe, “los hogares más pobres son los que más sufren el impacto socio económico de la pandemia, en múltiples dimensiones, a su vez que los efectos secundarios del COVID-19, como la pérdida de ingresos, la inseguridad alimentaria, la falta de acceso a internet y computadoras para continuar con la educación a distancia, afectan a los chicos y las chicas más vulnerables, que son las víctimas ocultas del coronavirus”.[4]

En los cuatro primeros meses de pandemia, Mar del Plata ha presentado una cantidad relativamente baja de casos confirmados comparados con la ciudad de La Plata (713.947 hab.) y Bahía Blanca (301.572 hab.), teniendo en cuenta que en conjunto son las urbes del interior de la provincia de Bs. As. con mayor cantidad de habitantes.

Fuente: Elaboración propia en base a los sitios municipales oficiales.[5]

Sin embargo, utilizando los mismos parámetros, la ciudad de Mar del Plata muestra un indice de letalidad (cantidad de fallecimientos sobre cantidad de contagios por SARS-CoV-2) de 8,51, lo que dista mucho de ser pensada como un aparente oasis urbano.

Fuente: Elaboración propia en base a los sitios municipales oficiales.[6]

Si bien hasta el 30 de junio el ámbito municipal presenta una cantidad relativamente baja de casos confirmados, el indice de mortalidad se acerca a 10, mientras que “la cartera sanitaria informó que la cantidad de fallecimientos hasta ahora en el país generan una tasa de letalidad total del 2,2 con respecto de los casos confirmados y una tasa de mortalidad general de 24,6%, por cada millón de habitantes.”[7]  Entre sus factores más preocupantes, se encuentra no sólo el nivel elevado de población con más de 60 años sobre la población total (21,4% frente al 18,8% de Bahía Blanca y el 16,4% de La Plata)[8], sino también un porcentaje probablemente escaso de testeo por COVID-19 sobre la población total.

Más allá de estas particularidades epidemiológicas, la pandemia provoca otros males, y el plano económico es probablemente uno de los más afectados. Si bien el Municipio de General Pueyrredón ha sido relativamente exitoso en su política preventiva, lo cierto es que en el plano económico (por cierto, ya debilitado en el período previo a la cuarentena) tiene la misma o más profunda caída que otros lugares del país. ¿Eso ocurre porque las ciudades más grandes se verán necesariamente más afectadas? ¿Por la importancia del sector de servicios en la ciudad? ¿Por la prevención extra que implica su pirámide poblacional envejecida? Estos son algunos de los interrogantes que se pretenden poner en tensión, al mismo tiempo que se invita al lector a formular sus propias consideraciones.

Este trabajo muestra el impacto del COVID-19 en el Partido de General Pueyrredón en los primeros cuatro meses, de allí que sólo sea una fotografía que seguramente se modificará conforme avance el tiempo, pero que es necesaria para aproximarse a los efectos de la pandemia y poder analizar más adelante la pos pandemia y las secuelas producidas.

Mar del Plata, ciudad cabecera del Partido de General Pueyrredón, es el balneario más importante de Argentina; la segunda ciudad de la provincia de Buenos Aires y la séptima del país. El turismo, la pesca y la industria alimenticia son las actividades económicas más importantes. La ciudad consta del principal puerto de desembarco pesquero de Argentina. El cordón frutihortícola local abastece gran parte del año a todo el país. La industria manufacturera ha avanzado en el desarrollo de importantes eslabonamientos entre las ramas textil, pesquera, alimenticia, naval, química y metalmecánica.

La ciudad muestra dos características a priori particulares dentro de la Provincia de Buenos Aires, en el contexto de la coyuntura pandémica: por un lado, no presenta una gran cantidad de casos confirmados (47 acumulados al 30 de Junio) y su curva no ha tenido un crecimiento exponencial fuerte; por el otro, es la ciudad con mayor desempleo de la Argentina con un 11,8% (aproximadamente 175.000 personas) en relación al 8,9% de promedio nacional, según cifras del INDEC.[9]

 

Fuente: Elaboración propia en base a datos suministrados por el Municipio de Gral. Pueyrredón.[10]

 

Desde el punto de vista económico, el desempleo, la pobreza y el cierre de empresas encabezan el listado de preocupaciones de los marplatenses consultados respecto del impacto del coronavirus a nivel local, según una encuesta realizada por la “Red Mar del Plata Entre Todos”, en base a un muestreo de 5832 casos.[11] Estas preocupaciones se encuentran por sobre las problemáticas ligadas a la salud o a la vinculación social.

El relevamiento fue realizado entre el 4 y el 8 de mayo, previo a la implementación de la prueba piloto para la reapertura de comercios minoristas en Mar del Plata, y contemplando una situación epidemiológica muy favorable en la ciudad, con el alta de la única persona en tratamiento por COVID-19 al momento del cierre de la encuesta.

En cuanto a los aspectos positivos, los marplatenses consideran, mayoritariamente, que la crisis dejaría un mayor cuidado respecto de la higiene y una mayor valoración de los vínculos sociales, así como también un incremento en la conciencia del cuidado del medio ambiente, un avance respecto del espíritu solidario y la unidad como comunidad.

En referencia al impacto económico del coronavirus, las expectativas se tornan más pesimistas cuando el foco se centra en la ciudad: un 97% de los encuestados cree que la economía de Mar del Plata se verá entre bastante y muy afectada. Esta impresión se incrementaba conforme se agravaba la percepción de la situación personal: un 52% de quienes reconocen poder afrontar esta crisis sin impacto en su economía familiar cree que en Mar del Plata tendrá un alto impacto; y el 76% de los que creen que su economía estará muy afectada también lo creen respecto de la economía de la ciudad.

Por otra parte, de acuerdo con el Informe del Observatorio de Dinámica Laboral del Partido de General Pueyrredón, la situación laboral se ve claramente modificada en casi toda la población, con un fuerte impacto negativo en una proporción importante del total. Mientras que el 51% continúa trabajando en distintas modalidades, el 49% restante no trabaja (al menos en su totalidad) como consecuencia de la cuarentena. A su vez, dentro de ese porcentaje un 87,3% presenta las peores situaciones, ya sea por suspensión, cuentapropismo, despido o porque su actividad se ve afectada directa o indirectamente por esta medida. En efecto, poco más de la mitad de la población trabajadora (alrededor de 157.000 personas) ha dejado de percibir ingresos por trabajo o continúa percibiendo pero menos de lo habitual.  Por otra parte, poco más de la mitad de las personas que no presentan ingresos en su totalidad solicitó la ayuda estatal conocida como Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y casi un 20% no lo solicitó porque no cumple con los requisitos -lo cual implica que la necesidad de recibir este ingreso adicional abarca a un mayor número de población que aquel que realmente lo recibe. Así pues, “esta reducción del total de ingresos de la economía en el sector privado (empleadores, asalariados y cuentapropistas) tendrá la consecuente reducción en el consumo y, por ende, la cadena de gastos e ingresos se verá seriamente afectada por un tiempo considerablemente mayor al de la duración de la cuarentena.”[12]

 

Fuente: Informe del Observatorio de Dinámica Laboral del Partido de Gral. Pueyrredón. P. 9.

 

En este escenario, las expectativas laborales y salariales resultan verdaderamente preocupantes, tomando como datos porcentuales el impacto profundo en el sector privado, con mayor incidencia en empleadores y cuentapropistas. Solamente un 26% considera que la cuarentena no afectará su fuente de trabajo. Sin embargo, “si la población ocupada se redujera un 17% (…) y comenzaran a buscar empleo, la tasa de desocupación se incrementaría del 11,8 al 25%.”[13]

Si se comparan dichas cifras -que a raíz de la crisis por la pandemia han continuado empeorando drásticamente- con el segundo trimestre del año 2018, se obtiene que la desocupación alcanza al 8,2% de la población frente a un promedio nacional de 9,6%. Para el segundo trimestre del 2019, mientras a nivel nacional aumentó un punto (de 9,6 a 10,6%), en Mar del Plata la desocupación ya era del 13,4%, lo que representaba no sólo una fuerte suba a nivel local en comparación al 8,2% que se registró en 2018, sino que además ponía a la ciudad nuevamente en el primer puesto a nivel nacional.[14]

En suma, existe un gran consenso al considerar que el aislamiento obligatorio afectará la economía familiar. Quienes trabajan en el sector privado, en particular cuentapropistas y empleadores, son los que manifiestan las peores expectativas. Sin embargo, la cuarentena implica una de las mayores herramientas para frenar la cadena de contagios a nivel nacional, y la ciudad de Mar del Plata presenta un comportamiento preventivo relativamente exitoso, teniendo en cuenta que se trata de una urbe de más de 500.000 habitantes.

En este delicado equilibrio entre la falsa dicotomía de la prevención sanitaria y el deterioro económico, emergen mayores incógnitas que respuestas ante una situación inédita y crítica en la historia reciente. Salvar la mayor cantidad de vidas posible y garantizar el cuidado de la población debería ser el lema principal del rol estatal con su población, al mismo tiempo que diseñar posibles protocolos o mecanismos de reactivación económica que acompañen el proceso de superación de tal crisis sanitaria.

Lo cierto es que, en clave de rupturas y continuidades, existen opiniones por demás variadas. Los extremos suelen pendular entre la aparición de un mundo totalmente nuevo hasta aquellos que consideran que la pandemia será sólo un recuerdo incómodo en una historia repleta de constantes. Probablemente el papel del Estado y de todos los actores sociales involucrados deba ser repensado, no ya en una vieja discusión fundamentalista de su tamaño apropiado, sino más bien de su accionar y beneficios con la sociedad. La salud y las condiciones económicas como cuestión social en su sentido más amplio, hoy más que nunca, se revela como un derecho y obligación fundamental para cada uno de los ciudadanos, sin distinción socioeconómica alguna. Aquel viejo bastón de Esculapio, una vez más debe ser revalorizado y alzado en el aire como símbolo de resignificar a la salud como derecho social y cuestión fundamentalmente política.

Fuentes:

Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) (abril 2020). Encuesta mensual industrial y el Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP). Disponible en: https://www.redcame.org.ar/contenidos/comunicado/Produccion-de-la-industria-pyme_-_br-_-Resultados-del-mes-de-abril-2020.1748.html. Consultado el 3/6/2020.

Decreto 297/2020. Aislamiento social preventivo y obligatorio. Poder Ejecutivo de la Nación Argentina. Disponible en: https://www.boletinoficia l.gob.ar/detalleAviso/primera/227042/20200320. Consultado el 29/05/2020.

Estadísticas sobre COVID-19 en el Partido de General Pueyrredón. Disponibles en: https://www.mardelplata.gob.ar/Contenido/estadisticas-covid-19.

INDEC. Cuadros regulares.  EPH Continua. Cuarto Trimestre de 2019. Disponible en: https://www.indec.gob.ar /indec/web/Institucional-Indec-bases_EPH_tabulado_continua

INDEC. Incidencia de la pobreza y la indigencia en 31 aglomerados urbanos. Primer Semestre de 2019. Ministerio de Hacienda. Presidencia de la Nación. En línea: https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/eph_pobreza_01_19422F5FC20A.pdf

INDEC. Trabajo e ingresos. Mercado de trabajo. Tasas e indicadores socioeconómicos (EPH) Segundo trimestre de 2018 y 2019. Disponible en: https://www.indec.gob.ar/indec/web/Nivel4-Tema-4-31-58

INDEC. Trabajo e ingresos Vol. 4, n° 1. Mercado de trabajo. Tasas e indicadores socioeconómicos (EPH) Cuarto trimestre de 2019. Disponible en https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/mercado_trabajo_eph_4trim19EDC756AEAE.pdf.

Informe del Observatorio de Dinámica Laboral del Partido de Gral. Pueyrredón. (Mayo 2020). El impacto del aislamiento obligatorio sobre el trabajo, los ingresos y el cuidado. Nº 2, Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, Universidad Nacional de Mar del Plata. Disponible en: http://nulan.mdp.edu.ar/3327/1/info-odil-may2020.pdf

Mar del Plata entre todos (Mayo 2020). La opinión de los marplatenses frente al COVID-19. Impacto de la pandemia en la realidad local. Encuesta realizada con el aporte de Fawaris.Disponible en: https://mardelplataentretodos.org/documento/67

Qué Digital (17/05/2020). “Coronavirus: desempleo y pobreza, las mayores preocupaciones de los marplatenses.” Recuperado de: https://quedigital.com.ar/sociedad/coronavirus-desempleo-y-pobreza-las-mayores-preocupaciones-de-los-marplatenses/. Consultado el 1/06/2020.

Telefé Mar del Plata (25 de junio de 2020). Coronavirus en Argentina: 1.124 muertes y 14.788 recuperados. Disponible en: https://mardelplata.telefe.com/nacional/coronavirus-en-argentina-1124-muertes-y-14788-recuperados/?fbclid=IwAR1J-ljXKGLXPyE4VJ4YIahcTfPm8oIAB-hI4zLOsm5uPOj_Qgn6PE6N8LI. Consultado el 30/06/2020.

Unicef (22 de abril de 2020). COVID-19: fuerte pérdida de ingresos, dificultades en la compra de alimentos y aprobación del aislamiento social preventivo. Comunicado de prensa. Recuperado de: https://www.unicef.org/argentina/ comunicados-prensa/covid-19-unicef-encuesta-percepcion-poblacion. Consultado el 1/06/2020.

Notas:

[1] El Barrio 31, 1-11-14, Villa Azul y Villa Itatí fueron algunos de los espacios que tuvieron mayor preocupación estatal por el crecimiento exponencial de casos detectados y la histórica falta de infraestructura sanitaria y habitacional.

[2] INDEC. Incidencia de la pobreza y la indigencia en 31 aglomerados urbanos. Primer Semestre de 2019. Ministerio de Hacienda. Presidencia de la Nación. En línea: https://www.indec.gob.ar/uploads/informe sdeprensa/eph_pobreza_01_19422F5FC20A.pdf

[3] Unicef (22 de abril de 2020). COVID-19: fuerte pérdida de ingresos, dificultades en la compra de alimentos y aprobación del aislamiento social preventivo. Comunicado de prensa. Recuperado de: https://www.unicef.org/argentina/comunicados-prensa/covid-19-unicef-encuesta-percepcion-poblacion. Consultado el 1/06/2020.

[4] Ibid.

[5] Datos disponibles en https://datos.mardelplata.gob.ar/ para Mar del Plata; https://gobierno abierto.bahia.gob.ar/coronavirus/ para Bahía Blanca; y https://coronavirus.laplata.gob.ar/ para La Plata.

[6] Datos disponibles en https://datos.mardelplata.gob.ar/ para Mar del Plata; https://gobierno abierto.bahia.gob.ar/coronavirus/ para Bahía Blanca; y https://coronavirus.laplata.gob.ar/ para La Plata.

[7] Telefé Mar del Plata (25 de junio de 2020). Coronavirus en Argentina: 1.124 muertes y 14.788 recuperados. Disponible en: https://mardelplata.telefe.com/nacional/coronavirus-en-argentina-1124-muertes-y-14788-recuperados/?fbclid=IwAR1J-ljXKGLXPyE4VJ4YIahcTfPm8oIAB-hI4zLOsm5uPOj_Qgn6PE6N8LI. Consultado el 30/06/2020.

[8] INDEC. Cuadros regulares.  EPH Continua. Cuarto Trimestre de 2019. Disponible en: https://www.indec.gob.ar /indec/web/Institucional-Indec-bases_EPH_tabulado_continua

[9] INDEC. Trabajo e ingresos Vol. 4, n° 1. Mercado de trabajo. Tasas e indicadores socioeconómicos (EPH) Cuarto trimestre de 2019. Disponible en https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/mercado _trabajo_eph_4trim19EDC756AEAE.pdf. P. 13.

[10] Disponibles en: https://www.mardelplata.gob.ar/Contenido/estadisticas-covid-19

[11] Mar del Plata entre todos (Mayo 2020). “La opinión de los marplatenses frente al COVID-19. Impacto de la pandemia en la realidad local. Encuesta realizada con el aporte de Fawaris. Disponible en: https://mardelplataentretodos.org/documento/67

[12] Informe del Observatorio de Dinámica Laboral del Partido de Gral. Pueyrredón. (Mayo 2020). El impacto del aislamiento obligatorio sobre el trabajo, los ingresos y el cuidado. Nº 2, Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, Universidad Nacional de Mar del Plata. P. 9. Disponible en: http://nulan.mdp.edu.ar/3327/1/info-odil-may2020.pdf

[13] Informe del Observatorio de Dinámica Laboral del Partido de Gral. Pueyrredón. (Mayo 2020). Op. Cit. Disponible en: http://nulan.mdp.edu.ar/3327/1/info-odil-may2020.pdf

[14] INDEC. Trabajo e ingresos. Mercado de trabajo. Tasas e indicadores socioeconómicos (EPH) Segundo trimestre de 2018 y 2019. Disponible en: https://www.indec.gob.ar/indec/web/Nivel4-Tema-4-31-58