Mar del Plata y las localidades, mirando el otro territorio de General Pueyrredón

Dra. Sofía Ares

Instituto de Humanidades y Ciencias Sociales (CONICET-UNMdP)

Grupo de Estudios sobre Población y Territorio (FHUM, UNMdP)

Presentación

Desde los primeros tiempos de su historia, Mar del Plata es protagonista del acontecer local y regional. Reconocemos que no le faltaron méritos en estos 150 años en los que pasó de ser un saladero y puerto a la ciudad diversa del presente, es decir, a convertirse en el “sueño de los argentinos” (Pastoriza y Torre, 2021).  Ahora, sin embargo, cambiaremos la mirada, iluminando al resto del partido, allí donde las localidades articulan un entramado que se desarrolla entre lo rural y lo urbano.

Hablar de las localidades nos lleva en primer término a responder una pregunta en apariencia simple: ¿qué es una localidad? Las localidades tienen dimensiones físicas y demográficas, según aclara el Diccionario de la Lengua Española (Real Academia Española). Pierre George (2004) indica que es un “lugar designado mediante un topónimo correspondiente a una población o hábitat. A menudo es sinónimo de pueblo” (s/p). López Trigal (2015), por su parte, le agrega la noción de identidad. En consecuencia, las localidades integran soporte material, población, historia, relaciones sociales y de poder, sentimientos de arraigo, constituyendo territorios que pueden ser atractivos o que, por el contrario, no cuentan con elementos para retener o atraer a la población y se encuentran en franco declive.

En el Partido de General Pueyrredon (667082 habitantes, INDEC, 2022), el origen de las localidades es variado. En algunas fue el trazado del ferrocarril (Estación Camet y Chapadmalal), en otras la subdivisión por herencia de las grandes propiedades (Pueblo de Peralta Ramos) o situaciones de crisis económica que incidieron en las decisiones de lotear al menos parte de algunas grandes estancias (Chapadmalal, El Boquerón, El Casal). Más acá en el tiempo, a mediados del siglo XX los ideales de la ciudad-jardín estuvieron presentes en el diseño de barrios que hoy conforman Sierra de los Padres-La Peregrina (Sierra de los Padres o Colinas Verdes).  Como características que unen a los pueblos de General Pueyrredon debemos destacar que emergieron al compás de las necesidades de cada tiempo, cercanos a las vías de comunicación, pero siempre fuera de Mar del Plata (Figura 1).

Con escasa población y con funciones específicas centradas en los servicios para el sector agroproductivo o para las actividades ocio-turísticas, los pueblos permanecieron eclipsados por Mar del Plata hasta las últimas décadas del siglo XX, cuando se intensifica su crecimiento.

Figura 1. Localidades por década de fundación y extensión del continuo urbano de Mar del Plata (1912-2020)

Las localidades: crecimiento, cambios y continuidades

El conjunto de localidades de General Pueyrredon no es estable, sino que se fue modificando, acompañando transiciones socioeconómicos y culturales. De tal suerte que el grupo de localidades identificado por Mantobani (2004) o Sagua (2004) devino en un elenco más reducido, ajustado aplicando técnicas como la observación directa, el contraste con fuentes censales e imágenes satelitales (Figura 2).

Figura 2. Localidades de General Pueyrredon con menos de 20.000 habitantes.

Fuente: Elaboración personal en base a datos del INDEC. Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 1991, 2001, 2010 y 2022, procesados con REDATAM+SP

El crecimiento demográfico y la expansión territorial de las localidades pequeñas, como también de Mar del Plata, llevaron a la reducción en el número de aglomeraciones, como esquematizamos en la Figura 3.  El proceso de aglomeración en Mar del Plata, reconoce hasta 1991 una etapa donde se van integrando al ejido urbano unidades espaciales que hasta entonces INDEC identicaba como localidades (por ejemplo Punta Mogotes, La Florida, Barrio Belgrano, Félix U. Camet, entre otras). Es decir, áreas que no eran aglomeraciones fundadas como tales pero que estadísticamente eran identificadas de ese modo. En un segundo momento, luego de 2001, Estación Camet, y sus barrios, queda integrada entre sí y con Mar del Plata. Hacia 2010 se reúnen las unidades espaciales de la Autovía 226 y continúan reduciéndose las distancias relativas entre Mar del Plata y Batán.

Luego de 2022, finalmente, observamos que está en marcha el proceso de extensión de las localidades en la ruta 11, con distintas características entre el norte y el sur. Así, hay procesos que trascienden la jurisdicción del partido, hacia el norte con Mar Chiquita y hacia el sur con General Alvarado. Hacia la zona meridional se sumaron dos emprendimiento privados (Olas Chapadmalal y La Paloma) en los últimos dos años, que empujarán hacia el sur los límites de Mar del Plata y hacia el norte los de Chapadmalal.

Sobre la Autovía 226, la ampliación territorial de Mar del Plata se hace cada vez más notoria, influenciada por la construcción de un barrio privado (Developer Aqua) en proximidad del barrio La Herradura. Otros emprendimientos, ligados con el sector primario y la logística también contribuyen a la densificación, mostrando casi un continuo hasta Santa Paula. Sierra de los Padres-La Peregrina, por la intensidad de su poblamiento aglomeró a varias unidades espaciales (El Coyunco, La Gloria de la Peregrina, Sierra de los Padres, Colinas de los Padres, Colinas Verdes) conformando una localidad que concentra una variedad de actividades económicas, tanto las propias de sector primario como las residenciales, de servicios gastronómicos y turísticos.

En lo que refiere al área de la Autovía 2, la prolongación territorial es antigua pero persistente en el tiempo. En cambio, El Casal, en el límite con Mar Chiquita, está ajeno al crecimiento intenso, conservando una impronta ligada con las ruralidades tradicionales.  Por último, en la ruta 88 casi desaparecieron las distancias que separaban la ciudad de Mar del Plata y Batán, pero perduran relativamente aisladas Estación Chapadmalal y El Boquerón.

Figura 3. Dinámica de las localidades del PGP. 1991-2024.

Fuente: Elaboración personal

El cambio poblacional en los pueblos de General Pueyrredon es muy acelerado y constante (Figura 4), con los cual en el partido no desaparecen localidades por despoblamiento sino por extensión territorial, adquiriendo cada vez mayor dinamismo, complejidad y densidad.

En todos los casos, en un distrito con bajos niveles de crecimiento natural, la velocidad del cambio demográfico en las aglomeraciones está asociada con la movilidad territorial de la población. Por una parte, con las movilidades generadas desde el rural disperso que no deja de perder pobladores. Por otra, con las movilidades originadas en centros urbanos, sea Mar del Plata u otros que incluyen personas arribadas desde distintos lugares del país o incluso del extranjero. En este sentido hemos reconocido que la elección de residir en los pueblos está relacionada con la búsqueda de ambientes de mayor naturalidad -antagónicos a la artificialidad de las ciudades-, tranquilidad y seguridad (Mikkelsen, 2007; Ares y Mikkelsen, 2010; Ares, Mikkelsen y Carballo, 2020). Debemos indicar que más allá de la romantización de los territorios de ruralidad los procesos especulativos con el suelo urbano muchas veces obligan a los sujetos a residir en áreas impensadas, transformando la búsqueda residencial en un cambio de vida (Ares et al, 2020).

El atractivo paisajístico del área costera y serrana, el plan PRO.CRE.AR, así como el diferencial en los valores inmobiliarios permitieron, luego de 2010, sostener los escenarios con aceleradas transformaciones demográficas. Después de 2020 debemos tener presente el rol que jugó la pandemia por SARS-CoV-2 renovando las necesidades y demandas de algunos sectores sociales -espacio, verde, distancias, tranquilidad, turismo de proximidad, deportes al aire libre-.

Figura 4. Tasas de crecimiento intercensales (1991-2022)

Mar del Plata, en fin, no ha estado sola en estos 150 años y entre ella y las localidades se ha tejido una trama de poblados fortalecida por la consolidación demográfica, los intercambios sociales y económicos. La extensión territorial de Mar del Plata, así como la evolución demográfica de las localidades acarrean cambios. Uno de ellos es la movilidad diaria cada vez más intensa, con la ciudad cabecera como punto focal de muchos desplazamientos. Otro, lo constituyen las demandas de los habitantes de las localidades, principalmente en relación con los servicios públicos esenciales (educación, salud, redes de electricidad, gas, saneamiento, transporte). Así, los pueblos muestran, en el cotidiano, que cuentan con entramados sociales más o menos densos desde los que se gestionan demandas, a veces configuradas como movimientos socioterritoriales, en pos de lograr mayor bienestar social y reducir las injusticias.

 

Referencias bibliográficas

Ares, S. y Mikkelsen, C. (2010) Dime dónde vives y sabré por qué llegaste. Movilidad territorial y poblamiento de localidades pequeñas del partido de General Pueyrredon. Investigaciones geográficas, (72), 101-119. Recuperado de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0188-46112010000200008&lng=es&tlng=es

Ares, S; Mikkelsen, C; Carballo, C. (2020). Los buscadores. Narraciones territoriales de nuevos géneros de vida rural en el partido de General Pueyrredon, provincia de Buenos Aires. Revista de Ciencias Sociales, Segunda Época. 11(38), 137-155. Recuperado de http://ridaa.unq.edu.ar/handle/20.500.11807/3573

George, P. (Director) (2004). Diccionario Akal de Geografía. Madrid-España: Akal

INDEC. Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010 y 2022. Base de datos REDATAM+.

INDEC. Censos Nacionales de Población, 1991 y 2001. Base de Usuarios. REDATAM +

López Trigal, L. (Director) (2015). Diccionario de Geografía Aplicada y Profesional. León-España: Universidad de León. Recuperado de https://www.uv.es/~javier/index_archivos/Diccionario_Geografia%20Aplicada.pdf

Mantobani, J. M. (2004) Territorio, población y localidad: pasos hacia el Desarrollo Local del Partido de General Pueyrredon. En: Velázquez, G., Lucero, P. Y Mantobani, J. M. (Autores y Editores). Nuestra Geografía Local. Población, urbanización y transformaciones socio-territoriales en el Partido de General Pueyrredon, Argentina, 1975-2000. (pp. 77-128). Mar del Plata: GESPyT, FH, UNMdP.

Mikkelsen, C. (2007). No me banco las hormigas, yo me voy de la ciudad. Los cambios de residencia en el Partido de General Pueyrredon. En Sánchez, L. (Editora) Observar y escuchar. (pp. 45-75). Mar del Plata: EUDEM.

Pastoriza, E. y Torre, J.C. (2021). Mar del Plata, un sueño de los argentinos. Buenos Aires: Edhasa. Libro digital, EPUB

Real Academia Española. Diccionario de la Lengua Española. Recuperado de https://dle.rae.es/

Sagua, M. (2004) Dinámica sociodemográfica y ambiente al interior del Partido de General Pueyrredon. En: Velázquez, G; Lucero, P y Mantobani, J. M (Autores y Editores). Nuestra Geografía Local. Población, urbanización y transformaciones socio-territoriales en el Partido de General Pueyrredon, Argentina, 1975-2000. (pp. 129-165) Mar del Plata: GESPyT, FH, UNMdP.

 

La Avenida Constitución en el 150° aniversario de Mar del Plata: su transformación espacial y funcional

Profesor en Geografía, Gianfranco Policastro

GEOT-CIGSA-FHum-UNMdP

gianfrancopolicastro@mdp.edu.ar 

La ciudad de Mar del Plata ha transitado distintas etapas desde su fundación en el año 1874 por Patricio Peralta Ramos hasta la actualidad. Lejos quedaron los tiempos de aquel complejo saladeril ubicado en la zona de Punta Iglesias, así como también los años de su posterior transformación en una villa balnearia frecuentada por la elite porteña que la dotó de un estilo arquitectónico que emulaba al de las ciudades francesas (Medina, 2009), lo que le valió el apodo de la “Biarritz Argentina” (Bouvet et al., 2005). Hacia 1940 comenzó a cobrar mayor relevancia el turismo de masas, el cual entraría en crisis durante el último cuarto de siglo XX (Cicalese, 1999) hasta llegar a la actualidad, donde la ciudad se ha reconvertido en un importante centro turístico con una oferta variada, accesible para los diferentes estratos sociales y que continúa ostentando el título de principal destino turístico del litoral argentino.

A la par de esta dinámica también se han hecho notar las transformaciones de distintos sectores de la ciudad, como por ejemplo la reubicación del primer puerto y de la terminal de ómnibus de larga distancia, el auge de los hoteles y servicios complementarios, las mejoras en las vías de comunicación, y la evolución por ejemplo de las calles Güemes, Alem, San Juan o la Avenida Constitución hasta convertirse en modernos polos gastronómicos y/o comerciales.

De todas ellas, la Avenida Constitución guarda una historia especial que trasciende hasta nuestros días. Apodada la “avenida del ruido”, convocaba a miles de jóvenes en los años sesenta y setenta del siglo XX quienes al caer el sol se movilizaban hacia allí para disfrutar de la noche marplatense en alguna de sus características boîtes”, nombre que se le daba a las confiterías bailables de la época. Actualmente, esta avenida se ha convertido en un centro neurálgico de la actividad comercial, gastronómica y de esparcimiento concurrida diariamente por miles de personas de diferentes rincones de la ciudad. En el marco del 150° aniversario de “La Feliz”, resulta interesante realizar un análisis geográfico e histórico sobre esta importante arteria de la ciudad, que tan poca trascendencia ha tenido en la bibliografía académica local hasta nuestros días para tratar de explicar y comprender su devenir actual.

Ubicada al norte de la ciudad, la Avenida Constitución les da la bienvenida a los turistas que arriban a la ciudad por la Ruta N°2, principal vía de comunicación con la Capital Federal. No obstante, el paisaje que la avenida ostentaba en la década de 1950, caracterizado por una calle pavimentada y angosta rodeada de frondosos árboles y algunas construcciones, ha sufrido una transformación considerable. Donde hoy encontramos restaurantes y comercios frecuentados por los residentes de la zona antes se encontraban “night clubs” o boîtes (Sebreli, 1970). Ye-Ye, Beduino’s, del 40, Notte, Canela, Zeus, Banana, El Castillo, Enterprisse, Xanadú, son sólo algunos de los nombres de estos clubes que resonaban entre 1970 y 1980 y que se extendían a lo largo de la avenida, desde la Ruta N°2 hasta la costa (Figura 1).

 

Figura 1: Localización de las boîtes de la Av. Constitución en 1974

Fuente: Fotos de Familia N°10.666, Diario La Capital.

 

El auge de esta avenida se dio en paralelo al cambio en las formas de diversión de los jóvenes de aquel entonces. Es menester aclarar que la forma de disfrutar la noche marplatense que hoy presenciamos en bares y boliches de la zona de Playa Grande o Alem es completamente diferente a la de antes. Varias décadas atrás, salir a bailar era sinónimo de asistir a los bailes con progenitores o hermanos quienes aguardaban apaciblemente en sillas a un costado de la pista, por lo que los acercamientos entre parejas eran cuanto menos difíciles e incómodos. Ya en 1970, surgieron las primeras boîtes, confiterías bailables en donde los jóvenes asistían sin la atenta mirada de sus padres, dando lugar a un nuevo escenario para la diversión. Ya fueran residentes o turistas, adolescentes o adultos, se congregaban al anochecer en estas “confiterías bailables” ubicadas casi en su totalidad sobre esta avenida, en las cuales hasta la década de 1980 era requisito acudir en parejas para poder ingresar. Todo esto le otorgaba una cualidad distintiva que convertía esta avenida en un exponente de la noche marplatense.

Pero este período de auge nocturno de la Avenida Constitución dio paso con el correr del tiempo a una crisis de la que le fue imposible recuperase. Poco a poco, y a causa de diversos motivos, estas confiterías fueron desapareciendo hasta que en la década pasada sólo quedaban tres remanentes: Sobremonte, Chocolate y Gap, las cuales corrieron la misma suerte que sus predecesores siendo Sobremonte el último en cerrar sus puertas en enero de 2019. En la actualidad, a lo largo de la avenida encontramos oficinas, restaurantes, paseos comerciales, sucursales bancarias y otros servicios en donde antes se ubicaban estas discotecas.

El desencadenante de estos cambios en el uso de suelo no está claro; no obstante, aquí se tratará de arrojar algo de luz sobre el asunto. Como sostiene Cicalese (1999), la ciudad de Mar del Plata supo ser el principal centro veraniego del país pasando de recibir alrededor de un millón de turistas en 1950 a unos dos millones y medio en la primera mitad de 1970 gracias en parte a la proximidad espacial con la ciudad de Buenos Aires, principal emisora de turistas del territorio. Con el modelo aperturista que se inicia en la segunda mitad de 1970, comienza a producirse un leve pero sostenido descenso en el número de turistas que arriban a la ciudad, sumado a un creciente deterioro de su capacidad de gasto. Esta merma en el arribo de turistas se potenció aún más en la década de 1990 y alcanzó su pico en el año 2001, lo que, sumado a las condiciones financieras desfavorables, pudo haber sido uno de los motivos que ocasionara una merma en la concurrencia a estos sitios de esparcimiento nocturno asentados sobre la Avenida Constitución.

Por otra parte, la expansión de la urbanización hacia este sector de la ciudad es otro de los posibles motivos. Originalmente, la gran mayoría de las boîtes de la ciudad se asentaban sobre esta avenida por su lejanía del centro de la ciudad y de las zonas residenciales, lo que generaba un ambiente propicio para la proliferación de este tipo de emprendimientos. Si bien por aquel entonces ya existían algunas residencias estables en los alrededores de la avenida, el crecimiento demográfico atravesado por la ciudad en el transcurso de los años hizo que cada vez más y más residentes comenzaran a asentarse en los alrededores de la avenida. Como es lógico pensar, este crecimiento residencial en torno a la avenida no solo no era compatible con los ruidosos night clubs de la zona, sino que además comenzó a demandar mayor presencia de servicios y comercios para satisfacer las necesidades de los nuevos residentes. Por ende, se fueron asentando con el tiempo negocios comerciales y de prestación de servicios que modificaron el paisaje de este sector. Cabe aclarar que esto no sucedió de la noche a la mañana, ya que durante un cierto tiempo el cierre de los night clubs generó un abandono generalizado de la avenida, hasta que finalmente se instalaron en la zona diversos emprendimientos comerciales y de servicios que comenzaron poco a poco a cubrir las demandas de los residentes.

Desde fines de 1990 y hasta la actualidad, se observa que la nocturnidad se ha desplazado a calles como Hipólito Irigoyen, Güemes, Alem y el sector de Playa Grande con el desarrollo de bares, pubs y confiterías bailables. Esto hizo que, por un lado, el nicho generado por las boîtes de la Avenida Constitución se perdiera, puesto que ahora existían otros espacios de ocio nocturno lo que generó un descenso paulatino de la afluencia de jóvenes a la “avenida del ruido”, y por el otro, que estos nuevos polos de esparcimiento nocturno (favorecidos por la reglamentación municipal) fueran cobrando cada vez más relevancia al tiempo que las boîtes de la Avenida Constitución se iban sumiendo en una lenta crisis de la cual les sería muy difícil (sino imposible) salir. La gran mayoría cerró sus puertas, y solo permanecieron operativas al menos hasta el año 2010 GAP, Chocolate y la reconocida Sobremonte. A continuación, se presenta un extracto de una nota realizada al dueño de la discoteca “Chocolate” en el año de su cierre definitivo, el cual manifiesta las ventajas que poseen los centros de esparcimiento nocturno ubicados en otras zonas de la ciudad en comparación con los ubicados sobre la Avenida Constitución:

“[¿Por qué cerró Chocolate?] Porque la nocturnidad sufrió un cambio de zona (Playa Grande) y los bares dejaron de serlo transformándose de a poco en locales bailables. Por otro lado, la ley de nocturnidad afecta solamente a discotecas ‘habilitadas como tales’ quedando exceptuadas de la ley, las zonas de Playa Grande e Hipólito Yrigoyen, dado que en esos lugares no se permite la radicación de negocios bailables a pesar de que se baile. De este modo, la ley no es pareja para todos. Un joven que quiere ir a bailar a Constitución debe llegar antes de la 1.30 am, de lo contrario no puede ingresar a la disco. En cambio, en Playa Grande no hay reglamentación para horario de entrada y se baila en lugares no habilitados para tal fin.” (Diario La Capital, 08 de junio de 2010)

Si bien los motivos no están del todo claros, lo cierto es que la transformación de la avenida fue elocuente. La creciente urbanización de los barrios aledaños a la avenida conllevó a un aumento en la provisión de servicios para los nuevos inquilinos. Así, se fue gestando un corredor comercial y de servicios (Peri, 2011) que cuenta con comercios especializados de proximidad, sedes bancarias, entre otros que continúa creciendo hasta nuestros días y logra configurar a la región como una “nueva centralidad” que alberga multiplicidad de usos de suelo y de actividades en toda su extensión.

En la Figura 2 se puede observar una pequeña muestra de la evolución acontecida en más de medio siglo de historia de la “avenida del ruido”. Las imágenes de la columna izquierda corresponden a los predios donde en la década de 1960-1970 se erigían algunas de las boîtes, mientras que en la columna derecha encontramos el uso que en la actualidad se le está dando al predio en cuestión. Podemos observar la boîte “Pancho Freddy” en la esquina de Pasteur y la Avenida Constitución (Fig 2, a), inaugurada en el año 1956 que se convirtió de esta forma en la primera de la avenida y en donde actualmente se encuentra la parrilla y resto “Faustila” (Fig 2, b).

Otro ícono de la década del sesenta fue “Mary Poppins”, emplazada en la avenida Constitución 5205 esquina Roldán. En la misma avenida al 5528 y en la misma década abrió sus puertas la boîte “Banana”, confitería construida bajo nivel (a modo de sótano) aunque en su parte superior no había edificación alguna, y donde tocaban reconocidas bandas de la época.

A su vez, en la vereda par de la avenida entre las calles Chubut y Vicente López y Planes se ubicaban tres boîtes sumamente concurridas, a saber: Notte (Fig 2, c), Matokos (Fig 2, e) y Zeus (Fig 2, g), las cuales se encontraban lindantes una con la otra. En la actualidad, allí se encuentran, respectivamente, una confitería (Fig 2, d), una serie de comercios (Fig 2, f), y la iglesia “Sembrando Vida” (Fig 2, h). En la intersección de las avenidas Constitución y Carlos Tejedor existía en la década de 1970 la confitería “Carrousel”, en cuyo predio funciona hoy una pinturería. Esta confitería se popularizó por su pista giratoria, que se elevaba mientras los jóvenes bailaban al ritmo de la música de la época. A tan solo dos cuadras de esta última, pero sobre la avenida Tejedor en su intersección con la calle López de Gomara (ex calle 24), se hallaba emplazada desde la década de 1950 la confitería “Tajamar” propiedad del músico y compositor Osvaldo Fresedo y donde hoy se erigen un complejo habitacional.

A pocas cuadras, en la intersección de José Ingenieros y la Avenida Constitución, se encontraba Sunset (Fig 2, i), cuyo predio hasta no hace mucho supo ser un local de venta de zapatillas y ahora se encuentra en alquiler (Fig 2, j). Finalmente, uno de los íconos de la avenida era la famosa Enterprisse (Fig 2, k), conocida por algunos como el “Plato Volador”, construida en la intersección de la Avenida Constitución y Daireaux en la década de 1960 con un diseño arquitectónico innovador para la época y que se mantuvo en pie hasta inicios de siglo, cuando fue demolida. Su diseño futurista revolucionó el estilo de la época, atrayendo a partidarios y detractores pero convirtiéndose sin dudas en uno de los edificios más emblemáticos de la avenida. Hoy en día, allí se encuentran una farmacia y un centro de atención médica (Fig 2, l).

 

Figura 2: Evolución temporal de la avenida constitución (1960/1970 – 2024)

Fuente: Elaboración propia en base a imágenes de archivo personal (2024) y “Fotos de Familia” del Diario La Capital.

 

En la década de 1980 encontramos también otros edificios que quedaron en la memoria de los marplatenses como el restaurante “Los Viejos Vagones” (Figura 3), ubicado en la esquina de la avenida Constitución y Benito Juárez, lindante con la boîte “Banana”. Los dos vagones que conformaban dicho restaurante se encontraban ubicados sobre rieles y durmientes, y habían pertenecido a la línea Roca. Cuando el restaurante dejó de funcionar, los vagones fueron retirados y trasladados a la provincia de San Juan, existiendo hoy en su lugar una franquicia de una reconocida cervecería. En esa misma década funcionaba también otra icónica boîte llamada “El Castillo”, cuya construcción emulaba una fortificación medieval, ubicada en la avenida Constitución 5815, esquina Ortega y Gasset.

 

Figura 3: Restaurante “Los viejos vagones”

Fuente: “Fotos de Familia” del Diario La Capital, foto N°8723.

 

Lo esbozado hasta aquí no hace más que evidenciar el cambio experimentado en la Avenida Constitución, pasando de ser una arteria eminentemente destinada al ocio y al esparcimiento nocturno entre las décadas de 1960 y 1980 a convertirse en la actualidad en un centro neurálgico que alberga una multiplicidad de comercios y servicios para satisfacer las demandas de los marplatenses y sobre todo de los residentes de la zona. Como vemos, los desencadenantes que promovieron esta transformación espacial y funcional son diversos.

Lo que supo ser la “avenida del ruido”, famosa en la noche marplatense por la concurrencia de jóvenes y celebridades hoy ha dado paso a una avenida rebosante de comercios y servicios, en cuyos alrededores se encuentran barrios residenciales y que nos brinda una imagen completamente diferente a la de aquellas noches de verano de los setenta cuyos recuerdos aún perduran en la memoria de quienes tuvieron el agrado de disfrutarlas. El futuro de esta avenida es incierto, no obstante, es de esperase que se produzcan nuevas modificaciones en los usos de suelo tal y como ha sucedido (y aún continúa sucediendo) no solo en la propia avenida sino en toda Mar del Plata.

 

Agradecimientos

A mis padres, familiares y conocidos cuyos testimonios fueron claves para la reconstrucción de las localizaciones de estos establecimientos bailables y de los hábitos de la época. También quiero agradecer al espacio brindado por el Observatorio Ciudadano, Político y Electoral (OCPE) perteneciente a la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Mar del Plata por la publicación de este documento.

 

Bibliografía

Bouvet, Y.; Desse, R.; Morell, P.; Villar, M. D.  (2005). Mar del Plata (Argentina): la ciudad balnearia de los porteños en el Atlántico suroccidental. Investigaciones Geográficas (Esp), (36), 61-80.  Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=17603604

Cicalese, G. (1999). La implantación del modelo económico aperturista en los 70 y la crisis del turismo masivo en la ciudad de Mar del Plata, 1976-1987. Comunicación presentada en II Jornadas de Historia Económica, Montevideo [URY], 21-23 julio 1999. Disponible en: http://nulan.mdp.edu.ar/1442/

Diario La Capital, “Por los cambios en el manejo de la nocturnidad, cerró Chocolate”, 08 de junio de 2010. Disponible en: http://www.lacapitalmdp.com/noticias/La-Ciudad/2010/06/09/146987.htm

Fotos de Familia, Diario La Capital. Foto N°5432. Disponible en: https://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/5432

Fotos de Familia, Diario La Capital. Foto N°7393. Disponible en: https://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/7393

Fotos de Familia, Diario La Capital. Foto N°8102. Disponible en: https://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/8102

Fotos de Familia, Diario La Capital. Foto N°8723. Disponible en: https://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/8723

Fotos de Familia, Diario La Capital. Foto N°9121. Disponible en: https://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/9121

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Fotos de Familia, Diario La Capital. Foto N°10.666. Disponible en: https://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/10666

Fotos de Familia, Diario La Capital. Foto N°12.089. Disponible en: https://www.lacapitalmdp.com/contenidos/fotosfamilia/fotos/12089

Medina, D. (2009). Mar del Plata, desarrollo urbano e imaginarios vinculados. UNMDP. Mar del Plata, pp 13-27.

Peri, L. V. (2011). Nuevas centralidades del ocio y el consumo: Ámbitos, modalidades e instrumentos de regulación de las grandes superficies comerciales en la Región Metropolitana de Buenos Aires. Revista Iberoamericana de Urbanismo, 01 Marzo 2011, núm. 5, pp. 31-44. Disponible en: http://hdl.handle.net/2099/12498

Sebreli, J. J. (1970). Mar del Plata, el ocio represivo. Ed. Tiempo Contemporáneo, Bs. As.

Los circuitos económicos de la pesca y la intermediación financiera en Mar del Plata

Derlis Parserisas

Dra. en Geografía

IGEHCS-CONICET-UNCPBA/CIG-FCH-UNCPBA

Cuando nos referimos a la ciudad de Mar del Plata e indagamos acerca de su papel en el contexto histórico regional y nacional, identificamos que la actividad turística, la industria textil y la pesca, se destacan entre las principales actividades de su economía urbana. Asimismo, el desarrollo de esas actividades ha involucrado necesariamente la intermediación de las finanzas en su funcionamiento. Esto implica que la circulación de dinero es prácticamente inherente a la realización de esas formas de trabajar y de producir, ya sea en forma de préstamos y/o de créditos, a través del pago de salarios mediante bancos o pagos de mercadería con dinero en efectivo o electrónico.

El principal puerto pesquero de Argentina se localiza en Mar del Plata. La pesca históricamente ha estado presente en la organización del espacio marplatense siendo responsable de generar flujos de producción y circulación en la región y en la escala internacional. Constituye una de las especializaciones territoriales productivas en la ciudad que es permeada por las finanzas. Sin embargo, podemos reconocer que existen diferentes formas de organización en la actividad pesquera, es decir, que no todos los actores involucrados tienen las mismas posibilidades de organización. Se pueden diferenciar dos circuitos económicos de la pesca, según los grados de capitales e inversiones que realizan, según las formas de organización del trabajo y en función del uso de tecnologías o innovaciones. Desde esa perspectiva podría reconocerse un circuito superior de la pesca vinculado a las grandes empresas responsables de todas las fases de la producción y, por otro lado, un circuito inferior integrado por las embarcaciones pequeñas y pescadores artesanales. La identificación de dos circuitos económicos permite comprender cómo en una misma rama de actividad existen distintas formas de organización y de usos del territorio. Aunque ambos circuitos, son interdependientes, se relacionan entre sí y son explicativos de los dinamismos de la economía urbana.

Las principales características que definen a las empresas del circuito  superior de la pesca son  el  grado  de  capitalización  y  la capacidad  de  realizar  innovaciones  tecnológicas  así  como  las  formas  de organización del trabajo. Esas firmas, además, se vinculan con las finanzas a través de las posibilidades de acceso a dinero bancarizado para el financiamiento de inversiones productivas, acceso a préstamos, adelantos en cuenta corriente y, mediante intermediación bancaria, para el pago de salarios.

En nuestra investigación realizada durante los años 2016 y 2017, una de las firmas entrevistadas, Solimeno, centralizaba la actividad productiva en dos grupos: por un lado, el trabajo en tierra que comprende a los barcos fresqueros y el procesamiento y, por otro lado, tienen un sistema que  consiste  en  la  pesca  y  procesamiento  a  través  de  barcos congeladores, donde se procesa todo a bordo y la mercadería viene preparada para su exportación. Esa capacidad técnica y organizacional de la empresa también implica el aprovechamiento de la capacidad de producción de las fábricas en tierra. Una parte  importante  de  la  mercadería  que  traen  los  barcos  congeladores  es  procesada en las plantas en tierra con el propósito de hacer productos más elaborados. Esa firma tiene dos líneas importantes de procesamiento de productos empanados: hamburguesas de pescado y bastones de merluza, se trata de productos pre-fritos y congelados preparados directamente para el consumo.

Es interesante mencionar que la empresa Solimeno no terceriza su actividad productiva, sino que todo el proceso se realiza en sus plantas de procesamiento en tierra y en los buques congeladores. Sin embargo, esta empresa se vincula con los actores del circuito inferior de la pesca, ya que algunas embarcaciones costeras pequeñas les venden sus capturas. Esa relación da cuenta de los nexos y las dependencias que existen entre los circuitos de la economía urbana.

La lógica corporativa está presente en la organización espacial de las empresas del circuito superior. Es decir que controlan la circulación de sus productos mediante el transporte vial, ferroviario y fluvial. Por ejemplo, usan la red vial para la distribución de sus productos en el mercado interno. Pero también el puerto y los sistemas de ingeniería asociados resultan fundamentales para la comercialización internacional. La vida de relaciones comerciales establecidas a partir de un punto de cristalización urbana como es el puerto, se extiende hacia comercios y puntos de venta, oficinas y bancos con presencia en la ciudad, pero con escalas de actuación regional y global.

Los flujos de mercaderías generados en torno al puerto de Mar del Plata permiten relaciones comerciales en el mercado internacional no sólo por parte de las empresas pesqueras sino también por firmas del circuito superior de otras ramas instaladas en ciudades de la región. Por ejemplo, la empresa canadiense McCain, cuya fábrica está instalada en la ciudad de Balcarce a 70 km. de Mar del Plata, desde el año 2016 comenzó a exportar a través del puerto de Mar del Plata quince contenedores por mes, cuyo destino principal es Brasil.

Es importante señalar que en las empresas del circuito superior de la pesca aproximadamente el 80% del pescado tradicional se comercializa en el mercado externo. Sin embargo, el 90% de los productos empanados elaborados (congelados que se pueden comprar en pollerías o granjas) se destinan al mercado interno. Lo cual explica también los cambios en los hábitos alimentarios de la población, en un contexto de aceleración y de consumo de comidas rápidas.

En la organización de la producción y comercialización de las empresas pesqueras del circuito superior la intermediación financiera es necesaria, fundamentalmente a través del servicio de “prefinanciación de exportaciones”.  Se trata de un servicio que brindan los bancos para el comercio exterior. Son préstamos en moneda extranjera otorgados con anterioridad al embarque de las mercaderías a ser exportadas, para financiar el proceso productivo y de acondicionamiento de las mismas. Otros servicios financieros que utilizan las grandes empresas son los préstamos para inversiones productivas, por ejemplo, para la compra de bienes de capital. Aunque son empresas que tienen posibilidades de financiarse con capitales propios.

En cambio, en Coomarpes (Cooperativa Marplatense de Pesca), otra de las empresas entrevistadas, señalaron que, además de las prefinanciaciones, se utiliza el préstamo bancario para realizar inversiones productivas. El banco Credicoop y el Banco de la Provincia de Buenos Aires son los que otorgan los principales préstamos. Asimismo, las grandes empresas realizan el pago de salarios a través de bancos. Por ejemplo, el convenio de pago de salarios, en las empresas entrevistadas, se realiza con los bancos privados Santander, Patagonia y Credicoop.

Otra condición de las grandes empresas pesqueras es que cumplen con normas de producción globales y nacionales necesarias en sus procesos de producción y exportación. La firma Solimeno, cumple con las normas Hazard de alimentación, que son aplicadas por Estados Unidos y la Unión Europea.

Además, existen normas nacionales como las del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA). En las instalaciones del puerto funciona uno de los centros regionales de este organismo que controla las exportaciones de materias primas y la producción destinada al mercado interno.

Podemos reconocer otras formas de organización en el circuito de la economía urbana pesquera, por ejemplo, las denominadas “lanchas amarillas” con asiento en el puerto marplatense. Se trata de actores de la misma rama de actividad, la pesca, pero que poseen otras formas de organización y menor grado de capitalización que las grandes empresas, que podemos identificar como el circuito inferior de la pesca en la ciudad.

Una forma posible de identificar estas otras formas de trabajo pesquero es a través del tamaño de las embarcaciones. Las “lanchas amarillas” componen la flota costera menor y comparten el puerto de Mar del Plata con las demás embarcaciones pesqueras de mayor tamaño. Esas lanchas no han sufrido grandes modificaciones desde que fueron fabricadas, algunas hace más de 60 años y de acuerdo a su tamaño tienen una capacidad para embarcar entre 3 y 7 tripulantes. La mayoría de las embarcaciones está fabricada en madera y la capacidad de una lancha en un día de pesca es de 30 cajones, de aproximadamente 40 kilos cada uno.

Sin embargo, esta forma de organización del trabajo en la flota costera afronta diversos problemas en su existencia y organización. Uno de ellos que las lanchas amarillas, desde hace algunos años, deben competir con la flota de fresqueros de altura, los cuales tienen mayor capacidad de almacenamiento y estas flotas más grandes capturan mar adentro las especies que históricamente eran exclusivas de las “lanchas amarillas”. Se trata de uno de los motivos por los que ha disminuido la participación relativa de las lanchas amarillas en las capturas de los últimos años.

Hacia el año 2016 uno de los conflictos que se visibilizaba en el puerto y en la zona comercial aledaña era la obligatoriedad para todas las flotas pesqueras de que instalasen un sistema de posicionamiento satelital – conocido como Monpesat –,“a través del que se controlaría que no naveguen a un radio de más de 15 millas con epicentro en el Puerto de Mar del Plata y que no estén fuera más de 24 horas. Si bien la resolución tiene varios años, históricamente, a la flota amarilla se la venía exceptuando. De no lograr un paraguas para la actividad artesanal, «pasarse» de las 15 millas significaría para cada embarcación, tener que pagar una multa, pero mantenerse dentro de ese límite equivale a no tener qué pescar” (Diario La Capital de Mar del Plata, 2016). El establecimiento de esa normativa sin duda contribuyó a profundizar la situación compleja de estas embarcaciones costeras. Para el año 2020 solo quedaban 15 embarcaciones de ese tipo y, en enero de 2024, solo sobreviven 12 lanchas amarillas.

Figura 1. Visibilización del conflicto de las lanchas amarillas en el puerto y zona comercial, Mar del Plata, 2016

 

Fuente: fotografía de la autora, 2016.

El acceso a préstamos, como el financiamiento productivo con dinero bancarizado, es fundamental para los todos actores de la actividad pesquera. Sin embargo, se trata de algo complejo para los pescadores de la flota costera menor quienes deben utilizar otros mecanismos de financiamiento para su actividad, por ejemplo, para el abastecimiento de combustible. En las entrevistas realizadas los pescadores contaron que la empresa proveedora de gasoil, localizada en el puerto, financia el pago del combustible a las embarcaciones más pequeñas. Los pescadores propietarios tienen la posibilidad de entregar cheques como parte de pago y luego pagar el resto cuando concretan la venta de los pescados.

En cuanto a las ventas, algunos de los propietarios de embarcaciones de la flota costera venden sus capturas a empresas del circuito superior. Uno de los entrevistados, propietario de un barco mediano, vende sus capturas a frigoríficos de la ciudad, entre los que se encuentran, por ejemplo, Solimeno.

El papel de los intermediarios comerciales es central para completar el circuito espacial de producción de la flota costera menor, a la que pertenecen las lanchas amarillas. En Mar del Plata, la Cooperativa Marplatense de Pesca (Coomarpes) cumple un rol clave en la comercialización de la pesca procedente de las lanchas amarillas. La actividad principal es la administración de embarcaciones pesqueras, es decir, la empresa nace con esa finalidad bajo la figura de una cooperativa. Por otro lado, también realiza la comercialización e industrialización de la pesca. Esta segunda actividad es la que económicamente tenía más importancia al momento de la entrevista. El entrevistado, responsable del sector contable de la empresa, señala que se diferencian del resto de las cooperativas. Coomarpes es una cooperativa que tiene empleados contratados, y sus asociados son pescadores (son alrededor de 100 socios) que no tienen ningún tipo de régimen de relación de dependencia. Aunque no todas, muchas de las lanchas amarillas que están en el puerto son socias de la Cooperativa. Con respecto a los tipos de embarcaciones, en el año 2016, un 60% de los asociados tenían lanchas amarillas artesanales, los otros poseían lanchas más grandes.

Las embarcaciones asociadas a Coomarpes pueden realizar funciones de comercialización y también utilizar servicios ofrecidos por la empresa. Por ejemplo, se puede realizar en sus instalaciones parte del proceso de industrialización: fileteado, congelado, preparación y empaque para la comercialización a través de la exportación o en el mercado interno.

A partir de la flota costera, fundamentalmente la representada por las “lanchas amarillas”, y de las embarcaciones de altura y los buques procesadores-congeladores reconocemos que existen diversas formas del trabajo pesquero que coexisten en el territorio. Son distintas formas de organización del trabajo y de comercialización que se realizan de acuerdo a los diversos grados de capitales y usos de tecnologías y acceso al dinero como forma de financiamiento. Esas formas de trabajar, en algunos casos, se relacionan y se complementan entre sí. En otras situaciones, se profundizan las diferencias y ello implica mayores dificultades de subsistencia también, como es el caso de la flota costera menor representada por las lanchas amarillas del puerto de Mar del Plata.

Los circuitos económicos de la pesca -el superior como el inferior-, en su existencia unitaria son explicativos del fenómeno urbano y de la actividad pesquera. Ambos circuitos dan cuenta de las diversas formas de organización de esta actividad que, históricamente, ha tenido un rol central en la idiosincrasia y en la cultura de la ciudad a lo largo de sus 150 años de vida.

Apuntes de Población y Registros Urbano Territoriales en Mar del Plata y el Partido de General Pueyrredon (PGP). Desafíos y oportunidades en un aniversario para recordar

Mag. Marisa Sagua 

IHAM FAUD UNMDP

El interés que subyace a esta presentación, coincidente con tiempos significativos para la ciudad de Mar del Plata (MDP), a 150 años de su fundación, procura un breve recorrido por algunos de los temas claves que dan cuenta de esta ciudad en términos socio territoriales, desde donde es posible observar una serie de rasgos que tensionan entre sí y plantean desafíos a la vez que oportunidades para un desarrollo territorial sostenible y al bienestar de las personas. Con los primeros datos definitivos del censo de Población, Hogares y Viviendas del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) 2022 publicados a nivel de partido; el aporte de los estudios temáticos a nivel local, y el marco que brinda la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas, en particular el ODS 11, es posible sobrevolar algunas aristas que refieren actualmente a nuestra ciudad.

En primer lugar, reconocer la dinámica y estructura de la Población, en tanto el volumen, el ritmo de crecimiento y la composición son factores estrechamente vinculados entre sí y de suma importancia, más aún en su distribución espacial, ya que condicionan distintos hechos sociales, en materia de salud, educación, seguridad social, vivienda, posibilidades de empleo, y también procesos como el de urbanización y sus implicancias, que demanda particular atención y seguimiento en el contexto actual.

En segundo lugar, identificar los atributos sobre Vivienda y Hogares en el PGP, aportan sobre el número y la variación intercensal de viviendas, así como sobre el acceso a los servicios básicos y el saneamiento, permitiendo reconocer los sectores de mayor y menor dinamismo en el territorio, tanto como  los más deficitarios y de alta vulnerabilidad social.

En tercer y último lugar, observar la conjugación de estos atributos en los procesos de crecimiento de la ciudad, particularmente en la caracterización del proceso de expansión urbana que vive MDP en el PGP reconoce condiciones actuales que distan de la sustentabilidad urbana territorial.

Mar del Plata como cabecera del Partido de General Pueyrredon– un partido con población eminentemente urbana- concentra más del 95% de población del distrito, y en el resto del mismo, se reúne población agrupada en localidades y población dispersa en el ámbito rural.

Los resultados definitivos del INDEC 2022, arrojan un total de 667.082 habitantes en el PGP – cifra superior a la población de 8 provincias del país, y cuarto como distrito a nivel provincial. En cuanto a la composición de la población por lugar de nacimiento, casi 8 de cada 10 refiere a población nacida en la Provincia de Buenos Aires y según el sexo registrado al nacer el 52,5% son mujeres y 47,5% son varones.

La edad mediana de la población del PGP va en aumento respecto de censos anteriores, y hoy es de 37 años, lo que se asocia a una mayor esperanza de vida, y consecuentemente al envejecimiento de la población. Uno de los indicadores vinculado con esta condición es el creciente porcentaje de población de 65 años y más (15,7%); y más específicamente el porcentaje de población de 80 años y más que alcanza un 3,8%, siendo en ambos casos superiores al valor provincial. El índice de envejecimiento, que relaciona el grupo de 65 años y más por cada 100 personas de 0-14 años, evoluciona de manera creciente en el PGP desde los años 1980, y alcanza en la actualidad un 85%, entre los más elevados de la provincia. Junto con la mayor proporción de adultos mayores, la caída de la fecundidad y el descenso en las tasas brutas de mortalidad constituyen factores explicativos de los procesos mencionados.

En cuanto a la variación relativa intercensal de población en 2022-2010 del distrito, se observa tan solo un incremento de 7,8%, con ritmo descendente en la evolución desde los anteriores períodos intercensales del PGP. Es notorio el valor por debajo del nivel provincial (12,2%) y de los partidos que constituyen su área de influencia inmediata, situación que amerita indagar en las causales de tales tendencias.

Los datos seleccionados de viviendas y hogares en el PGP, arrojan para el 2022 un total de 342.942 viviendas particulares, de las cuales 256.657 están habitadas (74,8 %), y ocupadas por un total de 259.623 hogares.

La población en viviendas particulares representa el 99% de la población del PGP y el porcentaje restante habitan viviendas colectivas (6.275 personas) y en situación de calle (238 personas).

Las condiciones habitacionales de la población del PGP en viviendas particulares son buenas de acuerdo con los guarismos generales: en agua y saneamiento la procedencia de agua por cañería dentro de la vivienda alcanza el 98% y la provisión de agua por red pública un 91%, mientras que la población con desagüe a cloaca alcanza el 85%. Son todos valores por encima del nivel provincial, el cual registra un 94%, 74% y 55% respectivamente

El principal combustible para cocinar en el PGP es el gas de red, utilizado por el 73% de población en viviendas particulares, y sólo un 21% del total usa gas de garrafa. Lo que también demuestra un mejor posicionamiento del partido respecto de la provincia, la que alcanza un 56% y 38% respectivamente en las variables mencionadas.

La población con buenos materiales en techos y pisos con revestimiento, alcanza el 76% y 93% a nivel local, mientras que a nivel provincial arrojan cifras menores (68% y 84%) respectivamente.

En cuanto al régimen de tenencia, la estadística en el distrito indica que el 65,4% de la población vive en vivienda propia y el 21,5 % es vivienda alquilada. Se trata de valores que son inferior y superior a la provincia, con registros de 69,9% y 16,4% respectivamente. Y en cuanto a la población en vivienda particular cuyos hogares tienen celular e internet alcanza el 94% algo superior que la provincia (93%).

Aun cuando los valores generales presentados muestran condiciones más favorables a nivel de partido que a nivel provincial, la distribución en el territorio de los atributos mencionados da cuenta de una complejidad signada por fuertes disparidades cuanti-cualitativas en términos sociales, socioeconómicos, ambientales y habitacionales, que se traducen en configuraciones espaciales del habitar de la población y de los hogares con marcadas brechas, distantes de un desarrollo sostenible.

Siendo la más elevada de los partidos del sudeste provincial, la densidad poblacional del PGP, con unos 456,2 habitantes por km2, muestra su mayor concentración en la ciudad de Mar del Plata, con un gradiente descendente desde las áreas centrales hacia los bordes ejidales y resto del partido. Cabe mencionar además que las áreas centrales concentran la mayor proporción de adultos mayores del distrito, y se reduce hacia las áreas periféricas de la ciudad, en favor de grupos etarios más jóvenes. En cambio, en las localidades del interior del partido la proporción de adultos mayores es variable, respecto del grupo en edad activa (15-64 años) y los niños/as (0-14 años).

Contrariamente al comportamiento de la densidad poblacional, la variación porcentual poblacional entre 1991-2001-2010 es baja o negativa en las áreas centrales de Mar del Plata e incrementa hacia los bordes ejidales, particularmente en las localidades menores, vinculadas a los ejes de ruta 11, 2, 226, y 88 (Sabuda, 2018). De esta manera se advierte una distribución y redistribución ocasionada por distintas motivaciones que resignifica a los espacios de la periferia urbana y el periurbano  de la ciudad de Mar del Plata, en el que se destacan las localidades del interior con diferenciales en las  condiciones de vida.

En referencia al crecimiento urbano, el aglomerado Mar del Plata-Batán integra el conjunto de los 33 grandes aglomerados urbanos (GAUs) de Argentina, que reúnen las tres cuartas partes de la población del país, ciudades en las que se advierte una dinámica de expansión inadecuada según los resultados de los estudios de Lanfranchi et al. (2018), para el período 2006-2016. Con un incremento poblacional por debajo del crecimiento de las áreas urbanas, la expansión responde preponderantemente a demandas habitacionales de diversos sectores sociales, connotado este proceso por expresiones de inequidad, ineficiencia e insostenibilidad. Tal es la situación en cuanto a la incidencia sobre los servicios ecosistémicos, en términos de producción de alimentos, recarga de acuíferos, control de inundaciones, y otras situaciones que claramente tienen implicancias sociales y ambientales adversas. En el caso del aglomerado urbano Mar del Plata Batán, se observó un crecimiento medio para el período mencionado y algo más equilibrado entre ambos crecimientos, donde los ejes viales de expansión fueron claves en la evolución del área urbana dentro del PGP.

Los usos de suelo, que explican mayoritariamente la expansión en MDP-como en el resto de las GAUs- son de tipo residencial, ocupando en el aglomerado el 91% de la 1.242 has. de expansión explicado por las urbanizaciones cerradas (31%), residencial extraurbano con más de 500 m2 (30%) y urbano (23%), seguido por uso industrial agrupado, equipamiento y comercios con valores muy inferiores. De esta manera, tal como mencionan los autores del estudio, se destaca que la superficie expandida se destina a sectores medios-altos y altos (61%), tanto en urbanizaciones cerradas que se localizan en el sector sur de la ciudad y residencial extraurbano de amplia superficie, asociado a los distintos ejes viales. El siguiente gráfico ilustra los comentarios precedentes.

Fuente: elaboración basada en  Lanfranchi et al. 2018

Estudios más recientes del crecimiento por expansión en Mar del Plata, muestran la complejidad de los ámbitos periurbanos, con clara tendencia de cambio poblacional y habitacional, junto a actividades que definen nuevos usos del suelo y espacios residenciales, a un ritmo acelerado y caótico que deviene en tensiones y conflictos socio ambientales, desafiando permanentemente la posibilidad de implementación de las políticas públicas vinculadas al ordenamiento y la gestión territorial. Desde ese marco, el análisis de Zulaica et al 2023, sobre el crecimiento urbano de Mar del Plata define distintas zonas desde los ejes viales arriba mencionados en base a la variación porcentual de viviendas entre el Censo PHyV 2010 y Precenso de Viviendas 2020- en donde se reconoce que la ruta costera 11  hacia el Norte  junto con el Corredor Sur  (Chapadmalal  y el Marquesado) han alcanzado el mayor incremento de viviendas– en torno al 90%-,  seguido por el Camino Viejo a Miramar y la Ruta 11 Sur (contigua el ejido urbano) con valores significativos también. Por otro lado, la ruta 226 y la autovía 2 presentan un incremento que promedia el 50%, en tanto que el ejido urbano y la ruta 88 han tenido los incrementos menores (con un 15 y 21% respectivamente).

El análisis de las actuales dinámicas se nutre también de los estudios de Ferrando, et al. (2022) en los asentamientos poblacionales del frente costero del PGP, a lo largo del eje 11, con la incorporación de variables que permiten observar un comportamiento diferenciado en sus tramos norte, centro y sur.

Para concluir, estas notas pretenden ser una invitación a observar y repensar- con una mirada amplia en MDP y el PGP- los sentidos e intensidades con que se conjugan las dinámicas demográficas, habitacionales, urbanas, ambientales, en tanto reflejan múltiples disparidades en la construcción de procesos socio territoriales. En efecto, se reconocen entre permanencias y novedades, múltiples tensiones y conflictos, a la vez que desafíos y oportunidades. En ese sentido, se busca avanzar sobre instancias diagnósticas y propositivas basadas en la triangulación de fuentes actualizadas y verosímiles, articulando instrumentos de planificación, de gestión, normativos, de monitoreo, participativos y otros,  en sintonía con los fundamentos que sostiene particularmente  el ODS 11 de Naciones Unidas, tendientes a una ciudad más inclusiva, segura, resiliente y sostenible,  desde la reunión de evidencias  cuanti-cualitativas para definir políticas públicas que se orienten y contribuyan con las metas del enfoque considerado.

Fuentes:

Ferrando, L., Sagua, M., Ares, S. (2022) ¿Cómo crece el Eje 11? Estudio de la reciente dinámica poblacional y habitacional en la franja costera de los Partidos de General Pueyrredon y Mar Chiquita (2001-2020). Caminos Geográficos, (3), 27-51. ISSN: 2718-7772. https://gespyt.wixsite.com/gespyt/caminos-geogr%C3%A1ficos

Lanfranchi, G., Duarte, J., Granero, G. (2018) La expansión de los Grandes Aglomerados Urbanos argentinos CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento. Buenos Aires.

Sabuda, F. (2018). Aspectos territoriales. Segundo Informe de Mar del Plata entre Todos: Monitoreo Ciudadano. Para saber qué ciudad queremos, necesitamos saber qué ciudad tenemos. 1ra edición Buenos Aires.

Zulaica, L., Canestraro, M., Mujica, C. (2023). La expansión urbana de Mar del Plata. Análisis de algunos datos recientes sobre dinámicas socio territoriales y demográficas. Cuadernos del ISTeC N°2. Mar del Plata