Dra. Celeste Molpeceres (CONICET-IHAM-FADU-UNMdP)
Hambre como problema ¿agroquímicos como solución?
Hambre como problema ¿agroquímicos como solución?De acuerdo con estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, 2020), más de 690 millones de personas en el mundo no alcanzan a satisfacer sus necesidades alimentarias. Al hambre se suman problemas como la deficiencia de micronutrientes, vitaminas y minerales, sobrepeso y obesidad, que históricamente han sido abordados mediante soluciones técnicas, como paquete tecnológico derivado de la Revolución Verde, donde se destaca la aplicación de agroquímicos. No obstante, estas soluciones orientadas a artificializar los agroecosistemas muestran fisuras, derivando a su vez, en nuevos problemas, como daños en el ambiente y la salud, lo cual ha quedado en especial evidencia durante la pandemia por COVID-19. La intensificación en el uso de insumos químicos en la agricultura tiene impactos que perjudican tanto a los recursos propios de los sistemas agrícolas, atentando contra su capacidad productiva, los recursos globales o de otros sistemas (ciudades, ríos, lagos, atmósfera) y las personas que forman parte de ellos (Sarandón y Flores, 2014).
En este contexto, en los últimos años asistimos a una resignificación del problema en torno a los sistemas agroalimentarios, que nos invita a reflexionar sobre el derecho humano de acceder a una alimentación nutritiva, suficiente y adecuada, y que su producción no genere riesgos sobre la salud y el ambiente. Promover sistemas agroalimentarios sostenibles, inclusivos resilientes y transparentes involucra mucho más que disponibilidad de alimentos en cantidad, implica también hábitos de consumo, de producción, de distribución y de procesamiento. A través de ellos, no sólo se obtienen beneficios en la nutrición y la salud, sino también en el ámbito socioeconómico y ambiental (Molpeceres, 2022).
En este contexto, la agroecología se presenta como una alternativa para abordar los sistemas agroalimentarios, cuyos pilares básicos son asegurar la soberanía alimentaria, promover el no uso de agroquímicos, el empleo de recursos locales y el consumo local (Altieri, 1982; Guzmán Casado et al., 2002; Gliessman, 2002; Sarandón y Flores, 2014). La agroecología implica mucho más que el no uso de agroquímicos. Se trata de una propuesta integral para el desarrollo económico, social y cultural de las comunidades, superando propuestas meramente técnicas, propiciando la valorización del conocimiento local, del intercambio de saberes, el desarrollo local, la organización de los productores, y sus vínculos con los consumidores en defensa de la soberanía alimentaria (Souza Cazadinho, 2013). Para ayudar a definir la agroecología, la FAO (2019) propone 10 elementos: diversidad, creación conjunta e intercambio de conocimientos, sinergias, eficiencia, reciclaje, resiliencia, valores humanos y sociales, cultura y tradiciones alimentarias. Estos dan cuenta de factores que transcurren no sólo tranqueras adentro de las quintas o predios, sino también tranqueras afuera, asociados por ejemplo a la comercialización a través de canales cortos o el intercambio de saberes.
Asociado a ello, existe evidencia científica que da cuenta del potencial de la agroecología para incrementar los rendimientos tanto de los cultivos, como de la producción animal. El aumento de la agrobiodiversidad genera estabilidad en la producción, mejorando al mismo tiempo la resiliencia frente al cambio climático (Altieri, 2020).
El caso del partido de General Pueyrredon
En del partido de General Pueyrredon se extiende el segundo cinturón hortícola más importante del país, tanto por la superficie cultivada, como por el volumen producido y la mano de obra empleada. Allí, las discusiones respecto a los riesgos sociales y ambientales asociados al uso de agroquímicos ocupan un lugar destacado en la agenda de política pública local desde el año 2000. Recientemente, se advierte un cambio en las decisiones de política pública, asociadas a la promoción de la agroecología. La propuesta local se alinea con decisiones de organismos nacionales y provinciales, como la creación una Dirección Nacional de Agroecología o del Programa Provincial de Promoción de la Agroecología.
En este contexto, un grupo de agricultores afianzaron huertas agroecológicas y asociado a ello, nuevos circuitos y modalidades de comercialización. Sin embargo, hasta el año 2020 no existían datos de los mismos. De esta forma, desde principios de 2020 un conjunto de investigadoras y extensionistas de la Universidad Nacional de Mar del Plata/CONICET (Dra. Laura Zulaica y Dra. Celeste Molpeceres) y el INTA[1] (Ing. Agr. Marisa Rouvier, Dra. Laura Cendón y Dra. Paula Barral) conforman un grupo interinstitucional e interdisciplinario con el objetivo de construir una base de datos georreferenciada de productores frutihotícolas con bases agroecológicas en el partido de General Pueyrredon y la zona. La propuesta se genera en parte por la demanda de los propios actores, es decir, como respuesta al interés e inquietudes manifestadas por productores agroecológicos y referentes locales acerca de estas producciones emergentes en los últimos años.
El equipo se propuso describir estos emprendimientos (en términos productivos, comerciales, sociales y ambientales) y llevar esa información a un mapa de libre acceso, que permita visibilizar a las familias productoras que buscan formas alternativas de producción.
Dicha base de datos se encuentra disponible en: https://www.google.com/maps/d/edit?mid=1pdxz0cXqsj5ozBaZlhJYcI50L4rxAstd&ll=-37.78710646248102%2C-58.00953813555161&z=9 accesible desde distintos dispositivos electrónicos, como celulares, tablets o PC. A través de esta plataforma es posible consultar información básica de cada emprendimiento como el tipo de producción, sus canales de comercialización y datos de contacto.
Se trata de emprendimientos familiares, que cultivan una superficie inferior al 5% del total de la superficie hortícola del partido[2], y cuya producción es mayoritariamente consumida a escala local (Molpeceres et al., 2020; 2021).
Si bien inicialmente la propuesta apuntó a relevar y caracterizar las producciones frutihortícolas alternativas a escala comercial en el partido de General Pueyrredon, luego se incorporaron algunas producciones de partidos colindantes, como General Alvarado, Balcarce, Mar Chiquita y Necochea (este último a cargo de la Mag. Constanza Villagra), ya que éstos surgieron del propio trabajo de campo y constituyen interrelaciones de los propios productores y productoras entrevistadas, enriqueciendo de esta forma el estudio. Asimismo, como parte de dicho proceso se incorporaron otras producciones asociadas como la producción de plantines hortícolas, de aromáticas o de brotes, e incluso apicultura y cría de aves de corral, de manera alternativa al modelo convencional.
Actualmente, se continúa el relevamiento y actualización de la información, atendiendo al dinamismo de la actividad. Al mismo tiempo, siguiendo una metodología semejante a la desarrollada en el relevamiento de emprendimientos frutihortícolas, se está trabajando en el mapeo de experiencias de producción extensiva en el partido de General Pueyrredon, junto con la Dra. Claudia Mikkelsen y la Dra. Alejandra Auer del Instituto de Humanidades y Ciencias Sociales (INHUS-CONICET-UNMdP), y la T.S. Fabiana Ruiz, del IHAM (FAUD, UNMDP). A su vez, se avanza en la construcción de sistemas participativos de garantías (SPG), a través de un proyecto de extensión de la Universidad Nacional de Mar del Plata denominado “Sistemas Participativos de Garantías: hacia la promoción de sistemas alimentarios agroecológicos del Partido de General Pueyrredon” dirigido por La Dra. María Laura Cendón y co-dirigido por la Mag. Julieta Rodríguez.
El trabajo interinstitucional permite visibilizar a los productores alternativos; valorizar sus saberes y socializar procesos de aprendizajes técnicos y sociales, así como las prácticas exitosas aplicadas al sistema productivo y comercial; contar con información actualizada que permita identificar problemáticas, oportunidades y generar acciones para integrar local o regionalmente las quintas y/ predios y; organizar circuitos comerciales, mercados existentes y nuevos que integren a los productores.
Referencias
Altieri, M. (1982). Agroecología. Bases científicas para una agricultura sustentable. Westview Press, Boulder.
Altieri, M. (2020). Agroecología para la reducción del hambre: ciencia, política e Implementación. Centro Latinoamericano de Investigaciones Agroecológicas.
FAO (2020). Nota de orientación jurídica parlamentaria en América Latina y el Caribe N° 1. El derecho a una alimentación adecuada en las constituciones. Roma.
Gliessman, S. (2002). Agroecología: procesos ecológicos en agricultura sostenible. CATIE. Costa Rica.
Guzmán Casado, G., González de Molina, M. y Sevilla Guzmán, E. (2000). Introducción a la agroecología como desarrollo rural sostenible. Ediciones Mundi-Prensa.
Molpeceres, C. (2022). Volver a las raíces, una propuesta desde la agroecología para abordar la Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN). Premio Innovación de políticas públicas para la Seguridad Alimentaria y Nutricional. CLACSO-FAO.
Molpeceres, C., de Rito, M., Zulaica, L., Mikkelsen, C. (2021). Toward sustainability of local development in rural areas: New alternative productive scenarios in General Pueyrredon District, Argentina. Local Development & Society. Taylor & Francis.
Molpeceres, C., Zulaica, L., Rouvier, M., y Cendón M. L. (2020). Cartografías y caracterización de las experiencias agroecológicas en el Cinturón Hortícola del Partido de General Pueyrredon. Horticultura Argentina, 39 (100), 232-248
Sarandón, S. y Flores, C. (2014). Agroecología, bases teóricas para el diseño y manejo de agroecosistemas sustentables. 1a ed. – La Plata: Universidad Nacional de La Plata.
Souza Casadinho, J. (2013). Utilización de agrotóxicos e impacto en la salud en la actividad hortícola y tabacalera. Un problema de salud pública. Trabajo que forma parte del proyecto UBACyT (2011-2014) Enfermedades prevalentes y emergentes en comunidades con riesgo social. Estudios sobre determinantes e impacto de las intervenciones.
[1] Convenio específico de cooperación técnica y científica celebrado entre el Instituto del Hábitat y del Ambiente (IHAM) de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño (FAUD) de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP) e Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Centro Regional (avalado por Ordenanza del Consejo Académico de la FAUD – UNMdP, Nº 1252/2021).
[2] Para la campaña 2019-2020 según datos de la Municipalidad de General Pueyrredon, el Partido contó con 9035 ha. dedicadas a cultivos hortícolas a campo y 1595 ha bajo cubierta.